Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

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INTEGRAR LA SOMBRA

Cómo identificar tu sombra para dejar de sabotearte

“Cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta cuando menos encarnada se halle en nuestra vida consciente. Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestras mejores intenciones”. Carl G. Jung

A lo largo de nuestra vida, y a medida que vamos creciendo, creamos un “yo” o concepto de nosotros mismos que está perfectamente adaptado a las exigencias de nuestro mundo. Este yo que hemos construido tiene dos caras:

1. El personaje público: la cara que mostramos al mundo. Jung la denomina la <>. Y es este yo quien determina lo que está bien/mal desde el punto de vista de sus propios intereses. áscara>

2. La 2ª cara es la que no queremos ver. En ella se encuentran nuestros miedos, preocupaciones, culpabilidades, vergüenzas, etc. En definitiva, en ella están todos y cada uno de los aspectos reprimidos; esos aspectos de nosotros mismos que no podemos mostrar al mundo porque si lo hiciéramos no seríamos aceptados por los demás. Carl G. Jung llama a este aspecto de nuestra personalidad “la sombra”.áscara>

La sombra se desarrolla en todos nosotros de una manera natural desde la infancia. Por definición, es inconsciente y por lo tanto estamos sometidos a ella. Nuestros sueños, frustraciones, interpretaciones de lo que llamamos realidad están mediatizadas por la sombra. Además de la sombra individual, cada uno de nosotros lleva la sombra familiar y la colectiva.áscara>

Para identificar cuál es tu sombra puedes hacer lo siguiente:áscara>

• Fíjate en lo que más te molesta de los demás; lo que realmente te altera. Esos son aspectos de tu lado oscuro proyectados al exterior. áscara>

• Presta atención a todo aquello que te causa dolor, que te hiere de verdad y no entiendes muy bien el porqué.áscara>

• Observa todo lo que juzgas o criticas exageradamente de otros.áscara>

• Sé consciente de tus actos impulsivos involuntarios que normalmente son dañinos para ti (por ejemplo: adicciones, apegos emocionales, etc.) áscara>

• Explora cuáles son las emociones ocultas que has ido reprimiendo a lo largo de tu vida. ¿Qué emoción te cuesta más expresar? ¿cuáles son las que niegas o escondes de ti? Si quieres dejar de sabotearte en tu camino hacia el éxito no te queda otro remedio que identificar e integrar todos aquellos aspectos y patrones inconscientes que has ido reprimiendo.áscara>

Luchamos para ser buenos y con esta actitud nos auto engañamos y reprimimos emociones que conforman la sombra. Esto nos hace repetir situaciones, dramas, experiencias dolorosas una y otra vez. Es como si algo o alguien conspirara contra nosotros. áscara>

Todos tenemos la necesidad de ser nosotros mismos con autenticidad; de vivir con una personalidad íntegra y completa. Es imposible vivir con plenitud sin integrar tu sombra. Integrar la sombra Integrar la sombra implica reconocer y trabajar ambos lados: aceptar las cualidades de las cuales no nos enorgullecemos y, por otro lado, reconocer aquellas cualidades que nos abren nuevas posibilidades de ser y que no sabíamos que teníamos. Integrar la propia sombra nos va a permitir convivir con nuestra luz y nuestra oscuridad.áscara>

Nos va a permitir ser lo que somos. El que podamos integrar nuestra sombra es una cuestión de amor y aceptación. ¿En qué medida aceptamos nuestros aspectos más desagradables? Si me acepto tal y como soy, acepto mi dualidad, acepto que en mí hay una parte de luz y una parte de sombra, porque esta es la naturaleza de los seres humanos, la dualidad es intrínseca a la condición humana, y debo aceptar que eso también forma parte de mí. áscara>

La ira, la envidia, la rabia, el resentimiento, la frustración, la impotencia, la tristeza, la pena, la inseguridad y todos los demás derivados del miedo son emociones humanas que existen en mí y en todos nosotros, de modo que las acepto como parte de mi naturaleza. áscara>

Acepta que en ti hay luces y sombras, o lo que vulgarmente se conoce como virtudes y defectos; no pasa nada, es algo inherente a la condición humana. En todos nosotros hay una parte de sombra y uno de nuestros problemas es que juzgamos esas sombras como malas y las reprimimos. Las escondemos, las guardamos a cal y canto, no queremos que nadie vea que eso existe en nosotros; pero, paradójicamente, cuando intentamos ser «buenos» y reprimimos nuestra sombra, esta nos come por dentro y sale a borbotones, continua tomando el control de nuestras vidas cuando bebemos, cuando llegamos a casa y estamos con la gente con la que tenemos confianza o cuando perdemos el control de nuestros actos. áscara>

Pretender que eso no está y no mirarlo solo lo alimenta. Aceptar que tengo un lado oscuro es el primer paso para integrarlo; integrarlo implica mirarlo, asumir que también forma parte de mí y dejarlo salir poquito a poco, aceptar su presencia y aceptar que no es malo en sí mismo, que eso está en mí y que a veces, cuando me pongo rabiosa, exigente o iracunda con alguien es mi sombra la que está actuando. Dejarla salir es una manera de darle luz. áscara>

Cuando identificamos que la sombra ha salido y que es la que nos ha movido a actuar así, de modo que cada vez vaya teniendo más luz al reconocerla como parte de mí y de ese modo ir trascendiéndolo. Y cuando integro todo lo que soy, me vuelvo más accesible, libre y auténtico.áscara>

Primero acéptate tal cual eres, deja de intentar cambiar, deja de intentar agradar a los demás, limítate a ser tú. Todos tenemos la necesidad de ser nosotros mismos con autenticidad; de vivir con una personalidad íntegra y completa. Es imposible vivir con plenitud sin integrar tu sombra. áscara>

En definitiva, conocer ese lado oscuro que todos tenemos es una gran revelación que te da la fuerza que necesitas para conseguir todo lo que te propongas. Y como decía Carl Rogers, “La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal cual soy, entonces puedo cambiar”.áscara>

Claves para integrar o trabajar la sombra áscara>

1ª Clave: Quien mira hacia afuera sueña, quien mira hacia adentro despierta. ¡Atrévete a mirar dentro de ti mism@! ¿Cuáles son tus Heridas más profundas? ¿Cómo puedes darles un sentido en positivo? ¿Qué capacidad innata están ocultando? ¿Sientes que hay algo... un miedo, una rabia, un dolor, que no sabes definir, pero que está ahí, cerca de ti, intimidándote o coartando tu libertad con su presencia? ¿Cómo podrías saber más sobre él? áscara>

Conviértete en un Observador de tu propia vida; observa cómo actúas en ella: ¿Sientes que te comportas de forma veraz y que obras desde la Autenticidad, o por el contrario, te impulsan tus Miedos, tu Rabia o tu Dolor… Cada día al despertar, ¿recuerdas los sueños que has tenido? ¿Son agradables o desagradables? ¿Se repite un motivo o argumento similar? áscara>

Habla con tu Niño o tu Niña Interior: ¿Es feliz o te mira con lágrimas en los ojos y/o rabia en su expresión? ¿Se abre ante ti y te recibe con los brazos abiertos o huye ante tu presencia? ¿Qué sentimientos te invaden cuando pronuncias u oyes que pronuncian tu nombre? ¿Orgullo y satisfacción? ¿Sentimiento de Realización? ¿O vergüenza, decepción y culpa? áscara>

En este último caso, ¿Cuál crees que son los motivos para sentirte así? Esta serie de preguntas que te he presentado buscan ayudarte a conocerte mejor a ti mism@. Pueden resultarte incómodas o dolorosas, pero es necesario que te las formules -y respondas- si realmente deseas comenzar a conocer a ese otro Yo que mantienes oculto y lejos de ti y de las personas que te rodean. áscara>

Esto es poner Luz en la Oscuridad, pues como enseñaba Carl Jung: A continuación, te hago una última pregunta, no menos importante que las anteriores: ¿Eres capaz de reírte con ganas de ti mism@? ¿Disfrutas con ello? ¿Lo haces con frecuencia? Como enseñó el mismo Jung, se sabe cuando una persona tiene una Sombra poderosa porque tiene poco -o ningún- sentido del humor... ¡Terrible! ¿No te parece? áscara>

2ª Clave: El Mundo es un Espejo, y nuestra Sombra siempre se refleja en él. De esta manera el Universo nos ayuda a hacer Consciente aquello que en principio es Inconsciente. Si estamos atentos a lo que sucede a nuestro alrededor, y sobre todo a cómo reaccionamos a ello. Lo cierto es que muchas veces no es fácil ni agradable mirar este espejo que nos refleja tanto lo bueno como lo malo de nosotros mismos.áscara>

Habitual -e inevitablemente- aquello que nos empeñamos en rechazar de nuestra personalidad se manifiesta en la forma de ser y en los actos de las personas con las que convivimos, y aún con aquellas otras que pasan por nuestra vida ocasionalmente, lo cual nos enoja muchísimo...áscara>

Esto es muy habitual en las relaciones con nuestra familia, y especialmente frecuente y doloroso en la convivencia de muchas parejas. Y aquello que con más esfuerzo intentamos ocultar del ojo de nuestra Consciencia es precisamente lo que las personas con las cuales interactuamos nos van a mostrar con más claridad, y en muchas ocasiones de la manera más cruda... En Psicología se conoce a este fenómeno como Mecanismo de Proyección, porque efectivamente proyectamos nuestros rasgos y actitudes no deseadas en las demás personas, y cuando las observamos las enjuiciamos con vehemencia, e incluso llegamos a comportarnos de manera agresiva frente a ellas.áscara>

La clave para saber cuándo estamos proyectando nuestra Sombra en los demás es el sentimiento: Cuando hay rabia, tristeza, miedo, o cualquier otro sentimiento que exprese rechazo nos está indicando sin lugar a dudas, que nuestra Sombra está presente en esa o esas personas; sin embargo ella o ellas solo están reflejando aquello que nos pertenece, como un trabajo interior pendiente de acometer, y que nosotros no queremos ver.áscara>

Siddharta Gautama “El Buda,” afirmó lo siguiente: "Si camino en compañía de dos personas, una de ellas virtuosa y la otra malvada, tomaré para mí las cualidades de la primera, mientras que me fijaré en los vicios de la segunda para corregirlos en mí mismo.” áscara>

Y Jesús El Cristo nos instó a “dejar de ver la paja en el ojo ajeno para ver la viga en el nuestro.” áscara>

Descubrir la proyección de nuestra Sombra en los demás es descubrirla a ella, y por tanto descubrirnos a nosotros mismos, lo cual precisa de una buena dosis de Amor y de Coraje. Recordemos que aquello que consideramos más negativo de nuestra personalidad también puede ser -y con frecuencia así es- lo más bello de nosotros mismos; ¡y no solamente eso! Aquellas cualidades que más admiramos en los demás están en nosotros de manera latente, y tenemos la posibilidad de despertarlas y hacerlas nuestras. Esta sería nuestra Sombra Luminosa, que es la más viva imagen de nuestro Poder. áscara>

3ª Clave: Lo que asumes te transforma, lo que niegas te esclaviza. Cuando asumimos nuestra Sombra estamos reconociendo y aceptando que estos aspectos y rasgos de nuestra Personalidad están ahí, para a continuación trabajar con ellos para darles una salida, un uso positivo. áscara>

Se trata de Transformar aquello que para nosotros es negativo para que se manifieste en nuestra forma de ser y de relacionarnos con el mundo de una manera positiva. El no hacerlo tienen consecuencias fatales e inevitables; en palabras del psicólogo Carl Jung: "Cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta, cuanto menos encarnada se halle en nuestra vida consciente. Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestra mejores intenciones.” áscara>

En la Física Cuántica, cuando se relaciona con la Psicología, se enseña que las emociones son una forma de energía, y que esta energía se puede manifestar en modo positivo (constructivo), o negativo (destructivo). Se trata de cambiar la Polaridad de la energía de – a +, y con ello se obtiene un cúmulo energético que podemos usar a nuestro favor; en cambio, si mantienes esa energía en tu Zona de Sombra, o sea, en tu Inconsciente Reprimido, no podrás disponer de ella a Voluntad y con Consciencia de cómo y para qué la estás utilizando; por el contrario, ella actuará según su propia naturaleza y se manifestará, generalmente de la peor de las maneras... áscara>

Vamos a poner un ejemplo: Si eres una persona que guarda rabia en su interior, bien por tu temperamento, bien como resultado de experiencias que para ti han sido frustrantes o te has sentido impotente, puedes hacer dos cosas con ella: Seguir guardándola dentro de ti y que se somatice en tu cuerpo en forma de enfermedades (Cáncer en órganos internos, ataques de vesícula, etc), o que explote un día, buscando salida por ella y la consecuencia sea que realices una acción de la que te arrepientas el resto de tu vida... áscara>

Pero también puedes asumir esa rabia no manifestada, comprendiendo su origen y utilizarla -en dosis adecuadas- para poner límites a las agresiones del mundo y utilizarla como combustible emocional para llevar a cabo acciones que requieran de gran esfuerzo y energía. Una rabia sublimada y convenientemente expresada, es decir, en el momento adecuado, en la dosis adecuada y con la persona adecuada, se traduce en un carácter firme, propio de una persona que se hace respetar.áscara>

En todo caso, podemos afirmar con total seguridad que la Rabia, al igual que cualquier otra emoción es indestructible. Tal y como se enseña en física elemental, de la misma manera que “la materia, ni se crea ni se destruye, solamente se transforma,” con las emociones sucede lo mismo, pues ambas -como ha sido comprobado en múltiples experimentos científicos- son en realidad la misma energía vibrando en niveles y frecuencias diferentes. áscara>

Recapitulando: áscara>

• La Energía (Emociones Negativas) reprimida ya no está disponible para nosotros.áscara>

• Transformando la Energía Negativa (Emociones Reprimidas) en Energía Positiva (Emociones Transformadoras) podemos crear nuevas experiencias.áscara>

• La Energía que rescatas de tu Lado Oscuro te permite llevar a cabo acciones extraordinarias con resultados igualmente extraordinarios. El psicólogo Carl Gustav Jung, padre del concepto de La Sombra, afirmó en una ocasión que prefería que la gente le considerara una persona completa a simplemente una buena persona...áscara>

Y todos somos así, personas con una faceta oscura y otra luminosa, como el propio Universo. Estos Opuestos tienen una razón de ser; te invito a responderte a estas dos preguntas:áscara>

¿Qué está equilibrando esta parte oscura y reprimida de mi Ser? áscara>

¿Qué me está dando, qué necesito, qué estoy dejando fuera de mi Consciencia? áscara>

Cuando encuentres las respuestas sabrás también porqué La Sombra es nuestra gran Maestra. Recuerda que estos Opuestos están buscando ser armonizados, y solo tú puedes hacerlo; cuando lo consigues vives en la Plenitud del Ser, y solamente desde esta plenitud interna puedes vivir una Vida Plena.áscara>

 

 

https://www.monicafuste.com/como-identificar-tu-sombra-para-dejar-de-sab... áscara>

EL TRASTORNO DEL VIDEOJUEGO

TRASTORNO DEL VIDEOJUEGO

Especialmente en esta época de alegría que supone la Navidad corremos también el riesgo de caer en el consumismo y el exceso de tecnología. Traemos este artículo que nos parece interesante sobre el abuso y consecuente Adicción a la tecnología.

Las nuevas generaciones son digitales, pero esta cualidad que ‘a priori’ está cargada de connotaciones positivas, también esconde algunos peligros relacionados con el abuso de la tecnología a edades muy tempranas. Hoy en día, es fácil encontrarse a un menor pegado a un teléfono móvil o a una tableta en un restaurante, en el autobús o, incluso, en algún patio del colegio.

Pero este hecho puede determinar un problema de salud que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha incluido como trastorno psíquico. Se denomina ‘trastorno del videojuego’, y la OMS lo ha enclavado en su última edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), en julio de este año, en la sección de trastornos de adicción.

Se refiere a las consecuencias adictivas en el comportamiento que tienen las nuevas tecnologías en las personas y que se han convertido en una realidad clínica que debe ser tratada como cualquier otra adicción.

En esta clasificación no se especifica que este trastorno se produzca solo en menores de edad, pero tampoco los excluye. Lo que sí es una realidad es que, cada vez más, llegan más niños y adolescentes a las consultas de los facultativos porque los videojuegos han desestructurado su vida, hasta el punto de desatender sus obligaciones, y sufrir alteraciones en sus hábitos de comida y sueño.

El 75% de niños de 12 años tiene móvil Vivimos en una sociedad hiperconectada, tanto adultos como jóvenes o niños utilizan, casi a diario, un dispositivo tecnológico en su vida diaria. Pero cuando ese uso deja de ser responsable, tiene consecuencias negativas.

Con los datos en la mano, el 25% de los niños de 10 años tienen móvil, un porcentaje que asciende al 75% cuando hablamos de los 12 años, según los datos de la última ‘Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares’ del Instituto Nacional de Estadística (INE); y nueve de cada 10 adolescentes a partir de 14 años.

Por otro lado, en tres de cada 10 hogares españoles, los niños (la mayoría entre 7 y 12 años) utilizan tabletas; y el tipo de aplicaciones más descargadas en estos dispositivos son juegos (65%) y redes sociales (60%). Un estudio de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), además, sustenta que uno de cada tres niños pasa una media de tres horas diarias conectado a internet.

Estos datos no deben ser alarmantes si van acompañados de una educación tecnológica suficiente y responsable, y van a depender de las circunstancias de cada niño y sus necesidades. Los expertos coinciden en afirmar que el problema viene al dejar a los niños delante de la tecnología sin ningún control ni acompañamiento en su inmersión en el mundo digital.

Cómo detectar la adicción del niño a la tecnología

¿Cómo saber cuándo un niño pasa de utilizar la tecnología a tener una adicción?

Es decir, si hace un uso incontrolado que interfiere gravemente en su vida diaria. Algunos signos de alerta son similares a los que se producen con otras adicciones:

• Obsesión por estar conectado de forma ininterrumpida y responder los mensajes de forma inmediata;

• dependencia física o psíquica que se demuestra con estados anímicos fuera de lo habitual -depresión, nerviosismo, ansiedad, enfado…- cuando no está ‘conectado’;

• falta de control sobre el tiempo de uso de la tecnología;

• desatención de las obligaciones como estudiar o hacer tareas en casa;

• y anteposición del mundo digital a las relaciones personales.

La sobreexposición a las pantallas, ya sean de televisión, ordenadores o móviles han demostrado, en diversos estudios científicos, que conllevan ciertas consecuencias asociadas a la salud, tal como recoge en su blog, Neuronas en Crecimiento, la neuropediatra María José Mas.

Entre ellas destacan las dificultades de atención, el fracaso escolar, el sobrepeso y la obesidad, los trastornos del sueño y la alimentación, la ansiedad y la depresión. Son problemas de salud que hay que tratar abordando también la adicción como causa de origen de dichas patologías.

En lo que la mayoría de los expertos coinciden es en que la mejor manera de evitar este tipo de adicción no es prohibir su uso, sino que pasa por la prevención. Estar al tanto de sus pautas de conductas tecnológicas y asegurarse de que hay un equilibrio entre la vida digital y la que viven fuera de la tecnología, son claves para evitar la adicción a las tecnologías en los niños.

Por otro lado, un modelo de comportamiento adecuado de los adultos con los que convive el menor también es esencial, dado que los adultos, a veces, no sabemos gestionar el tiempo delante de las pantallas; y habida cuenta de que los niños aprenden por imitación.

 

 

Fuente: https://www.apoyatusalud.com/ninos-adictos-tecnologia/

LA ANSIEDAD INFANTIL

En un mundo de prisas y competencias donde no nos paramos a reflexionar y lo que es peor a sentir, a sentirnos y sentir a los demás, la ansiedad emerge de forma un tanto preocupante. Nuestros niños y adolescentes, que es la población que nos ocupa, adolecen cada vez más de este problema, el cual afecta a toda la familia de alguna manera.

Es por ello que dedicamos esta entrada del blog a la ansiedad.

¿Qué son los trastornos de ansiedad?

Los trastornos de ansiedad causan preocupaciones y miedos exagerados, y también cambios en el comportamiento del niño, así como en sus patrones de sueño, alimentación y/o estado de ánimo.

¿Cuáles son los tipos de trastornos de ansiedad?

Los niños y los adolescentes pueden tener varios tipos distintos de trastornos de ansiedad, como los siguientes: - Trastorno de ansiedad generalizada.

Este trastorno hace que los niños se preocupen casi cada día por muchas cosas diferentes. A los niños con un trastorno de ansiedad generalizada les preocupan cosas que les preocupan a la mayoría de los niños, como los deberes, los exámenes y cometer errores. Pero se preocupan más y más a menudo por este tipo de cosas. Los niños con este trastorno también se preocupan por cosas cuyos padres pueden no considerar que sean motivo de preocupación. Por ejemplo, les puede preocupar la hora del recreo o la del almuerzo, las fiestas de cumpleaños, quedarse a jugar con sus amigos o el trayecto en autobús hacia su escuela. A los niños con un trastorno de ansiedad generalizada también les puede preocupar la guerra, el clima o el futuro. Y, en lo que respecta a sus seres queridos, les puede preocupar su seguridad, que enfermen o que se hagan daño. Tener este trastorno puede hacer que a los niños les cueste centrarse en la escuela.

Debido al trastorno de ansiedad generalizada casi siempre hay una preocupación en la mente del niño. El trastorno de ansiedad generalizada también dificulta que los niños se relajen y se diviertan, que coman bien y que concilien el sueño por la noche.

Sus preocupaciones pueden hacer que se encuentren mal, que estén cansados o muy asustados, lo que les puede hacer perder días de clase. Muchos niños con este trastorno se guardan sus preocupaciones para sí mismos. Hay otros que expresan sus preocupaciones a un padre o un profesor. Es posible que les pregunten una y otra vez si algo que les preocupa va a ocurrir. Pero les cuesta mucho tranquilizarse y encontrarse bien, por mucho que los intenten tranquilizar sus padres.

- Trastorno de ansiedad por separación.

Es normal que los bebés y los niños muy pequeños se pongan nerviosos y ansiosos las primeras veces que se separan de sus padres. Pero, al cabo de muy poco tiempo, se acostumbrarán a quedarse con un abuelo, una persona a cargo de su cuidado o un maestro. Y se empezarán a encontrar como si estuvieran en casa cuando estén en la guardería o en la escuela. Pero, cuando los niños no superan con la edad este miedo a estar separados de sus padres, esto se conoce como trastorno de ansiedad por separación. Incluso cuando se hacen mayores, los niños con este trastorno se ponen muy ansiosos cuando se tienen que separar de sus padres o tienen que salir de casa. Pueden perder muchos días de clase.

Pueden decir que se encuentran demasiado mal o muy alterados para ir a la escuela. Se pueden aferrar a sus padres, llorar o negarse a ir a clase, a fiestas de pijamas, a quedarse a jugar con sus amigos o a hacer otras actividades sin sus padres. En su casa, pueden tener dificultades para conciliar el sueño o para dormir estando solos. Pueden evitar estar en una habitación de la casa si saben que su padreo o su madre no está cerca.

- Fobia social (trastorno de ansiedad social). En la fobia social, los niños tienen mucho miedo de lo que puedan pensar o decir los demás. Siempre temen poder hacer o decir algo que les avergüence. Les preocupa que puedan parecer raros o que puedan decir cosas inadecuadas. No les gusta nada ser el centro de atención. No quieren que los demás se fijen en ellos, por lo que pueden evitar levantar la mano cuando están en clase. Si el profesor les pregunta en clase, se pueden quedar congelados de lo nerviosos que están y no poder contestar. A un niño con fobia social, una presentación en clase o una actividad de grupo con compañeros de clase le puede provocar un miedo extremo.

La fobia social puede hacer que niños o adolescentes eviten ir a la escuela o ver a sus amigos. Se pueden encontrar mal o muy cansados antes de ir a la escuela o mientras están en la escuela. También se pueden quejar de sensaciones corporales que acompañan a la ansiedad.

Por ejemplo, pueden notar que se les acelera el corazón o que les falta la respiración. Pueden estar tan nerviosos e inquietos que no pueden estarse quietos. Pueden notar que la cara se le pone caliente o se les ruboriza. Y se pueden notar inestables o mareados.

- Mutismo selectivo.

Esta forma extrema de fobia social hace que los niños estén tan asustados que dejan de hablar. Los niños y los adolescentes con mutismo selectivo pueden hablar. Y hablan cuando están en casa o con sus mejores amigos. Pero se niegan a hablar en la escuela, con otros amigos o en otros lugares donde sienten ese miedo.

- Fobia específica.

Es normal que a un niño pequeño le asuste la oscuridad, los monstruos, los animales de gran tamaño o los ruidos fuertes, como los de los truenos o los fuegos artificiales. La mayoría de las veces, cuando un niño tiene miedo, los adultos lo pueden ayudar a sentirte seguro y tranquilo. Pero una fobia es un miedo más intenso, más extremo y más duradero a una cosa específica.

En una fobia, el niño siente terror ante la cosa temida y trata de evitarla. Si está cerca de lo que teme, se siente aterrado y resulta muy difícil consolarlo y tranquilizarlo. Con una fobia específica, los niños pueden tener un miedo extremo a cosas como los animales en general, las arañas, las agujas o las inyecciones, la sangre, vomitar, los truenos, la gente disfrazada o la oscuridad. Las fobias específicas hacen que los niños eviten ir a lugares donde creen que se pueden encontrar con lo que temen.

Por ejemplo, un niño con fobia a los perros puede no querer ir a la casa de un amigo suyo, un parque o una fiesta porque teme encontrase perros en esos lugares.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la ansiedad?

Un padre o un maestro pueden detectar signos de que un niño o un adolescente están ansiosos. Por ejemplo, un niño se puede aferrar a sus padres a la hora de ir a la escuela, llorar y acabar perdiendo clases. Puede actuar como si estuviera asustado o muy alterado, o negarse a hablar o a hacer cosas.

Los niños y los adolescentes con ansiedad también pueden tener síntomas que los demás no pueden ver. Pueden estar asustados, preocupados o nerviosos. La ansiedad también puede afectar a su cuerpo. Se pueden sentir inestables, inquietos, agitados o faltarles la respiración. Pueden notar mariposas (o nervios) en el estómago, tener la cara caliente, las manos húmedas y pegajosas, la boca seca y el corazón acelerado.

Estos síntomas físicos de ansiedad son la consecuencia de la respuesta de "lucha o huida". Se trata de la respuesta normal del cuerpo ante el peligro. Esta respuesta desencadena la liberación de sustancia químicas naturales en el organismo. Estas sustancias químicas nos preparan para afrontar un peligro real. Afectan a la frecuencia cardíaca, la respiración, los músculos, los nervios y la digestión.

Se trata de una respuesta cuyo objetivo consiste en protegernos del peligro. Pero en los trastornos de ansiedad, la respuesta de "lucha o huida" es excesiva. Porque ocurre cuando no hay ningún peligro real.

¿Cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad?

Hay varias cosas que pueden desempeñar un papel en las reacciones extremas de "lucha o huida" que ocurren en los trastornos de ansiedad. Entre ellas, se incluyen las siguientes:

La genética. Un niño que tenga un miembro de la familia con un trastorno de ansiedad es más proclive a padecerlo también. Los niños pueden heredar genes que los hacen más proclives a la ansiedad.

La química cerebral. Los genes ayudan a dirigir la forma de funcionar de las sustancias químicas que hay en el cerebro (llamadas neurotransmisores).

La escasez de ciertas sustancias químicas específicas o que esas sustancias no funcionen bien puede causar ansiedad.

Las situaciones de la vida. Las situaciones que ocurren en la vida de un niño pueden ser estresantes y difíciles de afrontar.

La pérdida, una enfermedad grave, o la muerte de un ser querido, la violencia o los malos tratos pueden hacer que algunos niños se vuelvan ansiosos.

Conductas aprendidas. Crecer en una familia donde otros parientes tienen miedos y ansiedades también puede "enseñar" a un niño a tener miedo.

¿Cómo se diagnostican los trastornos de ansiedad?

Los trastornos de ansiedad solo los puede diagnosticar un terapeuta formado y con experiencia. El terapeuta hablará con usted y con su hijo, les hará preguntas y los escuchará atentamente. El terapeuta le preguntará sobre cuándo la ansiedad y los miedos de su hijo ocurren con más frecuencia. Esto le ayudará a diagnosticar el trastorno de ansiedad específico que tenga su hijo. Un niño con síntomas de ansiedad también se debe someter a revisiones médicas con regularidad.

Esto ayuda a descartar que otros problemas de salud estén causando los síntomas.

¿Cómo se tratan los trastornos de ansiedad?

La mayoría de las veces, los trastornos de ansiedad se tratan con terapia cognitivo-conductual. Este tipo de terapia ayuda a las familias y sus hijos en edad infantil o adolescentes a aprender a gestionar las preocupaciones, los miedos y la ansiedad.

Este tipo de terapia enseña a los niños que lo que piensan y lo que hacen afectan a cómo se sienten. Los niños aprenden que, cuando evitan lo que temen, solo están reforzando o afianzando sus miedos. Aprenden que, cuando le plantan cara a un miedo, ese miedo se debilita y acaba por desaparecer.

En la terapia:

• Los padres aprenden la mejor forma de responder cuando sus hijos están ansiosos. Aprenden cómo ayudar a sus hijos a afrontar sus miedos.

• Los niños aprenden habilidades y estrategias para poder afrontar sus miedos y preocuparse menos. Los terapeutas ayudan a los niños a poner en práctica esas habilidades, y los apoyan y elogian cuando lo intentan. Con el tiempo, los niños aprenden a afrontar sus miedos y a encontrase mejor. Aprenden a habituarse a situaciones que antes temían. Se sienten orgullosos de lo que han aprendido.

Y, sin tantas preocupaciones, se pueden centrar en otras cosas, como la escuela, las actividades y la diversión. A veces, también se usan medicamentos para ayudar a tratar la ansiedad.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?

Si a su hijo le diagnostican un trastorno de ansiedad, aquí tiene algunas formas de ayudarlo:

• Encuentre un terapeuta con formación y experiencia, y lleve a su hijo a todas las visitas de terapia.

• Hable a menudo con el terapeuta de su hijo, y pregúntele sobre la mejor forma en que puede ayudar a su hijo. • Ayude a su hijo a afrontar sus miedos. Pregúntele al terapeuta cómo puede ayudar a su hijo a poner en práctica lo que aprende en la terapia en su casa. Elogie a su hijo cuando se esfuerce en afrontar sus miedos y preocupaciones.

• Ayúdelo a hablar sobre sus sentimientos. Escúchelo y hágale saber que lo entiende, lo quiere y lo acepta. El hecho de tener una relación positiva y afectuosa con usted ayudará a su hijo a mejorar en sus puntos fuertes.

• Anime a su hijo a avanzar dando pequeños pasos. No permita que su hijo tire la toalla o evite lo que teme. Ayude a su hijo a avanzar dando pequeños y positivos pasos hacia adelante.

• Tenga paciencia. Que la terapia funcione y que su hijo se encuentre mejor en un proceso que requiere tiempo.

 

FUENTE: https://kidshealth.org/es/parents/anxiety-disorders-esp.html

EDUCACIÓN EN VALORES, CONVIVENCIA POSITIVA EN EL AULA

¿Qué son valores?

Los valores son los principios y criterios que determinan las preferencias y actitudes de las personas. Los valores establecen en una sociedad concreta, y también para un grupo social o una persona, aquello que es deseable o no. Dicho de otro modo, los valores expresan las situaciones individuales y colectivas deseables para satisfacer las necesidades humanas. En consecuencia, diferentes valores se expresan en diferentes estilos de vida o pautas de comportamiento practicadas por grupos sociales. Los valores pueden clasificarse de diversos modos en función del “objeto” al que se refieren (cognitivos, estéticos, afectivos,…), pero una clasificación referida al sujeto resulta más conforme al desarrollo moral de las personas y ofrece más posibilidades educativas. De este modo hablaríamos de valores individuales (referidos al cuidado del cuerpo, a los aspectos emocionales y cognitivos individuales) como la higiene, la belleza, o la amistad, valores sociales (referidos a las relaciones con los otros) como el respeto, la tolerancia, o la solidaridad, y por último valores morales o éticos (libertad, justicia, igualdad,…). Los valores individuales y sociales tienen un carácter instrumental (modos de pensar o actuar que permiten vivir en sociedad) respecto de los valores éticos que suponen elaborar un sistema propio de preferencias morales que permiten el razonamiento y el juicio moral. A la hora de plantearnos la educación en valores en los centros educativos conviene distinguir la existencia de principios morales de validez universal (respeto, dignidad humana, igualdad, solidaridad,…) que son recogidos en las declaraciones de derechos humanos, constituciones y el propio currículum escolar, de otros valores, no necesariamente compartidos, que representan opciones personales legítimas y respetables relacionadas con los modos de vida, la moral sexual, etc. Educativamente hemos de considerar que los valores no se pueden observar directamente, pero se traducen en actitudes y éstas en normas y hábitos o patrones de conducta: el valor justicia nos impulsa a criticar y actuar en contra de las situaciones que creemos injustas, o el de tolerancia a respetar las diferencias que se manifiestan en otras personas. Aunque no siempre, como veremos, se actúe de modo coherente con nuestros principios morales.

¿Cómo se aprenden valores?

Los valores son construcciones sociales dinámicas que evolucionan y que se transmiten y asimilan por aprendizaje social. El papel del sistema educativo en la transmisión de valores es fundamental para la preservación de la cultura de una sociedad. Desde esta perspectiva la educación en valores formaría parte de la socialización como proceso normativo que consigue que los miembros de una colectividad aprendan los modelos culturales de su sociedad, los asimilen y los conviertan en sus propias reglas personales de vida. Siendo necesario integrar a los miembros de una sociedad por medio de valores, normas y pautas de comportamiento comunes, la educación en valores no debe convertirse en adoctrinamiento. Una educación integral debe aspirar a que los alumnos construyan su propio sistema valorativo en interacción con los iguales y los educadores, desde el diálogo y el respeto al otro. En este sentido, más que hablar de educación en valores deberíamos hablar de educación moral. Su objetivo es propiciar el desarrollo del razonamiento moral de los alumnos a partir del análisis de las situaciones personales y sociales (conflictos y dilemas morales). En definitiva, se ha de conjugar la socialización con el desarrollo moral del niño: precisamos de una educación que permita al alumno integrarse en una sociedad a partir de la aceptación de una serie de valores mayoritarios como marco ético individual y colectivo, pero también se ha de propiciar el desarrollo de su propio sistema de valores manteniendo las posibilidades de transformar y mejorar esa sociedad.

Desarrollo moral y educación en valores

Para poder entender cómo se aprenden los valores y se produce el desarrollo moral proponemos una explicación evolutiva, interactiva y ecológica, complementaria de la que en su momento propusimos para la mejora de la convivencia.

a) Aspectos cognitivo-evolutivos del desarrollo moral

Desde el punto de vista de la psicología evolutiva y cognitiva el aprendizaje de valores se relaciona con el progresivo desarrollo del juicio o razonamiento moral que permite la construcción de principios morales propios.

En este proceso el individuo pasa por diferentes etapas de desarrollo moral vinculadas a su desarrollo psicológico global que, a grandes rasgos, pueden dividirse en tres grandes niveles o periodos:

- El nivel pre convencional (4-10 años): es un nivel inicial en el cual las normas son una realidad externa que se respetan sólo atendiendo las consecuencias (premio, castigo) o el poder de quienes las establecen (padres, profesores,…). El niño no ha entendido aún que las normas sociales son convenciones para un buen funcionamiento de la sociedad. Se tiene una moral heterónoma, impuesta por otros, y el individuo busca satisfacer intereses propios.

- El nivel convencional (10-13 años): en este nivel, el individuo se mueve por la aprobación social de otros. Se quiere responder favorablemente a las expectativas que los otros tienen de uno. Más allá de la conveniencia individual se identifica como bueno o malo aquello que el grupo o la sociedad así considera. Se tienen en cuenta los intereses y expectativas de los demás y se busca la reciprocidad de la norma. La moral autónoma surge de la relación con los iguales y está basada en la igualdad: la necesidad y la conveniencia del respeto mutuo y la igualdad en el trato.

- El nivel pos convencional (a partir de los 13 años): es el nivel de comprensión y aceptación de los principios morales universales que inspiran las normas y son válidos para todas las personas. De hecho, los principios morales son más importantes que las normas. Se alcanza así la autonomía moral en base a un propio sistema de valores.

Según Kohlberg (1992) la maduración biológica y el aprendizaje permiten el desarrollo del pensamiento lógico y la habilidad para tomar decisiones. Esto propicia la evolución moral pasando de modo progresivo e irreversible a los periodos más avanzados (el autor define seis estadios considerando que no todo el mundo alcanza los últimos periodos de mayor madurez moral).

b) Desarrollo moral desde la perspectiva ecológica.

Desde una perspectiva ecológica lo importante para el desarrollo moral es la influencia de los diferentes contextos culturales en que se mueve el individuo: ambiente familiar, escolar y social. La interacción del individuo en estos contextos de desarrollo o “niveles ecológicos” viviendo diferentes situaciones, adoptando distintos roles, respetando e interiorizando normas, resolviendo situaciones conflictivas y dilemas morales, es la que propicia la interiorización de valores y el desarrollo moral. Los contextos de desarrollo cercanos o microsistemas como la familia y la escuela, son los que más dilemas o conflictos éticos suscitan frente a otras problemáticas más lejanas (Cortés, 2003).

En todo caso no hemos de menospreciar el valor socializador y educador de otros contextos (como la influencia de los medios de comunicación), ni renunciar a buscar la necesaria coherencia y consistencia entre los diferentes micro y macro sistemas. Dicho de otro modo, los valores que la escuela y las familias se esfuerzan por inculcar no deben ser contradictorios, ni verse debilitado por valores contrarios presentes en otros ámbitos de la sociedad.

c) Desarrollo moral y aspectos afectivo-emocionales. Hacer un análisis del desarrollo moral sólo desde la dimensión cognitiva es algo limitado. Los pensamientos y los valores se refieren a conductas, pero también a aspectos afectivos y relacionales: el componente emocional es decisivo para el aprendizaje, interiorización y puesta en práctica de conductas, normas, actitudes y valores.

En realidad, los juicios morales de los niños están ligados a la comprensión de las emociones. La empatía (el saber ponerse en el lugar del otro) tiene un carácter afectivo además de cognitivo que es fundamental para el desarrollo moral, de modo que si un niño no es capaz de comprender que un compañero está triste y ser sensible a esa tristeza, tampoco podrá interpretar si lo que ha causado esa tristeza es correcto o no. Otros aspectos como el desarrollo de la autoestima o la auto-regulación emocional son fundamentales para favorecer la conducta pro social y su regulación moral.

Los aspectos afectivos y contextuales se ponen de manifiesto a la hora de explicar la consistencia moral: la diferencia existente entre el razonamiento moral y la acción moral. Poseer un juicio moral avanzado no significa que nuestras acciones sean morales (Cortés, 2002), o dicho de otro modo: se puede ser inconsistente entre lo que lo que se piensa que está bien y lo que luego se hace.

La explicación hay que buscarla en la situación concreta y cómo influyen a la hora de tomar una decisión de carácter moral las emociones (lo que siento hacia una persona, lo que me vincula a un grupo o persona en ese momento) y las habilidades que se ponen en juego (comunicación, autorregulación de la conducta y las emociones, etc.).

Por esta razón podemos concluir que la conducta moral tiene un carácter contextual, emocional e interactivo: depende de factores situacionales, de sistemas de relaciones establecidos, de vivencias anteriores, afectos y sentimientos. Así pues, las conductas y habilidades dirigidas a mejorar la comunicación, el respeto y la comprensión del otro, la resolución pacífica de conflictos, el autocontrol conductual y emocional, son imprescindibles herramientas para conseguir la consistencia moral: llevar a la práctica los juicios morales. Por esta razón muchas propuestas de educación en valores integran aspectos relacionados con las habilidades sociales y la educación emocional.

La interiorización de valores y el desarrollo del juicio moral en el contexto educativo Teniendo en cuenta lo expuesto podemos concluir que el alumno interioriza actitudes y valores según su madurez moral (etapa de desarrollo en la que se encuentra) y los procesos de aprendizaje que realiza en la familia, escuela y otros contextos de relación. La mayor o menor influencia educadora de estos contextos, así como la puesta en práctica de los valores mediante conductas concretas, viene modulada por la vinculación afectiva que el sujeto establece con el contexto de relación (familia, aula, centro, grupo de iguales, comunidad,…) y por la coherencia educativa que existe entre esos sistemas de relación. Las estrategias que permiten el desarrollo moral se basan fundamentalmente en discutir y juzgar moralmente situaciones, pero no se ha de olvidar que en toda educación escolar, y en especial en los primeros niveles, los niños deben aprender modelos básicos de conducta que les hagan socialmente competentes, algo básico para poder desarrollarse desde el punto de vista moral. En este sentido no se debe renunciar a una socialización escolar legítima que concrete en normas de comportamiento y hábitos de conducta los valores.

Por otra parte, el centro escolar, como contexto de relación intencionalmente educativo, debería proporcionar un adecuado clima afectivo y un entorno de relación seguro que permita a los alumnos desarrollar su dimensión moral tanto en los aspectos cognitivos como socio afectivos. Con este propósito apuesta por una “red de escuelas democráticas”, es decir, comprometidas con la innovación democrática del currículum y de la organización de los centros.

¿Cómo educar en valores en el centro escolar?

Una propuesta vinculada la mejora de la convivencia y la calidad de la educación Es evidente que existe una relación bidireccional entre educación en valores y educación para la convivencia. La conducta y el juicio moral se construyen en el individuo a partir de sus relaciones sociales, en su trato con el próximo y el prójimo, aprendiendo a ser tolerante y a ponerse en el lugar del otro (Bonilla, 2005), lo que favorece, a su vez, una adecuada convivencia. Por tanto, no podemos tomar la educación en valores como un instrumento, esta vez, para mejorar la convivencia escolar. Es necesario diferenciar un componente inherente a la educación como es la formación integral de la persona, del logro de objetivos concretos vinculados a otros muchos factores, como ocurre en el caso de la mejora de la convivencia escolar.

Una propuesta coherente de educación en valores supone tener un proyecto educativo (en un sentido amplio del término) común en el centro donde esté bien definida la apuesta por una educación de calidad, es decir, por una educación atenta al desarrollo integral de todos los alumnos y a proporcionar el mejor clima de convivencia posible en la institución. En nuestro planteamiento de mejora de la convivencia escolar a través de planes de centro (Ballester y Calvo, 2007) consideramos un elemento básico la educación en valores para la convivencia, pero vinculada de modo coherente a otras finalidades y actuaciones.

Desde nuestra perspectiva la educación en valores tiene una importancia fundamental en la mejora de la convivencia y en la consecución de una educación de calidad. Pero lo que más nos preocupa es que se pueda desarrollar una acción educativa coherente e integrada sin sobrecargarla de aspectos artificialmente añadidos. Por ese motivo pensamos que hay que clarificar cómo están presentes los valores en los procesos educativos escolares y buscar el modo de educar en consonancia con los mismos con el fin de favorecer el desarrollo moral de cada alumno.

El aprendizaje cooperativo entendido como cooperar para aprender, y, a su vez, aprender a cooperar contribuye a desarrollar la capacidad para el diálogo, para vivir en comunidad y para comportarse de forma solidaria.

Desarrollo de temas transversales Se trata de la planificación y desarrollo de unidades didácticas que contemplen expresamente la educación en determinados valores. Este desarrollo de los llamados temas transversales se puede realizar desde varias perspectivas:

- Integrar en determinadas unidades didácticas ciertas actitudes y valores como contenidos actitudinales. Por ejemplo, en la unidad didáctica sobre la “energía” incluimos actividades para trabajar los problemas ambientales ligados a las distintas fuentes de energía.

- Elaborar una unidad didáctica específica sobre algún aspecto “transversal” incluido en los contenidos de algún área de conocimientos. Por ejemplo en Geografía e Historia diseñar una unidad sobre “Los conflictos en el mundo de hoy” o en Conocimiento del Medio una unidad sobre “Hábitos saludables de higiene y alimentación”.

- Elaborar unidades didácticas de modo global o interdisciplinar en torno a un valor o tema transversal. Por ejemplo realizar una unidad didáctica sobre la contaminación que incluya contenidos de diferentes materias. Técnicas específicas para su empleo en la acción tutorial o programas específicos.

Una condición previa para favorecer el desarrollo social y moral de los alumnos desde el conjunto de la acción tutorial es procurar la motivación y autoestima del alumno: adecuar las oportunidades de aprendizaje, mejorar su auto concepto, proporcionar una orientación personal, incluso un modelo de comunicación y relación. La preocupación por el alumno, la empatía que percibe en el profesor, favorece la vinculación al centro, al grupo y a las propuestas de aprendizaje (incluidas las de tipo moral).

Dicho esto también es necesario contar con técnicas y estrategias a la hora de planificar pedagógicamente la interiorización de valores y el desarrollo del juicio moral. Técnicas propias de una educación en valores entendida como socialización. Desde una perspectiva de socialización, cuando los niños son pequeños no tienen razones morales que justifiquen su comportamiento ni los valores que los mueven, por lo que es necesario inculcarles una serie de valores sociales básicos para la convivencia y su desarrollo como personas.

• Enseñanza de habilidades sociales e instrucción directa: mediante comunicación directa, modelado y refuerzo positivo de determinadas conductas se le señala al alumno lo que está bien o mal. Es deseable que se determinen 18 los hábitos de conducta y las habilidades sociales que hay que desarrollar en cada momento (por ciclos o niveles).

• Modelado: el profesor como modelo intencional de referencia en la interacción profesor-alumno. El alumno debe tener un modelo adecuado de relación que demuestre lo importante que es el respeto, la responsabilidad y la coherencia moral.

• Dramatización: las actividades deben presentar modelos deseables de conducta. A tal efecto deben ser dirigidas por el profesor para asegurar la valoración adecuada de comportamientos y actitudes. Técnicas para el desarrollo de una moral autónoma: Son un conjunto de actividades que permiten que los valores sean construidos activamente por el sujeto, fundamentalmente a partir de la interacción con los iguales.

• Discusión de dilemas morales: se trata de un texto breve que presenta una situación moralmente conflictiva (habitualmente con dos posibles respuestas) de manera que el alumno tenga que elegir entre unos valores que entran en conflicto emitiendo un juicio personal. Los dilemas morales pueden derivarse del contexto cercano de los alumnos (su relaciones con compañeros y amigos, los conflictos en la escuela y la familia) o de contextos sociales más amplios (nuestra sociedad, otros países,…), del mismo modo pueden ser hipotéticos o reales.

Veamos un ejemplo: “En la clase se ha roto el cristal de una ventana, como consecuencia de la mala conducta de un alumno. El profesor pregunta quién ha sido, diciendo que si el culpable no aparece toda la clase tendrá que pagar su reparación, además de sufrir otros castigos. Un grupo de alumnos saben quién es el responsable, pero deciden no decir nada, porque el alumno causante del problema es amigo de ellos, y no quieren ser acusados de "chivatos" ni "traidores". Además, quieren evitarse los problemas y molestias que les causaría su confesión. En consecuencia, toda la clase es castigada. ¿Ves correcta la conducta de esos alumnos? ¿Tú qué harías en un caso similar?

• Clarificación de valores: se trata de que los alumnos definan, clarifiquen sus valores, actitudes y opiniones tras una reflexión motivada por el profesor a través de preguntas, textos y diversas actividades. En esta técnica el profesor se muestra neutral ante los planteamientos de los alumnos siendo un “facilitador” del proceso y no director del mismo.

Esto le ha valido numerosas críticas, pues tiende a propiciar el relativismo moral no pudiendo aspirar a tener valores comunes ya que éstos tienen un carácter individual no social. Una actividad que ejemplifica los procedimientos de clarificación de valores podría ser la siguiente:

Dividida la clase en grupos de tres o cuatro alumnos se les entrega una “lista de bienes” que pueden adquirir hipotéticamente a partir de una cantidad de dinero que se proporciona fotocopiada: 20 vales por valor de 100 euros cada uno. Se trata de que el grupo decida cómo va a gastar su dinero y posteriormente explique, en una puesta en común, los criterios que le han llevado a hacer sus compras.

En la “lista de bienes” se incluyen bienes materiales (por ejemplo, poder llenar el carrito en unos grandes almacenes por 200 euros) y sobre todo 19 inmateriales (unas notas magníficas por 400 euros, unas vacaciones para sus padres por 300 euros, arreglar la contaminación del país 500 euros, etc.).

• Comprensión crítica: análisis y discusión de textos (informaciones de prensa, pequeñas historias) cuentos, documentos audiovisuales y películas donde se reflejan actitudes y valores ante los que posicionarse. Se pueden ver ejemplos de cómo trabajar valores con el cine en: http://www.edualter.org/material/pau/paz.htm

• Juego de roles o simulación: los alumnos participan en un juego estructurado previamente en el que asumen roles que no son los suyos en la vida real. Se ven impelidos a tomar decisiones en función de cómo perciben la “realidad” en que el juego los sitúa, para después (una vez acabado el juego) reflexionar sobre sus actitudes y las de los demás. Para desarrollar un juego de rol se debe preparar un breve texto de presentación de la situación, así como una serie de tarjetas donde se describe cómo debe actuar cada personaje.

Por ejemplo, podemos representar la situación de un alumno que comenta sus malas notas con su familia, y donde el alumno, el padre, la madre y un hermano adoptan distintos roles respectivamente: no responsabilizarse y echar la culpa a otros, acusar y reñir de modo agresivo, lamentarse y auto inculparse por no haber tomado medidas, y meter “cizaña”. Juegos y materiales didácticos que siguen esta dinámica pueden encontrarse entre las publicaciones de diferentes asociaciones no gubernamentales preocupadas por la educación para el desarrollo y la paz (ver apartado de recursos web).

• Voluntariado: se trata de poner en marcha programas y actuaciones de ayuda entre iguales, tutorización, mediación etc., que permitan al alumno vivir valores como la solidaridad, el respeto o la resolución no violenta de conflictos. Puede ocurrir que, en ocasiones, el voluntariado sea inducido (Trianes y García Correa, 2002) para que determinados alumnos tengan la oportunidad de experimentar los comportamientos altruistas y verse a sí mismos como personas con valores positivos que ayudan a otras. Una propuesta interesante es la del “alumno ayudante” (Fernández, Villaoslada y Funes, 2002) que ya ha sido experimentado en numerosos centros. Referimos a continuación las funciones del alumno ayudante tal y como las recoge una experiencia del I.E.S. “Madrid Sur” con alumnos de la E.S.O. (López Torrellas, 2007):

¿Qué son los alumnos ayudantes? Son alumnos ayudan a resolver los conflictos que surgen en las clases. Funciones: Aunque ésta es su función esencial colaboran en múltiples facetas relacionadas con la convivencia como: • Informar a los compañeros sobre su posible ayuda o la del equipo.

• Acoger a los alumnos recién llegados o a aquellos que se encuentren solos o son rechazados.

• Escuchar a los compañeros en sus versiones de los conflictos e inquietudes. No aconsejar ni criticar.

• Detectar posibles conflictos.

• Derivar aquellos casos en los que no sepan actuar.

• Cooperar entre los alumnos ayudantes de cada clase. Los principios que mueven a los alumnos ayudantes son: confidencialidad, compromiso, respeto, solidaridad, disponibilidad y neutralidad.

• Juegos cooperativos. Juegos que permiten la cohesión del grupo de alumnos, su conocimiento mutuo, la colaboración y el desarrollo de valores (Cascón y Berinstain, 2000, Vinuesa, 2002). Ver ejemplos en http://catedu.es/dinamicas/actipaz/todo.php

• Resolución de conflictos. Se trata de proporcionar a los alumnos un método para analizar los problemas y enfrentarlos de un modo positivo, teniendo en cuenta que sólo es posible transformar un conflicto si somos capaces de trascender los objetivos e intereses particulares en aras de valores comunes (Galtung, 1998, Boqué, 2002). Recursos de internet Para conocer más aspectos sobre la educación en valores, pero sobre todo acceder a unidades didácticas, actividades y materiales diversos que permiten aplicar las técnicas referidas en el apartado anterior recomendamos la visita a los siguientes sitios de internet:

http://www.edualter.org/ Página web que incluye numerosos recursos vinculados con al educación en valores agrupados por temas (Educación para la Paz, Valores, la Interculturalidad y el Desarrollo). Incluye campañas y propuestas pedagógicas para trabajar temas de actualidad tanto a nivel de educación formal como no-formal.

http://www.educacionenvalores.org/ Portal completísimo donde acceder a todo tipo de documentos desde habituales las unidades didácticas a “webquests” (http://www.educacionenvalores.org/mot.php3?id_mot=194)

http://www.oei.es/valores.htm Página de educación en valores de la Organización de Estados Iberoamericanos que ofrece una gran cantidad de artículos y documentos en su “sala de lectura”, la mayoría de tipo teórico. Es recomendable su sección de enlaces: http://www.oei.es/valores2/valoresenlaces.htm

http://www.cnice.mecd.es/profesores/contenidos_transversales/educacio n_para_la_paz/ Recursos sobre educación en valores de tipo práctico alojados en el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa del Ministerio de Educación y Ciencia • http://www.fuhem.es/portal/areas/paz/EDUCA/ 21 Ofrece multitud de recursos (informes, artículos, imágenes, recursos didácticos, bibliografías, enlaces) sobre conflictos internacionales, desarrollo y cooperación

 •http://www.juntadeandalucia.es/educacion/convivencia/com/jsp/listado.jsp... Materiales (manuales y actividades) para desarrollar muchas de las actuaciones de centro y propias de la acción tutorial (normas, resolución de conflictos, alumnos ayudantes) que hemos reseñado. Los recursos para poner en marcha la estrategia de “alumnado ayudante” se pueden ver en la siguiente dirección de web. http://www.juntadeandalucia.es/educacion/convivencia/com/jsp/contenido.j... vivencia/contenidos/Materiales/BibliografiayMaterialesdeInteres/AlumnadoAyudanteYM ediacion/MaterialesPracticosAlumnadoAyudante&seccion=bibliografia •http://www.cruzrojajuventud.org/portal/page?_pageid=94,53079&_dad=portal... Portal de Cruz Roja de la Juventud que ofrece materiales didácticos descargables sobre educación para la salud y educación para la convivencia entre otros.

http://www.intermonoxfam.org/page.asp?id=99 Recursos pedagógicos sobre educación para el desarrollo y otros aspectos relacionados con valores como la solidaridad, la justicia y la igualdad.

http://www.homoprosocius.org/ocas_educativas.asp Juegos cooperativos para fomentar en tutoría el compromiso social y los valores humanos (la oca de la convivencia, la oca de la solidaridad y de la ciudadanía)

http://www.ctv.es/USERS/avicent/Juegos_paz/ Juegos cooperativos para la cohesión del grupo de clase.

http://sapiens.ya.com/laurecaballero/dilemas_morales.htm Ejemplos y procedimientos para elaborar dilemas morales

http://www.iesmurgi.org/filosofia/etica/Dilemas%20Morales.htm Ejemplos de dilemas morales clasificados por temas.

 

 

 

FUENTE: https://diversidad.murciaeduca.es/orientamur/gestion/documentos/educacio...

NIÑOS TRANSGENERO

En los últimos tiempos venimos observando un fenómeno emergente en nuestra sociedad que hasta ahora no era tan común ver. A veces , todos conocíamos un niño o niña que no se sentía del sexo con el que nació y que nuestra sociedad etiquetaba con el consecuente sufrimiento para el pequeño.

Actualmente observamos a niños y niñas que no se identifican con el sexo con el que nacieron biológicamente y que deciden cambiar su apariencia y ser el chico o chica que realmente sienten que son. Son los niños transgénero.

Son muchas las dudas que surgen en torno a la sexualidad infantil. ¿Cuándo comienzan los niños a tener conciencia de su identidad sexual? ¿Cuándo pueden aparecer las primeras señales de transexualidad? ¿Cómo abordamos el tema en la familia? Vamos a intentar dar respuesta a estas preguntas desde un punto de vista científico, y hablaremos de cómo podemos ayudar desde el entorno familiar a un niño transgénero.

Entre los 18 meses y los 3 o 4 años (aproximadamente) los niños toman conciencia de su cuerpo y de las diferencias anatómicas entre niños y niñas. Según Félix López, psicólogo e investigador, a pesar de que la conciencia de identidad sexual aparece a esta edad, no es hasta (alrededor) de los 6 o 7 años cuando ésta se hace estable, es decir, el niño entiende que va a perdurar en el tiempo.

En esta misma línea, el Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (GIDSEEN) indica que “no es hasta los 6-7 años cuando se considera más estabilizada y siempre de acuerdo a tres componentes, la etiqueta de género (realidad de ser niño o niña), estabilidad del género (sentimiento de que este género no va a cambiar con el tiempo) y consistencia del género (sentimiento de estabilidad independientemente de la apariencia física)” ¿Qué es la identidad de género? ¿Es lo mismo que orientación? Es frecuente confundir y/o mezclar los conceptos, pero se trata de aspectos completamente diferentes: la identidad sexual es la identificación con un sexo (mujer, hombre).

La orientación sexual es hacia quién dirigimos nuestro deseo -quién nos atrae- (heterosexual, homosexual, etc.). Y el género, los roles, son conductas que socialmente (es decir, son constructos) están ligadas a uno de los dos sexos, que establecemos como “típicas” de unos u otros. ¿Por qué es importante diferenciar estos conceptos? Porque una cosa es “quién soy y quién siento que soy” y otra muy diferente es hacia quién dirijo mis afectos, o qué conductas me gustan más o menos.

Los niños están en constante desarrollo, están aprendiendo sobre ellos y sobre el mundo, se hacen preguntas, nos hacen preguntas, y debemos buscar y reconocer qué hay detrás de ellas para garantizar su bienestar. Dentro del desarrollo evolutivo "estándar" de los peques es muy posible (y frecuente) que nos pregunten acerca de sus genitales, de si cambiarán o si se quedarán así, si de mayores serán como los de papá o como los de mamá...

También es posible que un día aparezcan queriendo vestirse de princesa o de caballero, ya sean niñas o niños. Las conductas de género cruzado son aquellas que desarrolla un niño/a y que son "típicas del género contrario". La aparición de estas conductas lleva a algunos padres a plantearse cuestiones como la identidad y orientación sexual de sus hijos, pero no son indicativo per se de nada, son juegos y juguetes, sólo eso. En estos casos no hay más indicaciones que normalizar, naturalizar y participar con él/ella en su juego. Juzgar, etiquetar o rechazar estas conductas no sólo no es útil, sino que además hará que el peque se sienta mal: si juega a estas cosas es porque le apetece y le resulta divertido, por lo que cabe preguntarse qué hay de malo en ello (somos los adultos los que colocamos en muchas ocasiones las connotaciones de las actividades, no ellos).

El Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición señala que las conductas de género cruzado “no son equivalentes a la Disforia de género; de hecho, la mayoría de los menores con un comportamiento no conforme con el género no resultan tener una identidad transgénero. Es decir, los datos con los que se cuenta indican que sólo una pequeña parte de los niños que muestran conductas “típicas del género contrario” son transexuales. ¿Cuándo hablamos de niños/as transgénero? Cuando muestran de manera persistente su identificación con el sexo “contrario”, cuando perdura en el tiempo un rechazo evidente de sus genitales (y de los roles de género ligados a él).

Son niños que se refieren a sí mismos como niña (en el caso de niños) y viceversa, y rechazan de manera frontal cuando se les denomina del sexo del que son sus genitales. Sus conductas son las del sexo “opuesto”, y no de manera esporádica como decía antes, sino que conforman un patrón estable. Hablamos de casos en los que no se trata de conductas aisladas (como exponía en párrafos anteriores) o temporales, no son preguntas esporádicas ni comentarios puntuales, sino conductas y manifestaciones consistentes y estables en el tiempo.

Esto es clave. Edad de aparición: Según indica Juana Martínez Tudela, especialista en Psicología Clínica de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Carlos Haya de Málaga, pueden aparecer conductas y manifestaciones a los cinco años de edad o incluso antes. Algunos expertos indican que ya a los dos o tres años pueden aparecer señales, ya que es la edad en la que comienzan a desarrollar su identidad sexual.

Algunas de estas señales pueden ser:

• Rechazo del género asignado: pueden aparecer afirmaciones del tipo “Soy una niña” en el caso de chicos, y viceversa, afirmaciones que son estables en el tiempo y persistentes.

• Nombre: es frecuente que demanden que se les denomine con un nombre del sexo “contrario”, y que se autodenominen con él.

• Vestimenta: fuerte rechazo a la ropa típica de su género y deseo persistente por vestir con la vestimenta típica del sexo sentido.

• Juego: se sienten más cómodos, buscan y desarrollan juegos que socialmente se establecen como propios del género opuesto

• Preferencia por amistades del género con el que se identifica Datos: no hay estadísticas fiables en población infantil aún, pero los últimos datos en adultos, según recoge E. Gómez Gil, indican que la incidencia es de uno de cada 11.900 hombres y una de cada 30.400 mujeres.

Un estudio realizado en la Universidad Médica de Viena y publicado en la reconocida revista Journal of Neuroscience indica que la transexualidad podría tener una base biológica. Los resultados indican que existen diferencias significativas entre hombres y mujeres en la microestructura de las conexiones cerebrales, y que dichas conexiones en personas transexuales estarían en una posición intermedia entre ambos sexos.

Este mismo estudio determina que existe una relación potente entre redes neuronales y niveles, por ejemplo, de testosterona, lo que indicaría, según Rupert Lanzenberger, responsable de esta investigación, que la identidad sexual se refleja en las redes neuronales y que éstas son moduladas por las hormonas sexuales.

Hoy en día la transexualidad no se considera algo patológico En el DSM-V, la última versión del manual de diagnóstico clínico más usado y reputado, ya no se considera la Transexualidad como un trastorno, al igual que sucediera con la Homosexualidad allá por los años 70 (concretamente desde 1973). Lo que sí se contempla es la Disforia de Género: cuando hay malestar y angustia por no identificarse con su género masculino o femenino asignado. La tasa de patologías mentales en niños que manifiestan ser transgénico no es superior a la de la media: la condición transgénico no conlleva una mayor tasa de, por ejemplo, depresión.

Lo que sí se puede producir es el sufrimiento causado por el sentimiento de no adecuación al sexo asignado, denominado por el DSM-V como Disforia de género, que en el caso de los peques puede traducirse en ansiedad, estrés, pesadillas, no querer ir al cole, retraimiento, retroceso en los hitos evolutivos alcanzados (como hacer pis en WC), etc. y el sufrimiento por el rechazo social y el acoso que puedan experimentar en su entorno.

Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington (EEUU) concluye que los niños/as que han realizado la transición social, es decir, que son tratados de acuerdo con el sexo con el que se identifican, y que cuentan con apoyo familiar, presentan una tasa de depresión exactamente igual que la media poblacional en sus rangos de edad.

El malestar, por ejemplo ansiedad e incluso depresión, en muchos casos viene marcado por el rechazo del entorno (principalmente la familia) o el cuestionamiento constante de sus emociones, sentimientos e ideas. ¿Qué podemos hacer los padres?

Ante las posibles señales, conductas o manifestaciones que nos hagan pensar que algo puede estar ocurriendo debemos intentar mantener la calma (no alarmarnos ni etiquetar de entrada), así como buscar información y, sobre todo, hablar con el niño y conocer bien qué es lo que le sucede, qué piensa, cómo se siente, tenga la edad que tenga (las emociones no entienden de años).

Suceda lo que suceda el bienestar de los niños es mayor cuando cuentan con un entorno de confianza, cuando pueden expresar sus emociones, ideas y sensaciones libremente sin sentirse juzgados (esto es aplicable a la sexualidad, a los gustos, a las ideas sobre el mundo, a todos los ámbitos de la vida).

Juana Martínez Tudela, especialista en Psicología Clínica de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Carlos Haya de Málaga señala la necesidad de procurar que el desarrollo del niño se produzca de la mejor manera posible, «Y ahí tienen que estar implicados todos los agentes relacionados con el menor: los padres, el colegio, las leyes y también la sanidad», en el caso de la transexualidad debemos «acompañar esta transición para que sea lo menos problemática posible, estableciendo límites para que pueda crecer sin estar en conflicto todo el tiempo». Manuel Ródenas, coordinador del Programa de Información y Atención a Transexuales de la Comunidad de Madrid, señala como pautas positivas, entre otras:

• Aceptar al hijo, mostrándole amor incondicional

• Replantearse los estereotipos de género tradicionales, no forzando al niño a comportarse como un “niño tradicional” si no es lo que siente.

• Buscar recursos de apoyo y asesoramiento.

• Trabajar conjuntamente con el centro escolar para que el trato y las condiciones del menor sean las mejores posibles y el contexto sea de respeto y apoyo.

A veces en los padres puede aparecer miedo, ansiedad e incluso sentimiento de culpa. En muchas ocasiones ese sufrimiento se da tanto por el hecho en sí (y el no saber cómo proceder) como por el temor por todo a lo que el niño tendrá que enfrentarse (adaptación en el centro escolar, aceptación de amigos y familia, etc.).

Dado que se trata de un proceso complejo en el que el bienestar del pequeño va a estar en juego, sea como sea, pensemos lo que pensemos, lo principal es mostrarle nuestro apoyo, respeto y amor y acompañarle en el camino, lleve a donde lleve. Acudir a un profesional: si hay dudas, si no sabéis cómo proceder o abordar el tema, existen profesionales que pueden ayudaros.

En cuanto al papel de los psicólogos, la Asociación Americana de Psicología concluye en un documento elaborado al respecto de la transexualidad en menores (Guidelines for Psychological Practice With Transgender and Gender Nonconforming People) que el trabajo del psicólogo pasa por ayudar a los pequeños (y a las familias) en su camino de descubrimiento, exploración y determinación de identidad de género. También se recomienda en esta guía que si los valores del psicólogo están en conflicto con los de la familia, lo recomendable es trasladar el caso a otro profesional, ante las posibles interferencias (y por tanto impacto negativo) que ello pudiera causar. Finalmente, esta institución determina que lo ideal es valorar cada caso de manera individual, dada la variabilidad entre casos.

Para más información: Asociación Americana de Psicología, cuestiones sobre la Transexualidad Asociación Chrysallis (Asociación de familias de menores transexuales) Unidad de Identidad de Género (Madrid) En Bebés y Más: Educación sexual para niños de 3 a 5 años: cómo hablar a los niños, La transfóbica campaña publicitaria contra los niños transgénero

 

FUENTE: https://www.bebesymas.com/consejos/transexualidad-infantil-que-dice-la-c...

EDUCACIÓN EN IGUALDAD DE GÉNERO

EDUCACION EN IGUALDAD. Cambiar estereotipos de género desde la primera infancia Trabajar la igualdad de género desde la escuela, especialmente con los niños y niñas de Educación Infantil y Primaria, puede ayudar a eliminar los estereotipos relacionados con el género y, por consiguiente, a prevenir situaciones de discriminación sexista en el futuro.

Modificar los contenidos sexistas en los materiales educativos, formar al profesorado en propuestas pedagógicas como la coeducación, así como realizar cambios físicos en los propios espacios de las escuelas que favorezcan la igualdad de género son algunas de las ideas que los entrevistados y articulistas de esta publicación sugieren para poder cambiar los estereotipos sexistas desde la primera infancia.

También coinciden en que tanto los docentes como las familias deberían trabajar juntos para romper estereotipos y favorecer la igualdad de género tanto en la escuela como en la sociedad en general. Existen diversos estudios que intentan explicar cómo se adquieren los estereotipos de género durante la infancia y cómo se pueden evitar. Los teóricos del aprendizaje social consideran que estos son pautas de conducta aprendidas mediante la experiencia directa e indirecta, y la observación.

El respeto al otro y la no violencia se aprenden sobre todo con la práctica de las relaciones que niños y niñas establecen en la familia y en la escuela, y es difícil que dichos valores se puedan enseñar si las personas que lo hacen no se comportan de acuerdo con esos valores.

Pero ¿cuándo empiezan los menores a adquirir estos estereotipos de género? Las niñas comienzan a sentirse menos inteligentes que los niños a partir de los 6 años, lo cual influye en las aspiraciones profesionales de las mujeres. Un estudio revela también que las niñas de 6 años son menos propensas que los niños a creer que los miembros de su género son "realmente inteligentes" y comienzan a evitar actividades que consideran relativas a los niños "brillantes".

La investigación concluye que las ideas culturales sobre el género se adquieren desde edades tempranas y estas nociones estereotipadas afectan los intereses de los más pequeños. El estudio Actitud en niños y adultos sobre los estereotipos de género en juguetes infantiles (2008) desvela también que tanto las niñas como los niños de entre 3 y 7 años ya relacionan los juguetes con su género influenciados por factores tradicionales y de género que adquieren en el seno familiar, escolar y a través de los medios de comunicación.

Las conclusiones de esta investigación, realizada por académicos de la Universidad de Granada, indican que es necesario promover la formación de los educadores hacia la igualdad de género, ya que su aportación en las aulas es la mejor manera de empezar a eliminar los contenidos sexistas en nuestra cultura. Por tanto, los especialistas en el tema consideran que el papel del sistema educativo y los docentes, así como de la familia, es fundamental para la transmisión de valores de respeto, tolerancia e igualdad entre mujeres y hombres.

La mayoría coinciden en que es necesario ayudar a los escolares a reflexionar y a ofrecerles estrategias que les permitan prevenir o erradicar de su entorno íntimo, personal y social la desigualdad y, por ende, la violencia de género. De hecho, en la última modificación de la LOMCE del 23 de marzo 2018 hace referencia a que es necesario "el desarrollo, en la escuela, de los valores que fomenten la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como la prevención de la violencia de género".

También destaca que los consejos escolares deben "proponer medidas e iniciativas que favorezcan la convivencia en el centro, la igualdad entre hombres y mujeres, la igualdad de trato y la no discriminación". En Primaria y sobre todo en Educación Infantil el alumnado tiene una gran receptividad a la hora de aprender, por lo que constituyen las etapas idóneas para que los niños y niñas asimilen de pautas de conducta igualitarias. Políticas de centro basadas en la coeducación y los planes de igualdad Establecer la coeducación como propuesta pedagógica del centro constituye la política educativa más idónea para educar en equidad de género desde la escuela. En la coeducación, la formación y la educación se imparten en condiciones de igualdad para ambos sexos y no se pone límites a los aprendizajes de cada uno de ellos.

"La escuela coeducativa tiene como objetivo la eliminación de estereotipos entre sexos superando las desigualdades sociales y las jerarquías culturales entre niñas y niños". Resulta entonces necesario que en el entorno educativo se trabaje en la coeducación y la corresponsabilidad desde edades tempranas y en todos los niveles educativos, según los especialistas. Para ello es necesaria la implicación de toda la comunidad educativa del centro e implementar entre todos sus miembros un proyecto coeducativo de toda la escuela. "Son muchas, casi infinitas, las estrategias, planes y acciones que se pueden llevar a cabo en los centros escolares.

Todas estas pasan por ser efectivas cuanto más pronto comiencen a implementarse entre los alumnos de Educación Infantil y Primaria. Pero no debe ser exclusiva de estas etapas, ya que esta se puede y debe seguir tratando y actualizando a lo largo de todo el sistema educativo incluyendo, por qué no, el ámbito universitario". Investigaciones como el estudio Diferencias de género en los resultados educativos: medidas adoptadas y situación actual en Europa (2010), de la Agencia Ejecutiva en el Ámbito Educativo y Cultural (ACEA Eurydice), revelan que el sistema escolar continúa reproduciendo los estereotipos de género y el sexismo a través de aspectos como: la propia organización del centro, las actitudes y expectativas del profesorado, el currículo académico, los materiales didácticos, el espacio, las metodologías de enseñanza, etc. Los expertos en educación afirman que para trabajar la igualdad de género desde la escuela es necesario llevar a cabo políticas de centro encaminadas a la coeducación, y también planes de igualdad.

En diversos centros educativos ya se llevan a cabo, pero su implementación tendría que generalizarse. El proceso para llevar a cabo un plan de igualdad consta de tres fases principales que se pueden poner en marcha de forma consecutiva: el diagnóstico de igualdad de género en el centro educativo, el diseño e implementación del plan de igualdad y el seguimiento y evaluación del mismo, indica el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades en su publicación Educación en Igualdad.

Propuesta metodológica sobre coeducación (2015), donde también se recogen recursos para trabajar en el aula la igualdad de género, así como cursos y blogs de coeducación para docentes. Las fuentes investigadas para este reportaje y los participantes en este monográfico coinciden en llevar a cabo políticas de centro como las siguientes:

• Incluir la igualdad de mujeres y hombres en el proyecto educativo del centro, en las programaciones curriculares y en la asignación de responsabilidades y espacios.

• Realizar periódicamente formación para los docentes en coeducación y estrategias para favorecer la educación en igualdad de género.

• Seleccionar materiales escolares, libros de texto, recursos pedagógicos y proyectos educativos no sexistas, así como trabajar contenidos que fomenten los valores de igualdad, como, por ejemplo, canciones, libros, referencias y modelos que contribuyan a ofrecer una visión nueva y más acorde con la igualdad entre los sexos.

• Estipular que el profesorado evite tratar de forma diferente a los niños y a las niñas en clase según su género y los/las motiven a participar por igual en las tareas del aula y a compartir por responsabilidades de la misma forma.

• Fomentar en clase y fuera de ella juegos y juguetes neutros, cooperativos y compartidos. Sería necesario establecer, como política de centro, que los patios sean co-educativos, es decir, que cuenten con tres espacios bien diferenciados: un área de juego tranquilo, otra de movimiento y psicomotricidad, y otra de experimentación con la naturaleza.

• Colaborar con las familias y formarlas para proporcionarles pautas y criterios a practicar en casa para evitar los estereotipos sexistas. "Todo ello debe conllevar un plan integral en cada centro en el que también se haga partícipes a las familias, así como a los distintos agentes que intervienen en la educación, al profesorado y a los equipos directivos.

Además, todo debe basarse en un sistema evaluable con el tiempo y la implantación de los distintos planes. Recursos y buenas prácticas para educar en la igualdad. En un estudio reciente del European Institute of Gender Equality (EIGE) (2017) se alienta a los responsables políticos y directivos de centros educativos a abordar los estereotipos de género desde edades tempranas a través de materiales de enseñanza sensibles al género y la capacitación del profesorado. Cada vez hay más recursos y ejemplos de buenas prácticas que pueden ayudar a docentes y familias a trabajar la igualdad de género a edades tempranas, según los participantes en este monográfico.

Entre estas herramientas destacan:

1. Literatura infantil y vídeos "Existe mucha literatura infantil donde sus protagonistas rompen con roles y estereotipos de género, donde encontramos a princesas que luchan y se defienden, a chicos que lloran y muestran libremente sus sentimientos. En internet se presentan diversos recursos que recomiendan libros no sexistas para trabajar en clase. Por ejemplo, se puede consultar una recopilación realizada por expertos en literatura infantil de la Biblioteca de l'Associació de Mestres Rosa Sensat, titulada Noies i Nois: Tants a tants. Selecció de llibres per impulsar la lectura, la coeducació i el debat a Parvulari i a Primària (2011), en el que se recomiendan libros de ficción cuyos contenidos potencian la igualdad de oportunidades, la superación de clichés de género, etc.

También existen diferentes recursos audiovisuales para trabajar la equidad de género entre los más pequeños de la escuela. Por ejemplo, en el blog del Profe Juan, el profesor del CEIP García del Olmo de Málaga detalla algunos cortos interesantes para trabajar el tema entre los niños y niñas de Infantil y Primaria, como El Príncipe Ceniciento o Una Blanca Nieves diferente. Otro ejemplo es Superlola, un cuento coeducativo y un vídeo basado en el mismo. Ambos han sido lanzados por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en 2015. La historia trata sobre Lola, es una niña de cuatro años que sueña con ser una superheroína para cambiar el mundo y hacerlo más justo. A partir del cuento y el vídeo, el Instituto ha elaborado una guía didáctica para el profesorado, que ha sido distribuida en las redes sociales y en el portal de la Consejería de Educación, además de la web del IAM.

2. Recursos educativos y cursos para el profesorado Fundaciones relacionadas con la educación, las administraciones públicas, editoriales e incluso el propio profesorado comparten en internet diversos proyectos educativos, recursos didácticos y cursos dirigidos a docentes para poder trabajar en Educación Infantil y Primaria el tema de la igualdad de género.

En la web Educar en igualdad se han recopilado una gran cantidad de recursos existentes para trabajar el tema en el aula. En el portal se pueden encontrar guías didácticas para el profesorado, creadas por las diferentes consejerías de educación de las comunidades autónomas, hasta materiales docentes publicados por organismos internacionales. Otro recurso interesante, enfocado a Educación Infantil, es el Programa de Coeducación para Educación Infantil de la Consejería de Educación de Murcia, en el que se explican diferentes actividades que se pueden aplicar en el aula como, por ejemplo, juegos de rol en los que se plantea al grupo una situación imaginaria: padre, madre, hijos e hijas que representan una familia que ha de ponerse de acuerdo para repartirse las tareas de la casa.

Otro ejemplo es la guía Educación en la Igualdad: Cien propuestas de acción (2008), de la Fundación de la Toleranciacero, de la Comunidad Valenciana, donde además de dar sugerencias dirigidas al profesorado, como conferencias y tipos de cursos, se ofrecen ideas de actividades para trabajar con los alumnos, como talleres, concursos de pintura o escritura sobre el tema, entre otros.

Las editoriales también se han apuntado a crear proyectos educativos que promueven la igualdad de género. Uno de ellos es La Peluca de Luca, un proyecto co-educativo dirigido a Infantil y primer ciclo de Primaria (3 a 8 años), cuyo principal objetivo es romper y eliminar los estereotipos y prejuicios adscritos al sexo, con la intención de favorecer la posibilidad de que cada niño y cada niña se desarrolle libremente. Cuenta con un pack de guías didácticas para profesores y material escolar para el alumnado, que incluye un cuento de este personaje para cada niño o niña.

El proyecto también una aplicación y diversos materiales que también pueden aplicarse desde las familias. Dado que la formación de profesores en temas de coeducación es importante para poder educar en igualdad en las aulas, existen cursos especiales y formaciones específicas.

Eva Morales, del colectivo Pedagogías Invisibles, explica en su entrevista que desde esta iniciativa se realiza el curso online Yo, Tú, Él, Ella… Conciencia de género en el espacio educativo con el objetivo de mostrar al profesorado cómo trabajar las pedagogías en cuestión de género en el aula. También hay otras opciones a considerar, como las ofrecidas por las consejerías de educación de las comunidades autónomas o bien en algunas universidades.

3. Buenas prácticas. Ejemplos sobre cómo educar en igualdad de género desde la infancia en las escuelas pueden encontrarse en diversas partes tanto de Europa como de España, de acuerdo con la Guía de buenas prácticas en coeducación en Europa. Entre ellas destacan las realizadas por escuelas que han llevado a cabo planes de igualdad que incluyen actividades frecuentes para reforzar la coeducación, como revisar y corregir los materiales curriculares y documentos del centro que expresen discriminación por razón de sexo, formar a los profesores en el ámbito y realizar actividades lúdicas y educativas dentro del aula que refuercen la igualdad de género.

Otra buena práctica es la mencionada por Eva Morales en su entrevista: en Suecia educan desde parvulario a los niños en una forma neutra, ya que los juguetes, los materiales escolares, los contenidos educativos evitan reflejar los estereotipos sexistas, y se trabaja mano a mano con las familias para que en casa suceda lo mismo. Desde las administraciones también se han incluido planes de igualdad de género que incitan a las escuelas a implementar estrategias relacionadas. Por ejemplo, en el Pla per a la igualtat de gènere en el sistema educatiu, de la Generalitat de Catalunya, aprobado en 2015, se promueven medidas específicas para la igualdad de género en los diversos ámbitos educativos, como cambios en contenidos y métodos de enseñanza, así como actividades escolares sobre la temática.

De hecho, la Generalitat tiene en su web un apartado especial sobre coeducación e Igualdad de Género con recursos, bibliografía, buenas prácticas y protocolos relacionados. El Gobierno vasco también ha implementado un Plan director para la coeducación y la prevención de la violencia de género en el sistema educativo (2013), y en Andalucía, también se ha renovado su II Plan Estratégico de igualdad de Género en Educación 2016-2021. Entre las buenas prácticas también destaca el proyecto de Col•lectiu Punt Sis, que ha desarrollado una iniciativa para la creación de una Red de patios inclusivos y sostenibles. El proyecto se ha realizado en dos colegios públicos: el CEIP Nuestra Señora de la Paloma y el CEIP Santa María, de Madrid, mejorando los patios escolares y su accesibilidad, poniendo el acento en cuatro claves: participación, inclusión social, igualdad de género, y sostenibilidad ambiental. Así pues, educar en igualdad desde la primera infancia en las escuelas es una tarea que compete tanto al equipo directivo de los centros educativos, al profesorado, las administraciones y las familias. Aunque se han realizado esfuerzos para lograrlo, la implicación de todos y todas.

 

 

 

FUENTE: https://www.educaweb.com/noticia/2018/06/26/propuestas-educar-igualdad-g...

INICIANDO NUEVO CURSO

Llegamos al inicio del curso escolar y estos días se llenan de actividad frenética: compra de materiales, libros, ropa, cerrar horarios de actividades extraescolares, reuniones en los centros educativos, etc. para tenerlo todo preparado para el primer día de cole.

También se llenan de muchas emociones tanto para los adultos como para los niños y niñas: nervios al empezar una nueva etapa, ilusión por los materiales nuevos (¡las libretas nuevas son lo mejor del mundo!), alegría por los reencuentros, y emoción por todo lo inesperado que está por llegar.

Pero también aparecen temores y preocupación, dependiendo de la edad y etapa que comience, ya que tanto los más pequeños como los adolescentes van a enfrentarse a nuevos cambios y retos a los que se tendrán que adaptar (inicio de guardería o colegio, cambio de etapa a primaria o secundaria, etc.).

Os ofrecemos unas pautas y recomendaciones generales para ayudar a nuestros hijos e hijas a empezar el curso de forma positiva, con motivación, dándole seguridad y confianza para enfrentarse a las nuevas situaciones con tranquilidad y felicidad.

Tener una actitud positiva y de respeto hacia la escuela y el aprendizaje

Aunque parece algo obvio, hay veces que sin mala intención los adultos hacemos comentarios sobre la escuela que pueden provocar una visión negativa en el niño. Comentarios como ‘ahora en secundaria empieza el trabajo duro’, ‘se te acabó el jugar como en infantil’ o ‘te portas bien o te mando al cole’ pueden hacer que lo vean como una situación amenazante. Mejor motivar hacia el aprendizaje, sobre los nuevos retos que va a superar y que perciba que vamos a estar a su lado.

Evita hablar mal del colegio.

Puede que no estemos de acuerdo con algún aspecto del centro, pero que nuestros hijos e hijas nos oigan hablar mal de su colegio y el profesorado hace que les pierdan confianza y respeto. Cualquier desacuerdo trátalo por los cauces adecuados, hablando con el equipo educativo del centro de forma respetuosa. Recuerda, nuestros hijos e hijas hacen lo que ven. Si en casa tenemos una predisposición a aprender cosas nuevas, a cuestionar, a leer, a aplicar lo aprendido, ellos también lo harán.

No dejes de aprender para seguir enseñando a tus hijos.

Que la familia esté involucrada en la escuela ayuda a los hijos a mejorar su visión de ésta y verla como importante. Asistir a las reuniones convocadas por el profesorado, conocer y estar informado del proyecto de centro y sus políticas puede ayudarte a conocer el funcionamiento del centro. Dentro de las posibilidades de horario y disponibilidad, es recomendable participar en los espacios que el colegio destina a las madres y padres: AMPAS, consejo escolar, ser delegado de clase, o colaborar puntualmente en las peticiones del cole. Esto hará percibir a nuestro hijo o hija que la escuela es importante para ti también.

Establecimiento de rutinas

Durante las vacaciones las rutinas suelen ser más relajadas y desorganizadas. Pero ahora es necesario establecer horarios para cuadrar las actividades de toda la familia, además de las tareas habituales. Toca ir poco a poco adaptando los horarios y las dinámicas a las que se van a tener durante el curso.

Entre las más importantes a tener en cuenta:

– Rutinas de sueño: la falta de sueño provoca irritabilidad, falta de atención e incluso hiperactividad. Durante estos días previos ve adelantando la hora de acostarse y levantarse, para acercarlo lo más posible al horario que van a tener en el colegio. En la rutina de sueño hay que incluir tiempo suficiente para relajarse antes de dormir: baño, cena ligera, hablar con la familia, leer un cuento, etc. y evitar las actividades que puedan estimular, como la televisión, el móvil o videojuegos e internet.

– Buena alimentación y ejercicio: durante el verano la alimentación se descontrola un poco, comemos a deshora, fuera de casa, en ocasiones comida más calórica y azucarada, helados, refrescos. Toca ir controlando las comidas, que sean saludables y aporten los nutrientes necesarios para tener energía durante el día. Bajar todo lo posible el consumo de productos con azúcar añadido, para ayudar a la concentración y la atención, así como dedicar tiempo del día al ejercicio físico, ya sea en actividades extraescolares o tiempo de actividades al aire libre: parques, pasear en bici, patines, jugar con otros niños, etc. La psicomotricidad y el ejercicio físico aportan de una manera lúdica múltiples beneficios al aprendizaje, ayuda a la concentración, la atención, la memoria, se practica la lateralidad, tan importante en la lecto-escritura, la secuenciación, tan importante para las matemáticas, habilidades sociales y muchas otras y además ¡son muy divertidas!

– Rutinas de actividades y estudio: es recomendable organizar las tardes para tener tiempo para todo. Muy útil es crear una tabla de rutinas y actividades de la tarde adaptada a cada familia, en la que participen los niños con el fin de que puedan decidir y tener algo de control sobre lo que quieren y deben hacer. Aunque hay cosas que tampoco podemos controlar nosotros, como horarios de extraescolares, es fundamental su participación para fomentar su pertenencia y su responsabilidad.

Pasos para realizar una tabla de rutinas:

establecer los horarios fijos de extraescolares (si las hay) y las rutinas fijas de sueño, merienda, cena, etc., establecer entre toda la familia el horario dedicado a estudio y deberes, juegos, televisión, salidas. Es muy útil tener la tabla escrita y colgada en algún lugar visible en casa, para poder consultar cuando sea necesario. Al principio de establecer la tabla es importante el acompañamiento de los progenitores, ya que no sólo por ‘tener un horario’ es fácil de cumplir.

Hasta que no se habitúen habrá que ir recordándoles lo que se han comprometido a hacer en cada momento. Con nuestro acompañamiento le ayudaremos a estar presente y concentrarse en cada actividad que poco a poco ellos irá asumiendo e integrando en su rutina.

¡Ten constancia y paciencia! Fomento de la responsabilidad y la independencia Hay familias que se quejan de ser las ‘agendas’ de sus hijos e hijas, sobre todo desde que existen los grupos de whatsapp de padres. Pero este problema es totalmente responsabilidad de los adultos, que por facilitar, proteger o quitarse de problemas terminan solucionándolos por ellos. Para fomentar la responsabilidad y la independencia tenemos que tener en cuenta que los errores son oportunidades para aprender. Cuando nuestro hijo o hija se olvida los deberes, no estudia para un examen o no prepara sus cosas a tiempo y llega tarde al cole, debe asumir su responsabilidad, sin culpabilizar, y ayudarle a buscar soluciones para evitar que vuelva a suceder esa situación.

En muchas ocasiones, cuando esto sucede, los adultos solemos protestar, advertir y decir ‘ya te lo dije’ y a la vez lo vamos solucionando por ellos (preparando su mochila rápidamente o acudiendo a los grupos de whatsapp para saber qué deberes tiene), y eso no les beneficia nada. Es importante organizar y repartir las responsabilidades y las tareas de cada uno, adultos y menores (dependiendo de la edad, por supuesto), establecer límites sobre lo que se puede o no se puede hacer, y con firmeza y amabilidad asegurarnos de llevarlas a cabo.

No hacer las cosas por ellos, se aprende haciendo, ¡no lo olvides! Informa a tu hija o hijo qué has decidido hacer y hazlo, no quiere decir que se le abandone a su suerte, sino que tiene que asumir las responsabilidades que le corresponde. Por ejemplo, en el caso de olvido reiterado de la agenda le puedes decir: «cariño, no volveremos a preguntar sobre tus deberes a otros padres por whatsapp, esa es tu responsabilidad, y si se te olvidan no será esa la forma de solucionarlo porque creemos que eso no te ayuda a ti, te lo soluciona en el momento, pero no te ayuda a ser responsable. Estamos seguros que eres capaz de encontrar la manera que no te vuelva a pasar y si necesitas ayuda para darte alguna idea aquí estamos para hacerlo juntos».

Toca a los adultos de nuevo tener paciencia y constancia, la responsabilidad no se adquiere solo por establecer una organización en casa y la autonomía e independencia no se desarrolla solo porque se lo digamos. Los niños y niñas necesitan comprensión, paciencia y a la vez firmeza. Y por supuesto darle confianza de que lo pueden conseguir y valorar el esfuerzo que han hecho para conseguirlo.

Entrada y adaptación a la escuela infantil y colegio

La entrada a la guardería o al cole por primera vez supone un gran cambio en la vida de los peques, pasan de estar con sus progenitores, su familia en casa, a un entorno nuevo donde no van a estar sus figuras de apego y está lleno de adultos y niños desconocidos. Infórmate si en el centro existe ‘período de adaptación‘, muy recomendable cuando entran por primera vez al colegio, y que esta adaptación sea progresiva y pueda ser acompañado de sus padres en los inicios es mejor que mejor.

A la hora de marcharnos, siempre despedirnos, no ‘desaparecer’ de pronto, ya que puede provocar más angustia. Puede que llore, es normal y casi inevitable. Despedíos con un beso, diciéndole lo que van a hacer ahora y por supuesto que más tarde vendrán mamá y/o papá a por ellos, con muchas ganas de verle y de que les cuente las cosas que ha hecho.

El control de esfínteres también es una preocupación importante de las familias al entrar en la etapa de infantil, ya que casi ningún centro dispone de espacios para cambiar el pañal a los pequeños, por lo que se pide y se recomiendan que al inicio del curso ya controlen esfínteres y vayan sin pañal. Esta ‘exigencia’ no es fácil para todos, ya que quitar el pañal no es una cuestión conductual, sino madurativa. El cerebro del niño o niña tiene que haber madurado lo necesario para este acto y no todos los que entran a esa edad tienen esta condición cumplida, algunos de ellos ni siquiera han cumplido los 3 años.

En esta situación tenemos menos poder de intervención, por lo que recomiendo diálogo y comunicación con el profesorado para ayudar a los niños y niñas en este proceso, buscar soluciones que puedan beneficiar a todos y lo más importante que sean muy, muy respetuosas con el pequeño y la pequeña, sin castigarles o hacerles sentir mal o culpables porque se han hecho pis en clase o que mamá o papá han tenido que venir del trabajo o de donde estuviesen. Sí, es un trastorno para los adultos, pero tú hijo no lo ha podido evitar, está madurando y aprendiendo ¡Ten paciencia! De todas formas, os animo a que desde las AMPAS y órganos de participación de los padres y madres reivindiquéis que desde la administración pongan monitores de apoyo que se ocupen de estas tareas y puedan estar atendidos. 

Transición entre etapas De Infantil a Primaria

El tránsito a primaria conlleva cambios significativos: cambios de edificio y aula, de mobiliario, horarios (sólo 30 minutos de recreo), de dinámica y metodología, materias diferentes entre sí y tareas más repetitivas y descontextualizadas. El papel de la familia es decisivo en esta adaptación. Asumid este cambio con positividad y alegría, advirtiendo que van a cambiar las cosas pero como un reto a conseguir. Transmitir de forma clara a los niños y niñas que estamos a su lado para ayudarle en esta nueva etapa, en todas las áreas, y no fijándonos exclusivamente en su evolución académica.

Durante infantil se disponía de más tiempo de juego, que se reduce de forma importante en primaria, por lo que es recomendable proporcionar ese tiempo en otro horario. Son pequeños, ¡necesitan jugar mucho mucho!

De Primaria a Secundaria

Al igual que en la transición a Primaria, el paso a Secundaria tiene unos cambios importantes (cambio de centro, metodología, varios profesores, de compañeros, espacios más grandes), a eso se le añade el inicio de la adolescencia con su pretendido deseo de independencia y libertad mezclado con miedos e inseguridades. En esta etapa el profesorado señala la menor participación de la familia cuando los hijos pasan a Secundaria. Se deja de asistir a las reuniones, a tutorías y la comunicación entre centro y familia se hace menos fluida, como si ya los chicos y chicas pudiesen ir solos, y en realidad es todo lo contrario, porque aunque reclamen su espacio, que no les controlemos, también siguen necesitando amor, afecto, guía y apoyo incondicional.

Sigue participando en su vida, aún te necesita, y mucho. Es necesario seguir fomentando la responsabilidad y la autonomía. Ya no hay tanto seguimiento por parte de los profesores y tienen que organizarse solos. Podemos sugerirles y ayudarles a crear su espacio de estudio, cómodo, tranquilo y motivador. Hacer con ellos una tabla de rutinas y de estudio según sus necesidades y motivarles a cumplirla. Controlarle el uso, hasta que tengan hábito de estudio, de los ‘robatiempos’ (móviles, redes sociales, videojuegos) porque pueden impedirle cumplir sus compromisos de horarios.

Por otro lado, nos surgen temores sobre cómo le afectará este cambio a nivel emocional, de adaptación y si eso le influirá a nivel académico, ya que los chicos y chicas se tendrán que enfrentar a nuevas situaciones en cuanto a relaciones sociales, pertenecer al grupo de iguales, tendrán que resolver conflictos, nos asustan el ‘bullying’ y ‘ciberbullying’, etc., Por eso es muy importante que nos sientan presentes, que pueden contar con nuestro apoyo, fomentar la comunicación, evitar las luchas de poder y validar sus sentimientos y emociones, que serán como una montaña rusa.

Puede ayudar también conocer a sus nuevos amigos y amigas, promover el pensamiento crítico sobre valores y situaciones que pueden ser conflictivas y guiándole en la resolución, sin caer en el proteccionismo. ¿Y la emociones? No todo es establecer rutinas, horarios, preparar los materiales, el cuarto, etc. ¿Dónde dejamos las emociones? Como hemos señalado más arriba, la vuelta (o entrada por primera vez) al cole genera múltiples emociones y preocupaciones dependiendo de la edad, entre ellas: ¿llorará? ¿Aguantará el pipí? ¿Hará nuevos amigos? ¿le gustará el profesor? ¿Tendrá miedo? …

Estos pensamientos pueden rondar la cabeza de los niños y los padres durante estos días previos como un comportamiento normal al enfrentarse a algo nuevo y desconocido. Por eso es importante cómo vivamos los adultos este momento y podemos ser ejemplo para nuestros hijos e hijas. Según vivamos nosotros esta situación como problema o como reto, estaremos condicionando también cómo lo viven nuestros hijos. Son totalmente normales estas emociones, tampoco las vamos a negar o bloquear, no se trata de eso. Se trata de aceptar esa emoción y tomar distancia siendo conscientes y ocupándonos para encontrar soluciones. Que nuestro hijos nos escuchen decir ‘¡qué bien te lo vas a pasar!’ o ‘¡el instituto va a estar genial!’, pero nuestra cara y postura sea de tensión o preocupación no va a surtir ningún efecto, porque los niños no nos escuchan ni nos ven, nos sienten.

Nuestra tranquilidad y actitud les dará más confianza y seguridad para enfrentarse a cada etapa.  Cada etapa que pasamos las personas en nuestra vida están llenas de ‘pros’ y ‘contras’, de situaciones que fluyen y de otras en la que nos bloqueamos, de problemas y de soluciones, de momentos inolvidables. No compliquemos más las cosas echando de menos otras etapas de los peques o preocupándonos por lo que va a venir. Cada período de vida de nuestros hijos va a tener momentos únicos que vais a superar y vivir juntos, que os van a hacer crecer a ambos y que os harán conectar para siempre.

Sonríe, vive con alegría y disfruta de cada instante, de cada reto, de cada logro, de cada caída, de todo, porque todo pasa y serán irrepetibles. ¡No tengas miedo de vivirlos!

 

 

FUENTE https://ladiversiva.com/ayudo-hijo-inicio-del-curso-escolar

RACISMO Y EDUCACIÓN

En una sociedad que es cada vez más plural y donde la migración y otros movimientos de población han provocado que la sociedad sea más heterogénea así como las familias que la formamos, sigue siendo muy común el racismo en nuestra sociedad y estamos rodeados de micro racismos que apenas somos capaces de percibir muchas veces, desde el privilegio blanco.

El racismo, según el diccionario de la Real Academia Española, es un sentimiento exacerbado del «sentido racial» de un grupo étnico, que habitualmente causa discriminación o persecución contra otros grupos étnicos. La palabra designa también la doctrina antropológica o la ideología política basada en ese sentimiento.

Existen además “Comportamientos de denominación suave o de bajísima intensidad y casi invisibles, que provienen de la interiorización de prejuicios racistas, que se resisten a extinguir. Conductas, comentarios y una serie de gestos cargados de estereotipos raciales, en detrimento de las minorías étnicas, este tipo de conductas las llamaremos Micro Racismos ” Dada su baja intensidad los micro- racismos son casi inadvertidos en la sociedad donde se ejercen con total impunidad, produciendo efectos dañinos que son evidentes en las relaciones cotidianas, haciendo imposible la convivencia entre iguales.

Es fácil observar estos comportamientos y comentarios en niños, también en adultos pero es quizás la formación de los niños, desde edades tempranas la que pueden minimizar y ojala erradicar algún día este tipo de comportamientos.

Es por ello que hoy queremos hablar de educación y prevención del racismo. Por eso queremos empezar por analizar cómo hablar con los niños sobre los prejuicios raciales dados los eventos trágicos y racistas que vemos constantemente, muchos padres nos enfrentamos a nuestros propios sentimientos, a las esperanzas que tenemos para nuestros hijos y a la dificultad para ayudarlos a crecer en un mundo lleno de prejuicios raciales.

Quizá los padres podamos enfrentar mejor estos desafíos actuales entendiendo cómo se presentan los prejuicios raciales en los niños, así como con estrategias para ayudarlos a lidiar con las diferencias raciales y a reaccionar ante ellas.

¿Cómo aprenden los prejuicios raciales los niños?

Los niños aprenden sobre las diferencias y los prejuicios raciales desde una edad muy temprana y aprenden de sus primeros maestros, nosotros sus padres, a lidiar con estas diferencias y reaccionar ante ellas. El proceso de aprendizaje de los prejuicios raciales no se diferencia mucho del proceso de aprendizaje de un idioma nuevo. La biología determina un período de aprendizaje temprano crítico y otro período posterior en el que el aprendizaje es mucho más difícil.

• A los 6 meses, el cerebro de un bebé ya puede reconocer diferencias raciales.

• Entre los 2 y los 4 años, los niños pueden internalizar prejuicios raciales.

• A los 12, muchos niños asientan sus creencias, lo que nos da a sus padres una década para moldear el proceso de aprendizaje con el fin de que disminuyan los prejuicios raciales y mejore la comprensión cultural. Pero, al igual que en la inmersión lingüística, los niños expuestos a la sociedad ganarán fluidez con los prejuicios raciales incluso, si sus padres no hacen nada.

Por lo que debemos estar muy atentos a los pequeños actos cotidianos o palabras o refranes que llevan implícito un micro racismo o actitudes claramente racistas.

Estrategias para ayudar a los niños a lidiar con los prejuicios raciales.

Hay tres estrategias que los padres podemos utilizar para ayudar a nuestros hijos a lidiar con los prejuicios raciales:

• Hablar con nuestros hijos y reconocer que las diferencias y los prejuicios raciales existen. Nombrarlas y hacerlas conscientes cuando aparezcan. Debatirlas y rebatirlas.

• Afrontar nuestros propios prejuicios y actuar como ejemplo de la manera en que desean que sus hijos actúen ante otras personas que puedan ser diferentes a ellos. Trabajar siempre primero dentro de uno mismo, identificando, aceptando para poder modificar aquellas actitudes racistas o micro-racistas que aun podamos de forma consciente o inconsciente mantener.

• Incentivar a sus hijos para que cuestionen los estereotipos y prejuicios raciales siendo amables y compasivos al interactuar con personas de todos los grupos raciales, étnicos y culturales. Cómo los padres podemos afrontar nuestros propios prejuicios raciales Los padres debemos afrontar primero nuestros propios prejuicios para que nuestro ejemplo sea coherente con los mensajes de tolerancia racial y étnica.

• Sea un buen ejemplo. Identifique y corrija sus propios pensamientos, sentimientos y acciones racialmente discriminatorios. Si quiere que sus hijos crean lo que usted predica, también debe demostrar esas conductas. Sus comentarios y acciones diarias dicen más que cualquier otra cosa.

• Tenga una red social amplia y culturalmente diversa. Aconséjele a sus hijos tener también círculos de amigos variados. Esto les permite participar en actividades y experiencias multiculturales. • Viaje y exponga a sus hijos a otras comunidades. Esto puede ayudarlos a comprender que hay diversidad en el mundo que quizá no esté representada en la comunidad en la que vive.

• No invierta el estereotipo de los policías ni de otros grupos ni hable acerca de las fuerzas del orden público de modo negativo.

• Participe en la escuela de su hijo. Los padres que se involucran de esta manera pueden abogar mejor por un trato justo hacia los grupos racialmente marginados y crear conciencia sobre los problemas raciales en otros grupos.

Consejos sobre cómo hablar de las diferencias raciales y el racismo

Hablar sobre las diferencias raciales no es ser racista, es lo correcto y es importante. Desde pequeños, es posible que los niños tengan preguntas sobre las diferencias raciales y los padres deben estar preparados para responderlas. Sin embargo, es importante tener en cuenta la etapa evolutiva de su hijo.

• Para los niños en edad preescolar: a esta edad, quizá su hijo empiece a notar y a señalar diferencias en las personas que lo rodean (es decir, en la tienda de comestibles, en el parque, etc.). Si su hijo le pregunta sobre el tono de la piel de otra persona, puede decirle: "¡No es maravilloso que todos seamos tan distintos!". Incluso puede colocar su brazo al lado del de él o ella para mostrarle los diferentes tonos de piel dentro de su familia.

• Para los niños que están en la escuela primaria: esta es la edad en que es importante hablar abiertamente con su hijo acerca de las razas como constructo social, la diversidad y el racismo. Conversar sobre estos temas lo ayudará a verlo a usted como una fuente de información confiable sobre el asunto, y quizá él o ella recurra a usted si tiene alguna pregunta. Señale los estereotipos y los prejuicios raciales , en los medios de comunicación en los libros o en la misma sociedad, tales como los villanos o "los malos" de las películas.

• Si su hijo hace comentarios o preguntas sobre incidentes escolares relacionados con las diferencias raciales o sobre algo que vio o leyó: continúe la charla con preguntas como "¿Qué piensas sobre eso?" y "¿Por qué lo piensas?". Esto también puede ser útil si su hijo escucha algún comentario insensible o si él o ella sufre discriminación racial.

Antes de responder a su comentario o pregunta, averigüe de dónde vino y qué significa desde el punto de vista de su hijo. Y muy impórtate fomente la empatía, trabaje en el cómo se siente la persona discriminada o agredida. Estas charlas comienzan a sentar las bases para que su hijo acepte y respete las diferencias y similitudes entre todas las personas. A medida que los niños crezcan, las respuestas a las preguntas se volverán más complejas.

Estos son momentos para conocer lo que su hijo entiende o intenta entender respecto a los prejuicios raciales. Recuerde: Para crear una cultura inclusiva, todos debemos reconocer nuestros propios prejuicios y reflexionar sobre ellos para poder hacer algo sobre aquellos que sean injustos o que puedan causarles daño a otras personas, como los prejuicios raciales.

Comprender cómo se sienten y cómo se comportan las personas respecto a aquellos que están fuera de su propio grupo puede ayudar a las comunidades a sanar después de una tragedia, así como a evitar futuras tragedias.

 Os dejamos además un video interesante sobre como el racismo influye en nuestroa niñ@s. 

https://www.facebook.com/SpanishRevolution/videos/1839157856173007/UzpfS...

 

 

Fuente: 

https://www.healthychildren.org/Spanish/healthy-living/emotional-wellnes...

CERRADO POR VACACIONES

CERRADO POR VACACIONES

Un nuevo curso ha pasado con la misma sensación de celeridad de siempre. Nos quedamos con la sensación positiva de muchas cosas hechas, diagnósticos y valoraciones, sesiones, talleres, charlas y más, que nos dejan muy buen sabor de boca y la sensación de un trabajo bien hecho. Por otro lado nos queda la sensación de cosas por hacer, que sin duda daremos forma para el nuevo curso y que intentaremos ajustar a vuestras demandas. Nuestro trabajo siempre está orientado a las necesidades o deseos de nuestras familias; niños y niñas y sus padres y familia. Con este proyecto de centro y nuevas ideas en nuestras mentes y corazones nos tomamos un necesario y merecido descanso estival, deseando que todos y todas también podáis descansar y desconectar; además con la idea de regresar en septiembre con energías renovadas y ganas de dar más. Seguimos en septiembre con muchísimas ganas e ilusión.

GRACIAS A NUESTRAS FAMILIAS POR SU PRESENCIA Y LA CONFIANZA DEPOSITADA EN NUESTRO CENTRO. FELIZ VERANO

SEGUIMOS TRABAJANDO EMOCIONALMENTE TAMBIÉN EN VERANO: ACTIVIDADES PARA HACER CON LOS NIÑOS

Cómo trabajar el desarrollo emocional de tus niños este verano.

Aquí os dejamos pautas para trabajar el desarrollo emocional de los más pequeños durante las vacaciones estivales, sea cual sea la actividad que realicemos con ellos. Si no se te ocurren ideas de planes infantiles, no te preocupes, sigue leyendo y encontrarás múltiples sugerencias.

Y sin más preámbulos, comencemos. ¿Qué necesito para contribuir a su desarrollo emocional? La respuesta es clara, sencilla y barata: TIEMPO, necesitas dedicarle tiempo.

Sí, este verano puedes apuntarle a un campamento urbano excepcional, o enviarlo a unas colonias bilingües para que aprenda inglés, y seguro que se lo pasará estupendamente y volverá con muchísimo vocabulario anglosajón. Pero si lo que quieres es incidir en beneficio de su desarrollo emocional, tengo que comunicarte que es imprescindible que le dediques tu tiempo.

Sé que la conciliación laboral es complicada, y es muy probable que tú no tengas tantas vacaciones como tu pequeño, pero te pido que hagas un esfuerzo. Te aseguro que será una gran inversión y que tu implicación tendrá una gran recompensa. Sigue leyendo y verás para qué emplearemos ese tiempo y dedicación con tu pequeño.

1.- Un poquito más de autonomía. Siempre defino el verano como la mejor época para «ir un pasito más allá» e incluir nuevos hábitos que propicien la autonomía en los niños. Gracias a las vacaciones estivales, el buen tiempo y la longitud de los días, tenemos más energía y motivación a la hora de realizar las tareas. Así que, os animo a aprovechar este optimismo para dotar a los más pequeños de nuevas responsabilidades para los que ya nos parecen estar preparados. ¿Qué tal si le quitamos el pañal? ¿Por qué no introducirle nuevas responsabilidades en las labores domésticas? Ahora que tenemos tiempo y energía para enseñarle, dejémosle probar y reforcemos su autonomía. Dediquemos unos días a instaurar nuevas tareas que faciliten la convivencia y le creen una buena base para su autoestima. Es importante que planteemos estos retos de una forma lúdica, con paciencia y mucho cariño. Seguro que al llegar el otoño toda la familia verá recompensado el esfuerzo. ¡Aprovecha la época estival para inculcar nuevos hábitos!

2.- Actividades físicas. Como acabas de leer, considero que el verano es la época perfecta para probar nuevas actividades, incluyendo las físicas y especialmente las que se realizan al aire libre. ¿Nos animamos a aprender a montar en bicicleta? ¿A patinar? ¿Practicamos un poco de natación? Pídele su opinión. Es muy probable que haya algún deporte o disciplina que le interese. Quizás alguna que haya visto en una película, o que practique un amigo o familiar. Me imagino que no es necesario que te comente los beneficios para la salud de la práctica del deporte, y lo perjudicial que es el cada vez más frecuente sedentarismo infantil. Aunque sí que dedicaré unas líneas a enumerarte alguno de los valores que transmite: esfuerzo, superación, perseverancia, igualdad, respeto, deportividad, solidaridad y compañerismo, éxito personal y colectivo, entre otros muchos.

Por supuesto, debe tomarse siempre como una actividad placentera, sin fomentar la competitividad ni presionar al niño para que consiga determinadas metas u objetivos.

3.- Actividades intelectuales. Si tu pequeño tiene deberes escolares este verano, es el momento ideal para sentarse con él y mostrar interés en sus tareas. Ayúdale a adquirir un buen hábito de estudio: a planificarse, resumir, buscar fuentes de información, contrastarlas… El verano también es el momento ideal para leer. Trata de escoger historias con moraleja, que den lugar a una buena conversación tras finalizar la lectura. También podéis aprovechar para jugar a juegos de mesa, cocinar, realizar manualidades, divertirse con rompecabezas o juguetes de construcción que requieran pensar juntos.

Con estas actividades tan sencillas fomentarás en él la perseverancia y el esfuerzo, actuando como modelo de trabajo y dedicación. Además es una manera estupenda de favorecer un clima cálido, que invite a la comunicación y al contacto físico, claves para estrechar vuestro lazo afectivo.

4.- Actividades sociales. En verano es muy habitual que compartamos reuniones con amigos y con otros familiares. Así que es el momento perfecto para enseñar a los niños la forma adecuada de comunicarse, compartir sus inquietudes y sus sentimientos. Si no lo has hecho ya, te animo a conocer a sus amigos del colegio. Puedes invitarlos a casa, o quedar con sus familias en el parque o en la playa y disfrutar de una tarde juntos.

Seguro que pasáis una velada inolvidable, y para tu peque será muy importante comprobar tu interés en conocer mejor a sus compañeros. Será la oportunidad perfecta para relacionarte con ellos, realizar juegos cooperativos y trabajar las habilidades sociales, como la empatía o la resolución de conflictos.

Esperamos y deseamos que estas ideas os sean de utilidad.

 

FUENTE: https://maestradecorazon.com/desarrollo-emocional-verano