Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

EDUCACIÓN EN VALORES, CONVIVENCIA POSITIVA EN EL AULA

¿Qué son valores?

Los valores son los principios y criterios que determinan las preferencias y actitudes de las personas. Los valores establecen en una sociedad concreta, y también para un grupo social o una persona, aquello que es deseable o no. Dicho de otro modo, los valores expresan las situaciones individuales y colectivas deseables para satisfacer las necesidades humanas. En consecuencia, diferentes valores se expresan en diferentes estilos de vida o pautas de comportamiento practicadas por grupos sociales. Los valores pueden clasificarse de diversos modos en función del “objeto” al que se refieren (cognitivos, estéticos, afectivos,…), pero una clasificación referida al sujeto resulta más conforme al desarrollo moral de las personas y ofrece más posibilidades educativas. De este modo hablaríamos de valores individuales (referidos al cuidado del cuerpo, a los aspectos emocionales y cognitivos individuales) como la higiene, la belleza, o la amistad, valores sociales (referidos a las relaciones con los otros) como el respeto, la tolerancia, o la solidaridad, y por último valores morales o éticos (libertad, justicia, igualdad,…). Los valores individuales y sociales tienen un carácter instrumental (modos de pensar o actuar que permiten vivir en sociedad) respecto de los valores éticos que suponen elaborar un sistema propio de preferencias morales que permiten el razonamiento y el juicio moral. A la hora de plantearnos la educación en valores en los centros educativos conviene distinguir la existencia de principios morales de validez universal (respeto, dignidad humana, igualdad, solidaridad,…) que son recogidos en las declaraciones de derechos humanos, constituciones y el propio currículum escolar, de otros valores, no necesariamente compartidos, que representan opciones personales legítimas y respetables relacionadas con los modos de vida, la moral sexual, etc. Educativamente hemos de considerar que los valores no se pueden observar directamente, pero se traducen en actitudes y éstas en normas y hábitos o patrones de conducta: el valor justicia nos impulsa a criticar y actuar en contra de las situaciones que creemos injustas, o el de tolerancia a respetar las diferencias que se manifiestan en otras personas. Aunque no siempre, como veremos, se actúe de modo coherente con nuestros principios morales.

¿Cómo se aprenden valores?

Los valores son construcciones sociales dinámicas que evolucionan y que se transmiten y asimilan por aprendizaje social. El papel del sistema educativo en la transmisión de valores es fundamental para la preservación de la cultura de una sociedad. Desde esta perspectiva la educación en valores formaría parte de la socialización como proceso normativo que consigue que los miembros de una colectividad aprendan los modelos culturales de su sociedad, los asimilen y los conviertan en sus propias reglas personales de vida. Siendo necesario integrar a los miembros de una sociedad por medio de valores, normas y pautas de comportamiento comunes, la educación en valores no debe convertirse en adoctrinamiento. Una educación integral debe aspirar a que los alumnos construyan su propio sistema valorativo en interacción con los iguales y los educadores, desde el diálogo y el respeto al otro. En este sentido, más que hablar de educación en valores deberíamos hablar de educación moral. Su objetivo es propiciar el desarrollo del razonamiento moral de los alumnos a partir del análisis de las situaciones personales y sociales (conflictos y dilemas morales). En definitiva, se ha de conjugar la socialización con el desarrollo moral del niño: precisamos de una educación que permita al alumno integrarse en una sociedad a partir de la aceptación de una serie de valores mayoritarios como marco ético individual y colectivo, pero también se ha de propiciar el desarrollo de su propio sistema de valores manteniendo las posibilidades de transformar y mejorar esa sociedad.

Desarrollo moral y educación en valores

Para poder entender cómo se aprenden los valores y se produce el desarrollo moral proponemos una explicación evolutiva, interactiva y ecológica, complementaria de la que en su momento propusimos para la mejora de la convivencia.

a) Aspectos cognitivo-evolutivos del desarrollo moral

Desde el punto de vista de la psicología evolutiva y cognitiva el aprendizaje de valores se relaciona con el progresivo desarrollo del juicio o razonamiento moral que permite la construcción de principios morales propios.

En este proceso el individuo pasa por diferentes etapas de desarrollo moral vinculadas a su desarrollo psicológico global que, a grandes rasgos, pueden dividirse en tres grandes niveles o periodos:

- El nivel pre convencional (4-10 años): es un nivel inicial en el cual las normas son una realidad externa que se respetan sólo atendiendo las consecuencias (premio, castigo) o el poder de quienes las establecen (padres, profesores,…). El niño no ha entendido aún que las normas sociales son convenciones para un buen funcionamiento de la sociedad. Se tiene una moral heterónoma, impuesta por otros, y el individuo busca satisfacer intereses propios.

- El nivel convencional (10-13 años): en este nivel, el individuo se mueve por la aprobación social de otros. Se quiere responder favorablemente a las expectativas que los otros tienen de uno. Más allá de la conveniencia individual se identifica como bueno o malo aquello que el grupo o la sociedad así considera. Se tienen en cuenta los intereses y expectativas de los demás y se busca la reciprocidad de la norma. La moral autónoma surge de la relación con los iguales y está basada en la igualdad: la necesidad y la conveniencia del respeto mutuo y la igualdad en el trato.

- El nivel pos convencional (a partir de los 13 años): es el nivel de comprensión y aceptación de los principios morales universales que inspiran las normas y son válidos para todas las personas. De hecho, los principios morales son más importantes que las normas. Se alcanza así la autonomía moral en base a un propio sistema de valores.

Según Kohlberg (1992) la maduración biológica y el aprendizaje permiten el desarrollo del pensamiento lógico y la habilidad para tomar decisiones. Esto propicia la evolución moral pasando de modo progresivo e irreversible a los periodos más avanzados (el autor define seis estadios considerando que no todo el mundo alcanza los últimos periodos de mayor madurez moral).

b) Desarrollo moral desde la perspectiva ecológica.

Desde una perspectiva ecológica lo importante para el desarrollo moral es la influencia de los diferentes contextos culturales en que se mueve el individuo: ambiente familiar, escolar y social. La interacción del individuo en estos contextos de desarrollo o “niveles ecológicos” viviendo diferentes situaciones, adoptando distintos roles, respetando e interiorizando normas, resolviendo situaciones conflictivas y dilemas morales, es la que propicia la interiorización de valores y el desarrollo moral. Los contextos de desarrollo cercanos o microsistemas como la familia y la escuela, son los que más dilemas o conflictos éticos suscitan frente a otras problemáticas más lejanas (Cortés, 2003).

En todo caso no hemos de menospreciar el valor socializador y educador de otros contextos (como la influencia de los medios de comunicación), ni renunciar a buscar la necesaria coherencia y consistencia entre los diferentes micro y macro sistemas. Dicho de otro modo, los valores que la escuela y las familias se esfuerzan por inculcar no deben ser contradictorios, ni verse debilitado por valores contrarios presentes en otros ámbitos de la sociedad.

c) Desarrollo moral y aspectos afectivo-emocionales. Hacer un análisis del desarrollo moral sólo desde la dimensión cognitiva es algo limitado. Los pensamientos y los valores se refieren a conductas, pero también a aspectos afectivos y relacionales: el componente emocional es decisivo para el aprendizaje, interiorización y puesta en práctica de conductas, normas, actitudes y valores.

En realidad, los juicios morales de los niños están ligados a la comprensión de las emociones. La empatía (el saber ponerse en el lugar del otro) tiene un carácter afectivo además de cognitivo que es fundamental para el desarrollo moral, de modo que si un niño no es capaz de comprender que un compañero está triste y ser sensible a esa tristeza, tampoco podrá interpretar si lo que ha causado esa tristeza es correcto o no. Otros aspectos como el desarrollo de la autoestima o la auto-regulación emocional son fundamentales para favorecer la conducta pro social y su regulación moral.

Los aspectos afectivos y contextuales se ponen de manifiesto a la hora de explicar la consistencia moral: la diferencia existente entre el razonamiento moral y la acción moral. Poseer un juicio moral avanzado no significa que nuestras acciones sean morales (Cortés, 2002), o dicho de otro modo: se puede ser inconsistente entre lo que lo que se piensa que está bien y lo que luego se hace.

La explicación hay que buscarla en la situación concreta y cómo influyen a la hora de tomar una decisión de carácter moral las emociones (lo que siento hacia una persona, lo que me vincula a un grupo o persona en ese momento) y las habilidades que se ponen en juego (comunicación, autorregulación de la conducta y las emociones, etc.).

Por esta razón podemos concluir que la conducta moral tiene un carácter contextual, emocional e interactivo: depende de factores situacionales, de sistemas de relaciones establecidos, de vivencias anteriores, afectos y sentimientos. Así pues, las conductas y habilidades dirigidas a mejorar la comunicación, el respeto y la comprensión del otro, la resolución pacífica de conflictos, el autocontrol conductual y emocional, son imprescindibles herramientas para conseguir la consistencia moral: llevar a la práctica los juicios morales. Por esta razón muchas propuestas de educación en valores integran aspectos relacionados con las habilidades sociales y la educación emocional.

La interiorización de valores y el desarrollo del juicio moral en el contexto educativo Teniendo en cuenta lo expuesto podemos concluir que el alumno interioriza actitudes y valores según su madurez moral (etapa de desarrollo en la que se encuentra) y los procesos de aprendizaje que realiza en la familia, escuela y otros contextos de relación. La mayor o menor influencia educadora de estos contextos, así como la puesta en práctica de los valores mediante conductas concretas, viene modulada por la vinculación afectiva que el sujeto establece con el contexto de relación (familia, aula, centro, grupo de iguales, comunidad,…) y por la coherencia educativa que existe entre esos sistemas de relación. Las estrategias que permiten el desarrollo moral se basan fundamentalmente en discutir y juzgar moralmente situaciones, pero no se ha de olvidar que en toda educación escolar, y en especial en los primeros niveles, los niños deben aprender modelos básicos de conducta que les hagan socialmente competentes, algo básico para poder desarrollarse desde el punto de vista moral. En este sentido no se debe renunciar a una socialización escolar legítima que concrete en normas de comportamiento y hábitos de conducta los valores.

Por otra parte, el centro escolar, como contexto de relación intencionalmente educativo, debería proporcionar un adecuado clima afectivo y un entorno de relación seguro que permita a los alumnos desarrollar su dimensión moral tanto en los aspectos cognitivos como socio afectivos. Con este propósito apuesta por una “red de escuelas democráticas”, es decir, comprometidas con la innovación democrática del currículum y de la organización de los centros.

¿Cómo educar en valores en el centro escolar?

Una propuesta vinculada la mejora de la convivencia y la calidad de la educación Es evidente que existe una relación bidireccional entre educación en valores y educación para la convivencia. La conducta y el juicio moral se construyen en el individuo a partir de sus relaciones sociales, en su trato con el próximo y el prójimo, aprendiendo a ser tolerante y a ponerse en el lugar del otro (Bonilla, 2005), lo que favorece, a su vez, una adecuada convivencia. Por tanto, no podemos tomar la educación en valores como un instrumento, esta vez, para mejorar la convivencia escolar. Es necesario diferenciar un componente inherente a la educación como es la formación integral de la persona, del logro de objetivos concretos vinculados a otros muchos factores, como ocurre en el caso de la mejora de la convivencia escolar.

Una propuesta coherente de educación en valores supone tener un proyecto educativo (en un sentido amplio del término) común en el centro donde esté bien definida la apuesta por una educación de calidad, es decir, por una educación atenta al desarrollo integral de todos los alumnos y a proporcionar el mejor clima de convivencia posible en la institución. En nuestro planteamiento de mejora de la convivencia escolar a través de planes de centro (Ballester y Calvo, 2007) consideramos un elemento básico la educación en valores para la convivencia, pero vinculada de modo coherente a otras finalidades y actuaciones.

Desde nuestra perspectiva la educación en valores tiene una importancia fundamental en la mejora de la convivencia y en la consecución de una educación de calidad. Pero lo que más nos preocupa es que se pueda desarrollar una acción educativa coherente e integrada sin sobrecargarla de aspectos artificialmente añadidos. Por ese motivo pensamos que hay que clarificar cómo están presentes los valores en los procesos educativos escolares y buscar el modo de educar en consonancia con los mismos con el fin de favorecer el desarrollo moral de cada alumno.

El aprendizaje cooperativo entendido como cooperar para aprender, y, a su vez, aprender a cooperar contribuye a desarrollar la capacidad para el diálogo, para vivir en comunidad y para comportarse de forma solidaria.

Desarrollo de temas transversales Se trata de la planificación y desarrollo de unidades didácticas que contemplen expresamente la educación en determinados valores. Este desarrollo de los llamados temas transversales se puede realizar desde varias perspectivas:

- Integrar en determinadas unidades didácticas ciertas actitudes y valores como contenidos actitudinales. Por ejemplo, en la unidad didáctica sobre la “energía” incluimos actividades para trabajar los problemas ambientales ligados a las distintas fuentes de energía.

- Elaborar una unidad didáctica específica sobre algún aspecto “transversal” incluido en los contenidos de algún área de conocimientos. Por ejemplo en Geografía e Historia diseñar una unidad sobre “Los conflictos en el mundo de hoy” o en Conocimiento del Medio una unidad sobre “Hábitos saludables de higiene y alimentación”.

- Elaborar unidades didácticas de modo global o interdisciplinar en torno a un valor o tema transversal. Por ejemplo realizar una unidad didáctica sobre la contaminación que incluya contenidos de diferentes materias. Técnicas específicas para su empleo en la acción tutorial o programas específicos.

Una condición previa para favorecer el desarrollo social y moral de los alumnos desde el conjunto de la acción tutorial es procurar la motivación y autoestima del alumno: adecuar las oportunidades de aprendizaje, mejorar su auto concepto, proporcionar una orientación personal, incluso un modelo de comunicación y relación. La preocupación por el alumno, la empatía que percibe en el profesor, favorece la vinculación al centro, al grupo y a las propuestas de aprendizaje (incluidas las de tipo moral).

Dicho esto también es necesario contar con técnicas y estrategias a la hora de planificar pedagógicamente la interiorización de valores y el desarrollo del juicio moral. Técnicas propias de una educación en valores entendida como socialización. Desde una perspectiva de socialización, cuando los niños son pequeños no tienen razones morales que justifiquen su comportamiento ni los valores que los mueven, por lo que es necesario inculcarles una serie de valores sociales básicos para la convivencia y su desarrollo como personas.

• Enseñanza de habilidades sociales e instrucción directa: mediante comunicación directa, modelado y refuerzo positivo de determinadas conductas se le señala al alumno lo que está bien o mal. Es deseable que se determinen 18 los hábitos de conducta y las habilidades sociales que hay que desarrollar en cada momento (por ciclos o niveles).

• Modelado: el profesor como modelo intencional de referencia en la interacción profesor-alumno. El alumno debe tener un modelo adecuado de relación que demuestre lo importante que es el respeto, la responsabilidad y la coherencia moral.

• Dramatización: las actividades deben presentar modelos deseables de conducta. A tal efecto deben ser dirigidas por el profesor para asegurar la valoración adecuada de comportamientos y actitudes. Técnicas para el desarrollo de una moral autónoma: Son un conjunto de actividades que permiten que los valores sean construidos activamente por el sujeto, fundamentalmente a partir de la interacción con los iguales.

• Discusión de dilemas morales: se trata de un texto breve que presenta una situación moralmente conflictiva (habitualmente con dos posibles respuestas) de manera que el alumno tenga que elegir entre unos valores que entran en conflicto emitiendo un juicio personal. Los dilemas morales pueden derivarse del contexto cercano de los alumnos (su relaciones con compañeros y amigos, los conflictos en la escuela y la familia) o de contextos sociales más amplios (nuestra sociedad, otros países,…), del mismo modo pueden ser hipotéticos o reales.

Veamos un ejemplo: “En la clase se ha roto el cristal de una ventana, como consecuencia de la mala conducta de un alumno. El profesor pregunta quién ha sido, diciendo que si el culpable no aparece toda la clase tendrá que pagar su reparación, además de sufrir otros castigos. Un grupo de alumnos saben quién es el responsable, pero deciden no decir nada, porque el alumno causante del problema es amigo de ellos, y no quieren ser acusados de "chivatos" ni "traidores". Además, quieren evitarse los problemas y molestias que les causaría su confesión. En consecuencia, toda la clase es castigada. ¿Ves correcta la conducta de esos alumnos? ¿Tú qué harías en un caso similar?

• Clarificación de valores: se trata de que los alumnos definan, clarifiquen sus valores, actitudes y opiniones tras una reflexión motivada por el profesor a través de preguntas, textos y diversas actividades. En esta técnica el profesor se muestra neutral ante los planteamientos de los alumnos siendo un “facilitador” del proceso y no director del mismo.

Esto le ha valido numerosas críticas, pues tiende a propiciar el relativismo moral no pudiendo aspirar a tener valores comunes ya que éstos tienen un carácter individual no social. Una actividad que ejemplifica los procedimientos de clarificación de valores podría ser la siguiente:

Dividida la clase en grupos de tres o cuatro alumnos se les entrega una “lista de bienes” que pueden adquirir hipotéticamente a partir de una cantidad de dinero que se proporciona fotocopiada: 20 vales por valor de 100 euros cada uno. Se trata de que el grupo decida cómo va a gastar su dinero y posteriormente explique, en una puesta en común, los criterios que le han llevado a hacer sus compras.

En la “lista de bienes” se incluyen bienes materiales (por ejemplo, poder llenar el carrito en unos grandes almacenes por 200 euros) y sobre todo 19 inmateriales (unas notas magníficas por 400 euros, unas vacaciones para sus padres por 300 euros, arreglar la contaminación del país 500 euros, etc.).

• Comprensión crítica: análisis y discusión de textos (informaciones de prensa, pequeñas historias) cuentos, documentos audiovisuales y películas donde se reflejan actitudes y valores ante los que posicionarse. Se pueden ver ejemplos de cómo trabajar valores con el cine en: http://www.edualter.org/material/pau/paz.htm

• Juego de roles o simulación: los alumnos participan en un juego estructurado previamente en el que asumen roles que no son los suyos en la vida real. Se ven impelidos a tomar decisiones en función de cómo perciben la “realidad” en que el juego los sitúa, para después (una vez acabado el juego) reflexionar sobre sus actitudes y las de los demás. Para desarrollar un juego de rol se debe preparar un breve texto de presentación de la situación, así como una serie de tarjetas donde se describe cómo debe actuar cada personaje.

Por ejemplo, podemos representar la situación de un alumno que comenta sus malas notas con su familia, y donde el alumno, el padre, la madre y un hermano adoptan distintos roles respectivamente: no responsabilizarse y echar la culpa a otros, acusar y reñir de modo agresivo, lamentarse y auto inculparse por no haber tomado medidas, y meter “cizaña”. Juegos y materiales didácticos que siguen esta dinámica pueden encontrarse entre las publicaciones de diferentes asociaciones no gubernamentales preocupadas por la educación para el desarrollo y la paz (ver apartado de recursos web).

• Voluntariado: se trata de poner en marcha programas y actuaciones de ayuda entre iguales, tutorización, mediación etc., que permitan al alumno vivir valores como la solidaridad, el respeto o la resolución no violenta de conflictos. Puede ocurrir que, en ocasiones, el voluntariado sea inducido (Trianes y García Correa, 2002) para que determinados alumnos tengan la oportunidad de experimentar los comportamientos altruistas y verse a sí mismos como personas con valores positivos que ayudan a otras. Una propuesta interesante es la del “alumno ayudante” (Fernández, Villaoslada y Funes, 2002) que ya ha sido experimentado en numerosos centros. Referimos a continuación las funciones del alumno ayudante tal y como las recoge una experiencia del I.E.S. “Madrid Sur” con alumnos de la E.S.O. (López Torrellas, 2007):

¿Qué son los alumnos ayudantes? Son alumnos ayudan a resolver los conflictos que surgen en las clases. Funciones: Aunque ésta es su función esencial colaboran en múltiples facetas relacionadas con la convivencia como: • Informar a los compañeros sobre su posible ayuda o la del equipo.

• Acoger a los alumnos recién llegados o a aquellos que se encuentren solos o son rechazados.

• Escuchar a los compañeros en sus versiones de los conflictos e inquietudes. No aconsejar ni criticar.

• Detectar posibles conflictos.

• Derivar aquellos casos en los que no sepan actuar.

• Cooperar entre los alumnos ayudantes de cada clase. Los principios que mueven a los alumnos ayudantes son: confidencialidad, compromiso, respeto, solidaridad, disponibilidad y neutralidad.

• Juegos cooperativos. Juegos que permiten la cohesión del grupo de alumnos, su conocimiento mutuo, la colaboración y el desarrollo de valores (Cascón y Berinstain, 2000, Vinuesa, 2002). Ver ejemplos en http://catedu.es/dinamicas/actipaz/todo.php

• Resolución de conflictos. Se trata de proporcionar a los alumnos un método para analizar los problemas y enfrentarlos de un modo positivo, teniendo en cuenta que sólo es posible transformar un conflicto si somos capaces de trascender los objetivos e intereses particulares en aras de valores comunes (Galtung, 1998, Boqué, 2002). Recursos de internet Para conocer más aspectos sobre la educación en valores, pero sobre todo acceder a unidades didácticas, actividades y materiales diversos que permiten aplicar las técnicas referidas en el apartado anterior recomendamos la visita a los siguientes sitios de internet:

http://www.edualter.org/ Página web que incluye numerosos recursos vinculados con al educación en valores agrupados por temas (Educación para la Paz, Valores, la Interculturalidad y el Desarrollo). Incluye campañas y propuestas pedagógicas para trabajar temas de actualidad tanto a nivel de educación formal como no-formal.

http://www.educacionenvalores.org/ Portal completísimo donde acceder a todo tipo de documentos desde habituales las unidades didácticas a “webquests” (http://www.educacionenvalores.org/mot.php3?id_mot=194)

http://www.oei.es/valores.htm Página de educación en valores de la Organización de Estados Iberoamericanos que ofrece una gran cantidad de artículos y documentos en su “sala de lectura”, la mayoría de tipo teórico. Es recomendable su sección de enlaces: http://www.oei.es/valores2/valoresenlaces.htm

http://www.cnice.mecd.es/profesores/contenidos_transversales/educacio n_para_la_paz/ Recursos sobre educación en valores de tipo práctico alojados en el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa del Ministerio de Educación y Ciencia • http://www.fuhem.es/portal/areas/paz/EDUCA/ 21 Ofrece multitud de recursos (informes, artículos, imágenes, recursos didácticos, bibliografías, enlaces) sobre conflictos internacionales, desarrollo y cooperación

 •http://www.juntadeandalucia.es/educacion/convivencia/com/jsp/listado.jsp... Materiales (manuales y actividades) para desarrollar muchas de las actuaciones de centro y propias de la acción tutorial (normas, resolución de conflictos, alumnos ayudantes) que hemos reseñado. Los recursos para poner en marcha la estrategia de “alumnado ayudante” se pueden ver en la siguiente dirección de web. http://www.juntadeandalucia.es/educacion/convivencia/com/jsp/contenido.j... vivencia/contenidos/Materiales/BibliografiayMaterialesdeInteres/AlumnadoAyudanteYM ediacion/MaterialesPracticosAlumnadoAyudante&seccion=bibliografia •http://www.cruzrojajuventud.org/portal/page?_pageid=94,53079&_dad=portal... Portal de Cruz Roja de la Juventud que ofrece materiales didácticos descargables sobre educación para la salud y educación para la convivencia entre otros.

http://www.intermonoxfam.org/page.asp?id=99 Recursos pedagógicos sobre educación para el desarrollo y otros aspectos relacionados con valores como la solidaridad, la justicia y la igualdad.

http://www.homoprosocius.org/ocas_educativas.asp Juegos cooperativos para fomentar en tutoría el compromiso social y los valores humanos (la oca de la convivencia, la oca de la solidaridad y de la ciudadanía)

http://www.ctv.es/USERS/avicent/Juegos_paz/ Juegos cooperativos para la cohesión del grupo de clase.

http://sapiens.ya.com/laurecaballero/dilemas_morales.htm Ejemplos y procedimientos para elaborar dilemas morales

http://www.iesmurgi.org/filosofia/etica/Dilemas%20Morales.htm Ejemplos de dilemas morales clasificados por temas.

 

 

 

FUENTE: https://diversidad.murciaeduca.es/orientamur/gestion/documentos/educacio...