Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

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EL PESO DE LAS EXPECTATIVAS SOBRE NUESTROS HIJ@S

Esta semana vamos con expectativas y el daño que estas pueden hacer. Lo primero es mirarnos a nosotros mismos, ¿sentimos que hemos cubierto nuestras expectativas sobre nosotros mismos? , ¿Coinciden con las que nuestros padres tenían sobre nosotros. Si la respuesta es que sí, probablemente leas este texto con atención y quizás puedes banalizarlo o rebatirlo. Si tu respuesta es que no, sentirás que este texto conecta contigo y te ayudara a NO REPETIR. Es fundamental no repetir esos patrones familiares de crianza que no nos hicieron bien. Parece obvio, pero a veces el autorreferencial pesa demasiado y nos vemos repitiendo una y otra vez.
Las expectativas en la vida son naturales, pero eso no significa que sean siempre positivas.
Construimos expectativas en muchos aspectos de la vida, sobre nuestro trabajo, nosotros mismos, los amigos, el futbol….

También lo hacemos acerca de nuestros hijos, antes incluso de que nazcan e incluso antes de ser concebidos. Un ejemplo de ello es la elección del nombre. Las expectativas guardan relación con nuestros deseos. Muchas personas escogen para su hijo el nombre de alguien a quien quieren o admiran y esperan así que su hijo obtenga las cualidades positivas de aquella persona. Lo que a veces desconocemos es que lo cargamos, cargamos al nene con “ser como” actuar como esa persona, incluso repetir….Otros lo hacen en torno al significado, pensemos por ejemplo en el nombre de Sofía, que en griego significa ‘sabiduría’. Es más que probable que unos padres que escogen para su hija el nombre de Sofía estimulen en su hija la adquisición del conocimiento.
Las expectativas que ponemos sobre ellos vamos a comprobar cómo influyen en la conducta. El sociólogo estadounidense R. K. Merton fue uno de los primeros en explicar este fenómeno a través de lo que él vino a denominar ‘profecía auto cumplida’.
Merton lo explicó de la siguiente manera: “La profecía que se autorrealiza es, al principio, una definición «falsa» de la situación que despierta un nuevo comportamiento que hace que la falsa concepción original de la situación se vuelva «verdadera».”
Esto se puede observar en los rumores. A veces se extiende un rumor y ese actúa directamente sobre el afectado haciéndolo realidad. Por ejemplo, en esa tienda la fruta está mal, esa tienda que tenía buena fruta puede llegar a quebrar. Los psicólogos se han centrado en el estudio del efecto que las profecías tienen en la identidad, la autoestima, la motivación y la conducta de las personas.
Un tipo concreto de ellas, las “profecías auto-cumplidas’ son de gran relevancia para la psicología, llegando al ‘efecto Pigmalión’.
Tal efecto fue descrito en 1968, tras un experimento llevado a cabo en un colegio de California. Los investigadores realizaron test de inteligencia a los alumnos del centro educativo. Posteriormente seleccionaron un grupo de estudiantes al azar y les dijeron a los profesores que esos niños tenían una inteligencia, creatividad y capacidades especiales. Seis meses después encontraron que aquellos estudiantes etiquetados como especiales habían obtenido un rendimiento académico significativamente superior al de sus compañeros.
Para entender porque sucedió vemos que encontraremos la respuesta en las expectativas de los profesores. Estos estuvieron más pendientes de los alumnos que habían sido etiquetados al azar como ‘especiales’, pusieron más esmero en su educación que en la de los otros estudiantes. Esta atención especial generaba en los niños autoconfianza y autoestima y un incremento de la motivación por obtener buenos resultados.
Desde los años 60 multitud de estudios han demostrado el impacto del ‘efecto Pigmalión’ en distintos contextos: educativos, laborales y familiares.
Es frecuente observar en los hermanos comportamientos e inquietudes distintas pese a que sus padres creen haberles educado de la misma manera. Supongamos por ejemplo que uno tiene inquietudes y facultades para la ciencia mientras que otro posee talento artístico. Si pudiéramos asomarnos a sus vidas como observadores, es muy probable que a uno le hayan alabado desde muy pequeño cada mínima creación artística mientras que otro ha conseguido el reconocimiento de sus padres a través de los logros académicos. Es muy posible que las expectativas de los padres hayan influido en la motivación, alentando unas conductas en detrimento de otras. Podríamos ir incluso más lejos, afirmando que cada hermano ha complacido así un deseo que en origen no era suyo sino de sus padres.
El problema del ‘efecto Pigmalión’ ante profecías positivas no es negativa, el problema surge cuando la profecía es negativa para la autoestima de nuestro hijo.
“El niño tiene capacidades pero es un vago”. Es la frase que más pronuncian los padres, ante el fracaso escolar de sus hijos. Con el adjetivo de vagos pretenden salvaguardar la autoestima del niño, dejando claro que “su hijo no es tonto”. Parece ser que ser vago es mejor que ser tonto…. El problema es que la etiqueta ‘vago’ va transformándose en una profecía que no le saca del fracaso escolar y se va extendiendo a otras áreas de su vida, pues de tanto decirle al niño que es un vago, acaba comportándose como tal.
¿Quizás el lector se pregunte qué puede decir un padre para explicar el bajo rendimiento escolar de su hijo? La respuesta es: ¿Por qué tiene que explicarlo? Por qué no puede simplemente decir, “mi hijo tiene dificultades con las matemáticas”. Cuando nos limitamos a describir lo que pasa sin atribuirlo a rasgos internos, estamos evitando profecías y protegiendo la autoestima de nuestros hijos.
A este respecto, los padres separados tienen que tener especial cuidado con las profecías, pues a menudo las confeccionan en comparación con un atributo negativo de su expareja. Por ejemplo, “vas a ser un vago como tu padre”.
También las expectativas positivas pueden generar estrés en nuestros hijos cuando se formulan de manera que el niño siente que no puede estar a la altura. Es entonces cuando intentan cumplir lo que los padres desean al precio que sea, aunque vaya en contra de ellos mismos. Es complejo no tener expectativas pero es relativamente fácil tomar consciencia de que las tenemos y con consciencia intentar manejar esta situación nada beneficiosa para nuestros hijos.
Por ello y en esta toma de consciencia; intenta ser consciente de tus expectativas, deseos y miedos en relación al futuro de tus hijos. Desde ahí, párate a pensar sobre qué mensajes transmites a tus hijos.

No asocies los resultados negativos con rasgos de personalidad de tus hijos. Por ejemplo, en lugar de decir “eres un mentiroso”, decirle “lo que has dicho es mentira”. Transmite que puede haber un error puntual que puede subsanar y no que uno “es así” y sobre esto poco podría hacer. Es fundamental no asociar rasgos negativos a la herencia de uno de los progenitores; por ejemplo, “Eres envidiosa como tu madre”. Obligamos así por lealtad a ser como ese padre o madre…..

Muy importante es estimular con metas que puedan alcanzar.

Fuentes de inspiración.

Libros: Conozco A Mi Hijo A Través Del Eneagrama de Maurizio Cusani

Webs: https://www.mujerhoy.com/vivir/protagonistas/201601/22/elsa-punset-libro...
http://institutopalacios.com/como-afectan-nuestras-expectativas-en-el-de...

RESILIENCIA PARENTAL

Una de las competencias fundamentales para la creación de vínculos sólidos con nuestros hijos es la resiliencia parental.

La resilencia es un concepto que hace referencia a la capacidad de ciertas personas, también en los niños, para hacer frente a los factores y circunstancias adversas que nos depara la vida.

Los sujetos con resilencia son capaces de seguir construyendo su futuro de forma equilibrada y sana pese a las experiencias difíciles, los traumas vividos y las carencias afectivas tempranas. Podríamos decir que hay un cierto aprendizaje de las malas experiencias y un deseo que impulsa a estas personas a construir estrategias alternativas para llegar a funcionar mejor en todos los ámbitos, incluido el familiar, pese a las circunstancias adversas.

La resilencia es, por tanto, una de las habilidades básicas fundamentales deseables y esperables en los padres. No obstante, el desarrollo de esta capacidad es posible tanto para los padres como para los hijos y de su establecimiento en los más pequeños va a depender de la existencia de una parentalidad sana, competente y que sirva de modelo adecuado.

Los padres resilientes tienen la capacidad de establecer un vínculo afectivo (apego) a partir de procurar los necesarios cuidados tanto físicos (comida, higiene, etc.) como afectivos (amor incondicional, tiempos comunes, proximidad afectiva, etc.). No obstante, deben ser capaces, paralelamente a estos cuidados básicos, de compartir con sus hijos la idea de que el crecimiento y el desarrollo de todos los seres humanos y el de ellos, en particular, pasa por una serie de desafíos que forman parte de la vida y que algunos de ellos les provocarán dolor y frustración, pero que si confían en sus propios recursos y el apoyo de los suyos, podrán salir adelante.

Estos padres, en definitiva, tienen la capacidad de tomar el timón de sus vidas, saben identificar y analizar las situaciones problemáticas que afectan a la familia y tomar las decisiones oportunas con solicitud de ayuda si lo consideran necesario. Esto no lo hacen tanto desde el desánimo sino desde la voluntad e iniciativa de cambiar las cosas por el bien de toda la familia. Incluye esta resiliencia la capacidad de renuncia personal.

FUENTE https://www.supernanny-barcelona.com/resiliencia-parental-terrassa-barce...

APROVECHAMOS PARA COMUNICAROS QUE EN EL MES DE OCTUBRE EN NUESTRO CENTRO TENDREMOS UNA CHARLA GRATUITA SOBRE ESTE TEMA. EN BREVE ANUNCIAREMOS LAS FECHAS.

EL SÍNDROME POST-VACACIONAL EN NIÑOS

El síndrome postvacacional y los niños El síndrome postvacacional que solemos llamar a esa desgana que nos entra tras las vacaciones afecta a adultos pero también a niños.  De hecho, esos sentimientos de Tristeza, apatía, decaimiento y hasta crisis existencial que padecemos en algunas ocasiones los adultos se puede ver también en los niños de otra forma. Quizás como falta de concentración, ansiedad o irritabilidad. Que a veces suelen llegar a somatizar con dolores de cabeza o estómago; los signos físicos más comunes de la ansiedad infantil. A veces nos planteamos si estos síntomas en los niños no pueden ser un reflejo de los de sus adultos más próximos. Para prevenir estos problemas es importante que los padres ayudemos a nuestros hijos a recuperar la rutina por lo menos una semana antes de empezar el colegio. Para eso, aconsejamos una serie de medidas que pueden ayudarnos: 1. Establece nuevos horarios para dormir y despertar. Poco a poco, ir ajustando el horario de las vacaciones con el de colegio. Eso ayudará al niño a que no acuda cansado el primer día de colegio. Evitará que esté irritado y malhumorado. 2. Repaso del curso anterior. Busca un momento a diario para que los niños revisen los contenidos del curso anterior. Conviene repasar las tablas de multiplicar, reglas de ortografía, en algún tema de Lengua u otras asignaturas, para evitar la inseguridad que pueda sentir al iniciar un nuevo curso. 3. Evita dejar todo para última hora. La compra de los libros de texto, el material escolar que aún falta, la mochila, el estuche, el uniforme o la ropa casual no deben dejarse para el último momento. Los niños pueden participar en algunas tareas como forrar los libros, poner su nombre, organizar el material y ordenar. De forma que los hagamos partícipes del proceso y de alguna forma otorgamos control sobre lo que será su rutina de nuevo. 4. Reencuentro con amigos. Sería interesante que el niño entrara en contacto con sus mejores amigos del colegio e intentara encontrarse personalmente con ellos para jugar, y así romper un poco el hielo del reencuentro. 5. Actitud positiva. Evita dar importancia a las palabras del niño cuando se queja de que tiene que volver al colegio. ¿A quién no le gustaría estar siempre de vacaciones? Por esta razón, busca adoptar una actitud positiva. Nuestra actitud será un espejo para ellos. Si nosotros volvemos al trabajo sin ganas, tristes o malhumorados esta puede ser su actitud ante su vuelta a la rutina también. El síndrome postvacacional suele durar de dos días a una semana. No se trata de una enfermedad, por lo tanto, no hay que dar vueltas al tema. Evita que cunda el pánico. Es una etapa de transición. Los niños son especialmente vulnerables a los cambios y, sin duda alguna, el fin de las vacaciones es una situación a la que cuesta acostumbrarse. Vuelven al cole, a los madrugones y a la rutina escolar. No todos los niños sufren síndrome postvacacional. Según el estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria son sólo entre el 5% y el 8% de niños los que sufren las consecuencias físicas y psíquicas de este final de las vacaciones. En cualquier caso tendremos presente: • Buscar el lado positivo de la vuelta al cole: las vacaciones son geniales, pero volver a la rutina también tiene su parte positiva. Podrán reencontrarse con sus amigos del cole o conocer nuevos, compartir con ellos horas de juego y aprender un montón de cosas nuevas. • Recuperar la ilusión: muchos estaréis volviendo a casa tras las vacaciones de verano. Pero al fin y al cabo volver no es tan malo. Trasmítele a tu hijo la ilusión de reencontrarse con sus juguetes, dormir en su cama y volver a su casa. • Tu actitud importa: Es más probable que este trastorno lo sufran los niños y niñas cuyos padres también lo sufren (aproximadamente el 15% de los adultos lo sufren), así que es importante que todos en casa hagáis un proceso de adaptación Ánimo con la vuelta a nuestras rutinas y disfrutar de cada día, ahora es el mejor momento que podemos vivir, disfrutando a tope de los que nos toca en cada momento y cada día; si mantenemos nosotros esa actitud de vida será la que ellos mantengan en sus vidas.

CERRAMOS POR VACACIONES DESEANDO A TODOS UN MES DE AGOSTO NUTRITIVO Y FELIZ.

DESPUÉS DE TODO EL AÑO DE TRABAJO SON NECESARIAS UNAS MERECIDAS VACACIONES.

La dedicación al trabajo es algo que nos aporta estabilidad y si además amas tu trabajo, como es nuestro caso, te aporta múltiples beneficios emocionales. Aunque también supone un desgaste, tanto físico como psicológico.

La actividad rutinaria y el estrés al que están sometidas muchas profesiones acaban pasando una pequeña factura con el tiempo, y por eso es muy importante reservarnos un tiempo para nosotros mismos y desconectar de la rutina y el trabajo diarios.

Es por eso que a todos nos llegan las vacaciones. Es importantísimo disfrutar de unas buenas vacaciones anualmente.

Es bueno para nuestra salud, ya que desconectar durante un período de tiempo tiene beneficios a nivel psicológico:

• Reduce las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco y mejora nuestra salud cardiovascular.

• Disminuye considerablemente los niveles de estrés, haciendo que podamos disfrutar de un estado de relajación prolongado.

• Aumenta notoriamente nuestro bienestar.

• Las vacaciones hacen que, al volver al trabajo, seamos mucho más productivos y nuestro rendimiento laboral aumente.

 

No obstante, no todo vale: el período de vacaciones se debe planificar correctamente. ¿Debemos hacer un único descanso largo, o es mejor hacer pequeñas y cortas vacaciones pero más a menudo? ¿Cuánto tiempo tardamos en notas los efectos positivos de las vacaciones?

Está demostrado que trabajar durante un largo período de tiempo hace que los niveles de adrenalina, noradrenalina y cortisol aumenten, haciendo que se genere un estrés crónico que nos afecta en todas las funciones corporales, tanto las más físicas como las cognitivas o emocionales. Igual que este estrés crónico no aparece de forma repentina, sino que va haciéndose más fuerte con el paso del tiempo, la recuperación de estos efectos tampoco es inmediata. Por eso es importante que nos tomemos un tiempo de descanso, tanto corto como largo, para recuperarnos de los efectos derivados de nuestros trabajos, ya que de esta forma conseguiremos beneficios considerables, especialmente en nuestro estado emocional.

En Akro cerramos el mes de Agosto, son nuestras vacaciones anuales y también nuestra desconexión necesaria del día a día, preocupaciones que genera nuestro trabajo y oxigenación para seguir haciendo el buen trabajo que hacemos desde hace más de 30 años. Llegará el curso con nuevos retos y seguiremos nuestra formación y crecimiento personal dando lo mejor de nosotras cada día. Por ello os deseamos y nos deseamos unas buenas y merecidas vacaciones agradeciendo como siempre vuestra presencia y confianza en nuestro centro.

VERANO EN MENTE CUERPO Y ALMA

El 21 de junio es el solsticio de verano y hasta el día 24 tenemos los días más largos del año y las noches más cortas; a partir de este momento comienza el ciclo de crecimiento de la oscuridad. Durante el verano la naturaleza crece y madura, alcanza la expresión de su mayor intensidad energética, concentrada en los frutos y frutas, y nos ofrece más luz solar y calor. El verano suele ser la estación más caliente y seca, lo que ayuda a que estemos más activos y enérgicos.

Las capacidades que pueden fortalecerse son las de gobernar nuestra vida con entendimiento, comprender, percibir con claridad, y la de ofrecernos con compasión. Estas desembocan en una sensibilidad interior más precisa y una mejora de la receptividad. La mente deviene más despierta y se amplía la conciencia de los sentimientos.

Las emociones relacionadas con este periodo son las de la alegría y la tristeza expresadas en todos sus matices al exterior, y compartidas con los demás, para suavizar la excesiva seriedad y contención, y prescindir de esconderse en el interior La relación con el exterior y el contacto con los demás se vuelven fluidos, si se realizan mediante la función del lenguaje a través de la voz, El color de esta época es el rojo.
La energía del verano se dinamiza en nuestro organismo a través de la creatividad, la intuición y el movimiento, todas ellas, actividades que llevan implícito el cambio. Aumenta la consciencia de proceso, del llegar a ser, del devenir y de la transformación permanente, y estos aspectos de la vida se comprenden mejor en la estación veraniega.
Para la medicina china, los meridianos asociados son el del corazón y el del intestino delgado. El olor es el de quemado.

Con estas circunstancias, conviene hacer ejercicio vigoroso que favorezca la sudoración, la estancia al aire libre; que la comida sea ligera abundante en frutas (albaricoques, paraguayas y melón) y verduras amargas (escarola, pepino, tomate, berenjena, pimiento y espinacas) elaboradas, crudas, en ensalada y salteadas. Otros alimentos refrescantes que equilibran la circulación son el maíz, las habas, los garbanzos y el tofu, y de entre las algas el nori y el agar-agar; así como, los zumos de cítricos con jengibre; que junto con la diversión y el juego contribuyen a equilibrar el estado general de la salud.

EXTRAÍDO DE IZKALI ESCUELA DE GESTALT

Actividades lúdicas para continuar el entrenamiento con niños con TDAH en verano

NOS HA PARECIDO MUY INTERESANTE ESTA PROPUESTA DE UNA COLEGA PARA EL VERANO Y LOS NIÑOS.

El verano es un periodo de descanso y disfrute para los niños con sus familias. Pasar más tiempo juntos y los cambios en las rutinas son aspectos inherentes a los periodos vacacionales, pero, como ya hemos sugerido en anteriores artículos, no es recomendable que durante este periodo se produzca una desconexión total de las rutinas, aprendizajes y entrenamientos realizados durante el resto del año.

En el caso de los niños con TDAH es muy importante dar continuidad al trabajo que realizan con sus terapeutas. Seguir reforzando aquellos aspectos en los que presentan más dificultades desde un enfoque lúdico y aprovechando, por ejemplo, los contextos propios del verano como son la playa o la piscina. El medio acuático es muy atractivo para la mayoría de los niños y es un contexto en el que, sin que lo tomen como una tarea, se pueden realizar actividades que potencien el cumplimiento de ciertas normas y la capacidad de concentración en la realización de dicha actividad. Contando con materiales baratos y sencillos como aros flotantes, balones, churros de espuma, artículos lastrados para poner en el fondo de la piscina, etc. se pueden proponer a los niños diferentes dinámicas en la piscina que ayudarán a continuar con el entrenamiento de las funciones ejecutivas (atención, concentración y control inhibitorio) así como los aspectos conductuales relacionados con el cumplimiento de normas.

Utilizando aros flotantes se pueden realizar actividades de seguimiento de instrucciones. Por ejemplo, disponiendo los aros en diferentes partes de la piscina y, ante una señal, los niños deben recoger el aro del color que se le indique. También se pueden poner los aros de diferentes colores en una barra sujetada por el adulto y adjudicar a cada color un número que el niño deba recordar. Cuando el adulto diga un número el niño tiene que saltar desde el borde de la piscina e intentar coger el aro que corresponda.

Los balones son un material muy versátil para diferentes juegos en los que, mediante la memorización de claves numéricas o palabras, haya que realizar diferentes acciones previamente fijadas por el adulto tanto dentro del agua como desde fuera de la piscina. Se podría realizar un `Simón` en el que además se trabaje el control inhibitorio, ya que las acciones, previamente fijadas, a realizar sólo deben ejecutarse cuando se diga `Simón dice`.

Con los churros de espuma, que se utilizan para enseñar a nadar a los más pequeños, se pueden establecer actividades de salto desde el borde de la piscina en el que los niños tengan que evitar tocarlos o todo lo contrario. O saltar o no hacerlo a la piscina dependiendo de lo establecido previamente. En este caso, proponemos seguir las pautas de las actividades de formato `Go - No go` dirigidas a fomentar la inhibición y flexibilidad: por ejemplo, si se dice `rojo` hay que tocar todos los churros menos el rojo (o sólo el de ese color) o si el adulto dice `saltar` haya que permanecer en el borde y no saltar a la piscina.

En muchos establecimientos comerciales podemos encontrar materiales lastrados especiales para actividades y juegos en el agua, pero también se pueden fabricar juntos, en familia, realizando así una actividad de manualidades previa al juego acuático. Para ello pueden aprovecharse, por ejemplo, aquellos días en los que no se pueda acudir a la piscina. Utilizando diversos materiales como botellas, latas o recipientes, podemos rellenarlos (para que no floten) con líquidos coloreados, arena, arroz, etc. y después decorarlos al gusto de los niños. Con estos elementos se pueden realizar actividades de rastreo según unas claves dadas previamente y rutinas de seguimiento de instrucciones.

La idiosincrasia propia del contexto de la playa hace que las actividades que se pueden desarrollar en el mar sean diferentes a las de la piscina. En este medio se pueden realizar actividades de deslizamiento y flotación que, además de resultarles motivantes y divertidas, también fomentan aspectos psicomotrices como la propiocepción, conciencia corporal y coordinación. En este sentido se pueden adaptar las ideas que hemos descrito para la piscina y, además, aprovechar el oleaje para que las sensaciones propioceptivas y relajantes adquieran mayor relevancia.

Tanto en la playa como en la piscina podemos trabajar actividades de percepción para continuar entrenando la memoria de trabajo. Podemos pedirles que observen un trozo de playa o piscina durante unos minutos y más tarde, realizarles preguntas sin que estén mirando.

Por otro lado, existen actividades que no requieren de un contexto específico para desarrollarlos y que se pueden llevar a cabo durante las rutinas diarias de la familia. Como ya hemos señalado en artículos anteriores, se puede llevar a cabo un entrenamiento de las funciones ejecutivas de forma lúdica e informal desde el ámbito familiar, sólo hace falta ponerle un poco de imaginación a las actividades diarias y al tiempo que pasan juntos, mejorando de paso el clima familiar. También es muy positivo para los niños con TDAH jugar en grupo con otros iguales y aprender así a tener diferentes roles en el juego y tomar decisiones de forma cooperativa.

Estos son algunos juegos para entrenar la planificación y la organización del tiempo:

• El cronómetro mental. Pretende que el niño tenga mayor dominio del tiempo para lo que se les puede proponer jugar a calcular mentalmente 30 segundos, 1 minuto o 2 minutos, y ver quién se aproxima más al tiempo señalado. Se puede jugar en grupo e incluso hacer el cálculo mientras realiza alguna tarea que suele tardar mucho en realizar. Unido a esta actividad podemos aprovechar para potenciar el uso del cronometro por parte del niño, instándole a comprobar las aproximaciones de cada uno de los participantes.

• Planificación del día. Algún día se puede designar al niño como organizador de las actividades, estableciendo con él la pauta de las actividades que se harán durante el día, así como el orden y la duración de las mismas.

• Recetas de cocina. Se puede compartir un rato divertido cocinando juntos, memorizando los ingredientes y cada uno de los pasos para llevar a cabo la receta. Una variante puede ser que el niño memorice la lista de la compra y ayude a comprar.

• Yincanas. Juegos en los que la finalidad sea ir siguiendo una serie de pistas hasta un objetivo final. Cada pista deberá llevarnos a la siguiente. El niño debe planificar como iremos encontrando esas pistas o juegos escondidos.

Otros juegos que se pueden llevar a cabo para entrenar la atención y la memoria serían, por ejemplo:

• Visionado de películas. Posteriormente a verla se le puede pedir que responda a ciertas preguntas seleccionadas. También se les puede pedir que estructuren mentalmente y resuman la película oralmente o por escrito, y también se puede jugar a imaginar cómo hubiera sido la peli ante diferentes finales.

• Los clásicos juegos de mesa y portátiles. El Parchís, el Dominó, el UNO, Hundir la flota, Quién es quién,…

• Pasatiempos. Muy recomendable comprarle al niño un librito de pasatiempos con sopas de letras, actividades para buscar las diferencias entre dos imágenes, laberintos,…

• Juego de palabras encadenadas. Encadenar las palabras por su última sílaba: toalla- llavero- rodilla- llama- marino- notas.

• Juego de alargar frases. Uno comienza con una frase corta y vamos añadiendo partes hasta que a alguien le falle la memoria y pierda.

Por último se pueden proponer algunas actividades lúdicas dirigidas a controlar la impulsividad y a entrenar el control inhibitorio:

• Juego de la tortuga. Aprender a relajar diferentes partes del cuerpo contrayéndolas y practicar la respiración diafragmática.

• El profesor de yoga. Preparar una sesión de yoga a modo de juego en la que aprendamos a conocer nuestro cuerpo y a relajarnos. Puede ser el niño el que la dirija y piense actividades de relajación. Se pueden utilizar juguetes de masaje, plumas, etc.

• Juegos que potencien el control del cuerpo. Algunos ejemplos pueden ser los `duelos` en los que el primero que se ría o parpadee pierde.

fuente:
Marian Laredo Alcázar
Psicopedagoga Fundación CADAH

CUANDO LA ADOPCIÓN PARECE SER UN PROBLEMA

CUANDO LA ADOPCION PARECE SER UN PROBLEMA.

Tener un hijo es probablemente el hecho que más cambia la vida y el corazón de una persona. Cuando este hijo llega por adopción, la ilusión, el amor y la entrega es tan grande e importante como en cualquier caso de maternidad-paternidad. Sin embargo a veces aparecen dificultades inherentes al hecho de que estos niños no tienen una experiencia de vida con sus nuevas familias y sus padres tampoco la tienen como padres de ESTE hijo, que sin duda difiere del imaginado o fantaseado. No es ni peor ni mejor, es simplemente SU HIJO VERDADERO. No su hijo soñado, fantaseado perfecto e ideal. Es simplemente EL QUE TIENE QUE SER y por ello es PERFECTO.

Pueden aparecer pues algunas dificultades de este hecho, sumados a las mochilas previas de padres e hijos y la condición de abandono. Además de su bagaje emocional y el de sus padres. Por ello en mi experiencia profesional observo que existen posibles dificultades que se van a derivar de la adopción (de esa vida previa a la adopción y de la adaptación a esta nueva familia) en el terreno psicológico.

Entre otros podemos encontrar:

Problemas de Maduración y/o Aprendizaje.

En muchos casos la deprivación cultural, en otros la falta de experiencia previa de escolarización o socialización y en todos o casi todos el no haber estado previamente en una familia, con la falta de estimulación que eso supone, crea o produce los denominados problemas de desarrollo madurativo; que pueden o no terminar siendo problemas de aprendizaje (o déficit cognoscitivo acumulativo). Nos encontramos con ello cuando la edad madurativa del niño no coincide con la real. En las distintas áreas que se evalúan; Personal-social, adaptativa, motórica, comunicación y cognitiva, nos encontramos con dificultades provocadas por la falta de estimulación. Veámoslo por áreas.

Personal-social.

La interacción social, la expresión de sentimiento y afecto pueden estar evidentemente afectados por la falta de experiencia previa. Solo en sociedad aprendemos a estar en sociedad y son normalmente los padres, los que nos dan las pautas y las habilidades necesarias para el correcto desenvolvimiento en ella. Partimos de la base de la inexperiencia por falta de ensayo y error en el terreno social y la falta de padres que les den las normas necesarias. La expresión de afecto es deficiente en el momento en que nos falta a quien expresarlo y que no nos lo expresan a nosotros. Esas miradas de afecto, esas caricias primeras y posteriores, esas palabras expresándoles amor les han faltado durante algún tiempo o mucho tiempo en algunos casos.

No han estado en la mente de nadie el suficiente tiempo, por lo cual tienen una pobre estructuración mental. Sabemos que el aprendizaje vicario es fundamental en ello. En consecuencia el auto concepto se ve debilitado y la autoestima a la vez, ya que nadie les dice lo válidos, lo guapos y lo importante que son, al contrario de los hijos biológicos (en los casos normalizados) a los que, lo normal, es que se lo digamos desde su concepción y después desde su nacimiento. Por lo tanto si les falta la sociedad y sus relaciones, la expresión afectiva y su autoestima; entonces su rol social ¿cuál es?, ¿dónde encontrarlo?, ¿Cómo soy? ¿Qué soy para los demás?, ¿cómo debo comportarme? Son las preguntas que sin tener aún capacidad para hacérselas las sienten y las viven por tanto.

No debemos esperar entonces que sean niños que colaboren a la primera y que acaten normas, unas normas que no pueden tener interiorizadas.

Adaptativa.

La adaptación al medio supone una relación armónica con él, es además el ajuste de la atención, el sentimiento, la voluntad y hasta el pensamiento a un contenido. Hablamos también de la capacidad de adaptación a un nuevo país, casa y familia a veces. Pidiéndoles incluso habilidades de autoayuda como vestido, aseo y responsabilidad personal. Su propia definición nos alerta de lo duro que puede llegar a ser esto y que en consecuencia surjan dificultades en ello. Nadie les ha mostrado la armonía familiar, no tienen experiencia previa en el sentimiento de amor mutuo, no conocen nuestra casa, sus normas y pautas de convivencia ni a veces el país y sus formas, olores, clima etc....

El ejemplo muy típico pero ilustrativo, en el que nos imaginamos lo siguiente: “alguien llama a tu puerta y te sacan de tu casa, te llevan a un lugar lejano donde no entiendes lo que hablan, tienes demasiado frío o calor, la presión atmosférica es tan distinta que te duele la cabeza, hay demasiada gente nueva que espera que los abraces y beses; huele muy diferente y esa comida que te dan es tan diferente que no acostumbras tan fácilmente a tu paladar, aunque te estén dando el mejor salmón o caviar y el mejor champán francés. Y además, no consigues que entiendan lo que les hablas......”. algunos adoptados adultos que han comentado su experiencia adoptiva nos hablan de sentimiento de secuestro.

Después está el hecho de la autonomía, normalmente nos sorprende lo bien que hacen sus cosas solos. Se visten, lavan, recogen sus cosas, controlan pronto esfínteres.... ¡qué bien!, se podría pensar. Pero de pronto, a veces, la mayoría de las veces, dejan de hacerlo y quieren que nosotros los papás y educadores lo hagamos. Estas regresiones son normales y es que nunca han tenido a papá y mamá para hacérselo y ahora les gusta.

Nuestro consejo es que se lo permitan, que le demos eso que nos piden y no tuvieron, ya tendremos tiempo para enseñarles de nuevo a hacerlo otra vez, como cualquier padre hace al principio. Algunos padres nos dicen - ahora es más difícil hacerlo- , un buen truco es decirles que son grandes, se han hecho grandes con nosotros y nosotros con ellos; que ahora papá y mamá dedicarán ese tiempo a hacer cosas más divertidas juntos como jugar a sus juegos preferidos, se trata de ofrecer algo divertido, amoroso a cambio de un esfuerzo que ellos están haciendo.

Otra dificultad que nos encontramos son los déficit de atención. Es normal que aparezcan dificultades de atención ante tanto estímulo nuevo que atender. Esta dificultad irá cediendo con la experiencia repetida que demandan con estos estímulos. Si haces una construcción con cubos; querrán repetirla cien veces y aún más, de forma que el resto de cosas parecen desaparecer. Poco a poco centraran un foco más amplio de atención y tendrán más capacidad de atención, aunque como veremos; estas dificultades atencionales, pueden permanecer.

Comunicación.

Por el mismo motivo expuesto de falta de experiencia, el lenguaje encuentra dificultades. Tanto la comprensión como la expresión pueden estar temporalmente limitadas. Encontrando entonces un pensamiento que no puede expresarse en ideas, pues hay falta de lenguaje actual o dificultades en la comprensión. Debemos entender entonces que las formas de expresión lleguen a ser excesivas, rozando la euforia o la cólera según el contenido emocional de este. La rabia suele ser fruto de la frustración que provoca el no poder expresarse. A esto añadimos la diferencia de idioma si es el caso. Pero no suele haber muchos problemas en este sentido que el tiempo no cure y es que suelen ser “esponjitas” para aprender el nuevo idioma.

Aunque a veces pueden quedar dificultades en el lenguaje derivadas de estas limitaciones. Además debemos diferenciar entre el lenguaje funcional, ese que requiere la comunicación para el día a día y el lenguaje cognitivo, ese que se requiere en el aprendizaje formal. Es este segundo el que puede permanecer con dificultades.

Área Motora.

En casos de niños institucionalizados la falta de movimiento, al ser muchos y ser pocos los cuidadores hacen que existan dificultades en la motricidad gruesa y fina. Además en casos de niños más mayorcitos que no han acudido a la escuela pueden aparecer dificultades en la motricidad perceptiva. Pero si no existen anomalías añadidas, la reeducación de estas destrezas suele ser positiva.

Área Cognitiva

De nuevo debemos referirnos a la falta de estimulación. Esto hace que tengan deficiencias en la percepción, la memoria, el razonamiento, el desarrollo conceptual y las habilidades propiamente escolares. Normalmente cuando estimulamos estas destrezas el resultado suele ser positivo, si no existe otro condicionante de tipo intelectual, neurológico, conductual o emocional. Cuando estos problemas de tipo madurativo se mantienen a lo largo del tiempo y no se corrigen del todo con la terapia, pueden convertirse en:

Dificultades en el aprendizaje.

Estas dificultades no tienen por qué llevar implícito un mal funcionamiento intelectual, aunque pueden llevarlos. Estas dificultades se centran en una dificultad mantenida a la hora de adquirir nuevos aprendizajes que se corresponden normalmente a aquellos de tipo predominantemente académicos.

El resultado o la consecuencia es que les cuesta llevar el ritmo de aprendizaje escolar normalizado. Sus adquisiciones de los contenidos escolares son más lentas y tienen continuos retrocesos en lo aprendido. Muchas veces estas dificultades aparecen junto a unas capacidades intelectuales medias o incluso en ocasiones superiores a la media. Existe entonces un bloqueo cognitivo que normalmente, en los casos que nos ocupan, suelen tener como trasfondo un bloqueo de tipo emocional.

Ante esto nuestro trabajo se centra además de atender a las demandas cognitivas, intelectuales o curriculares que nos está presentando el niño/a; atender a las demandas emocionales y paliar en la medida de lo posible las consecuencias que las carencias emocionales sufridas han dejado en el niño. Es fundamental la constancia, la paciencia y el cariño en forma de aliento constante; dejándolos expresar a su forma, la rabia contenida o la tristeza íntima que pueden aparecer.

Hiperactividad o TDAH

Es muy común que al acudir con nuestros niños al pediatra, en plena fase de adaptación, este nos diga que el niño es hiperactivo. Normalmente solemos tranquilizar a los padres comentando que es una pauta habitual durante la fase de adaptación. Sin embargo hemos observado que tras este periodo lógico de adaptación, en algunas ocasiones, continúan estas dificultades. Siendo este problema, el TDAH, el más asociado a la adopción cuando se hablan de dificultades que presentan o pueden presentar los niños adoptados.

Estamos totalmente en desacuerdo con este diagnóstico sin que exista un trasfondo neurológico en tal dificultad. Aún así previamente definimos brevemente esta dificultad. El TDAH es uno de los trastornos neuroconductuales más comunes diagnosticados en la infancia, el cual puede perdurar hasta la edad adulta. En la actualidad no se conocen las causas. Una persona con el TDAH experimenta un nivel crónico de falta de atención, hiperactividad e impulsividad, o todas las conductas, lo cual compromete seriamente su funcionamiento diario.

Los síntomas de este trastorno deben presentarse a niveles por encima de los esperados para la etapa de desarrollo de una persona y deben interferir en la habilidad de esa persona para funcionar en diferentes ambientes (p. ej., en la escuela y en la casa). No se diagnostica hasta los 6 años de edad. Es probable que una persona con el TDAH tenga problemas en diferentes áreas de su vida, como por ejemplo en sus relaciones con la familia y otras personas de su misma edad, y en su rendimiento escolar y laboral.

Se han establecido tres tipos de TDAH según el nivel de los síntomas que experimenta el individuo.

1. Predominantemente inatento. Es difícil para el individuo organizar o terminar una tarea, prestar atención a los detalles, o seguir instrucciones o una conversación. La persona afectada se distrae fácilmente u olvida los detalles de las rutinas diarias.

2. Predominantemente hiperactivo-impulsivo. La persona se muestra inquieta y habla mucho. Le es difícil permanecer tranquila por mucho tiempo (p. ej., para comer o para realizar un trabajo). Los niños más pequeños tienden a correr, saltar o trepar constantemente. El individuo se muestra impaciente y tiene problemas de impulsividad. Cuando una persona es impulsiva, puede que interrumpa mucho a los demás, le quite cosas a otra persona o hable en momentos inoportunos. Se le dificulta esperar su turno u oír instrucciones. Una persona impulsiva puede tener más accidentes y lesiones que otras

3. Combinado. La persona afectada experimenta los síntomas de los tipos anteriores por igual. Muchas de las dificultades pueden explicarse por falta de aprendizaje e interiorización de normas de nuestros niños, pero cuando permanecen más allá de un periodo lógico normal, debemos intentar corregirlas con terapia.

De cualquier forma al existir unas causas de tipo psicosocial (como la institucionalización) podemos hablar de sintomatología o comportamiento de tipo hiperactivo, impulsivo o desatento; no debemos diagnosticar el trastorno. Así hablamos de que nuestro niño funcionalmente presenta un TDAH; esto significa que está funcionando conductualmente así, sin etiquetar con el trastorno; ya que desde nuestra opinión debemos darle mucho tiempo, incluso años y puede llegar a producirse el cambio; mientras que una persona neurológicamente Hiperactiva lo tendrá más complicado.

Se trata simplemente de pararse a pensar cómo se siente un niño abandonado, que pasa por varios abandonos hasta llegar a su nueva familia, ¿qué piensa? ¿Que siente? …. El cuerpo simplemente expresa y a veces se expresa con estos síntomas…. TIEMPO AL TIEMPO…

Problemas de Lenguaje

En ocasiones se observan dificultades específicas en el lenguaje de tipo disléxico, disortográfico; además de problemas a niveles sintáctico, semánticos y pragmáticos. Es común ver niños y niñas ya mayorcitos; que llevan mucho tiempo en su familia adoptiva y aún les cuesta expresarse. Su sintaxis es dificultosa y la expresión verbal deficiente.

Observamos además que estas dificultades aumentan cuando nos centramos en un discurso de tipo emocional, cuando habla de sus preocupaciones o emociones y sentimientos. Creemos, en el caso de adopciones internacionales y niños que se han adoptado más allá de los tres o cuatro años, que al ser niños cuya lengua materna dista mucho de la nuestra en gramática y estructura; su pensamiento elaborado mediante el lenguaje mezcla o confunde ambas estructuras, la del lenguaje de origen y el posterior.

En estos casos se trabaja logopedia a nivel lingüístico: estructuración de frases, gramática, expresión oral y escrita. Se trabaja de forma similar a la que trabajamos con niños disléxicos o que presentan Disortografia. Es decir, se trabaja como en los casos de problemas específicos en la lecto-escritura. Sin dejar de atender el trasfondo emocional que pueda existir.

Problemas de Alimentación o Sueño

Es otra de las demandas en consulta que más presentan los padres. Sus hijos no comen bien o duermen muy poco. En la literatura sobre adopción hay bastante escrito al respecto. La adaptación de los niños más pequeños suele resentirse en esto, ya que el sueño y la comida son las formas más primitivas que tienen para informarnos de lo que están viviendo. Lo normal es que cuando el niño establece un apego seguro con sus padres y entienda la incondicionalidad de esta familia y que es ya definitiva para él, vayan cediendo estas dificultades.

Teniendo siempre en cuenta que para ello es fundamental establecer una adecuada parentalidad. Los expertos en el tema nos hablan de padres-terapeutas. A veces se mantienen a lo largo del tiempo y en estos casos está relacionada con la ansiedad excesiva que manifiestan los padres por ello. Los niños observan un punto débil en sus padres, unos padres que han dado prioridad a la salud física de sus hijos, que no consiguen reponerse en ocasiones del impacto inicial ante la primera visión de su hijo, en ocasiones desnutrido o con miedo a dormir.

En estos casos el mantenimiento de la conducta es una clara necesidad de atención, porque saben que sus padres les atienden en estas circunstancias en las que no duermen o se niegan a comer. En estos momentos “papá y mamá están conmigo todo el tiempo y no se mueven de mi lado” es el pensamiento o la vivencia de estas situaciones. Fruto de un profundo sentir, un trauma de abandono que los expone a un miedo intenso a estar solos. NOS NECESITAN. NECESITAN NUESTRA PERMANENCIA.

Y como sabemos en un periodo de su vida, han tenido que comer y dormir sin nadie que los mimara y vigilara su sueño o alegrara su comida, con la indefensión y soledad que esto puede provocar. Además si me duermo, ¿estarán de nuevo cuando despierte? O ¿quizás despierte de nuevo en el orfanato?; estos son los pensamientos mágicos que pueden aparecer temporalmente. Es por ello lógico que ahora quiera recuperar el tiempo perdido.

Es importante pasar tiempo con ellos en otro tipo de actividades lúdicas, cachorrear con ellos en otros momentos de tranquilidad y sosiego familiar y tomar la alimentación y sueño como un hábito donde nuestro tono emocional sea en todo momento neutro y donde le demos unas claras pautas conductuales que NO LOS SOBREPASEN. POCO A POCO.

Problemas Emocionales o Psicoafectivos

Es lógico que surjan problemas de este tipo, que suelen aparecer más en la pre adolescencia y adolescencia. Son problemas derivados del abandono, identidad, pérdida o una inadecuada imagen emocional que mantienen de su familia biológica.

En este sentido es común en los adolescentes sentirse rechazados y abandonados por todos y proyectar este primer abandono en sus posteriores relaciones. El motivo es que interiorizan que fueron abandonados o rechazados porque no eran válidos. Estos problemas de autoestima se arrastrarán si no se hace una correcta elaboración de su abandono y el sentimiento de rechazo y desamparo los acompañará en sus vidas y las relaciones que establecen.

Es por ello que debemos trabajar las dificultades respecto a su identidad que les surjan. Ya desde pequeños deben tener claro que son adoptados y en consecuencia tuvieron unos padres biológicos anteriores. Si basamos una relación en mentiras y ocultamos información generamos desconfianza y baja autoestima, ya que “si me lo han ocultado es porque es malo” o “si me han mentido no puedo confiar en ellos”; son pensamientos que pueden acudir a su mente. Igualmente son diferentes (raza, aspecto….) y hay que trabajar esa diferencia.

Trabajar la integración y aceptación de la diferencia. Responder a sus preguntas de forma coherente y lógica, atendiendo a la información real que tenemos es importante. Es primordial no fantasear ni dar datos que no tenemos por endulzarles la realidad, ya que se formarán una imagen irreal de su adopción y pueden crear mentalmente unos padres mágicos y paralelos dotados de todas las cualidades que ellos querrían, que no existen.

Si existen diferencias étnicas o culturales en su origen también debemos trabajarlas, pues no debemos olvidarnos que ante el espejo es negro, indio o chino y que la sociedad ve eso, además de un niño adoptado. Mientras más interiorice su imagen física y la integre a su persona, a su familia y a su entorno; y esta diferencia esté presente también en nuestras vidas, siendo valorada por nosotros los padres y profesionales que trabajamos con ellos; mejor interiorización tendrán de éstas y en definitiva de ellos mismos. Del hecho de ser una china en España, una india en Barcelona o un negro en Sevilla.

La revelación es algo que debemos encauzar desde el principio. Debemos mantener vivo el hecho de que son adoptados y que tienen una historia previa a nuestro encuentro con ellos. Si hablamos de niños muy pequeños podemos elaborar un cuento con su historia y elegir un momento agradable del día, de complicidad para transmitirlo.

Después debemos hablar de las diferentes familias que existen y de que todas las personas han estado en un útero (una barriguita según la edad) pero a veces las familias se configuran sin que esa primera persona, sea la madre o el padre con los que compartimos la vida. Siempre, nos obstante, serán sus padres biológicos. Sus primeros padres, ellos llegaron primero y deben ser honrados y respetados.

Por ejemplo, contarles que una persona los tuvo en la barriga y después papá y mamá fueron a recogerlo para cuidarlo, porque esa persona no podía cuidar a un bebé. Más tarde, podemos hablar de la mamá y papá biológicos que nos ayudaron a que formemos la familia que somos y por último hablar del término adopción legal y burocrática. A cada edad y maduración emocional del niño debemos adaptar nuestras versiones del proceso adoptivo, pero siempre debemos hablar de él.

Otra cuestión importante es tener una imagen positiva de la familia de origen, pues esta es la que vamos a transmitirles. No debemos olvidar que provienen de ellos y tienen cosas en común. Si odiamos o no nos reconciliamos con su familia de origen, tampoco lo harán ellos; en consecuencia, tampoco se reconciliarán con esa parte de sí mismos.

Por último comentar que todo abandono pasa por un duelo tarde o temprano. La adopción se basa en algo trágico que es un abandono o un rechazo y esto no podemos ocultarlo o taparlo, sino elaborarlo y trabajarlo. Antes o más tarde toda persona adoptada se enfrentará a este hecho y es nuestra labor de padres y profesionales estar ahí y ayudar a la persona, compartir su historia. La empatía emocional en este proceso es fundamental. Yo hablaría de tres términos fundamentales en este punto que nos ocupa: verdad, unión y amor.

Dificultades en relación con la edad del menor y país de procedencia.

Es tradicional leer o trasmitir desde los profesionales que forman a los padres adoptivos, que la edad y el país de procedencia del menor no son importantes o no suponen factores de riesgo, nuestra experiencia no es esta. Comenzando por la edad, comentar que existen dificultades de adaptación a cualquier edad pero la dificultad difiere. Cuando hablamos de dificultad hablamos desde las dos direcciones, no solo puede costar la adaptación del niño a sus padres sino al contrario también.

En el caso de los bebés los problemas de adaptación suelen estar más relacionados con los hábitos. Manifestando más dificultad en la alimentación o el sueño. También pueden aparecer más manifestaciones de tipo somático; expresando su malestar a través del cuerpo. En ausencia de un lenguaje estructurado aun, el cuerpo habla. Otras veces aparecen reacciones conductuales como irritabilidad, llantos o apatía. Es importante adaptarse a los horarios del bebé o a la forma en que los alimentaban, aseaban, dormían etc...

En el caso de niños mayores (cuatro o cinco años en adelante) dependerá mucho la adaptación de su historia previa, los vínculos afectivos o no que establecieran antes, la educación recibida etc.... El factor positivo en la adaptación de estos niños es que pueden tener claro el hecho de querer tener una familia. Al principio suelen intentar no alterar o disgustar a su ambiente “ser buenos” para no ser rechazados; no siendo ellos mismos, este es otro tema a trabajar porque lo más sano es que lo antes posible se permitan ser ellos mismos.

Algunas dificultades conductuales son necesarias ya que necesitan “poner a prueba” y saber hasta dónde pueden llegar. Necesitan saber hasta dónde estamos dispuestos a llegar por ellos y sentir la incondicionalidad del amor que vamos a brindarles. Pero para ser realistas y hacer honor a la verdad debemos decir que el sufrimiento del pequeño será menos en tanto en cuanto tiene menos vivencias de abandono, maltrato en ocasiones o soledad. Es decir cuanto antes establezca lazos afectivos fuertes y un apego estable, menos consecuencias emocionales surgirán el futuro.

Es importante apreciar el peso de esa mochila, mientras menos carga negativa tenga (da menos tiempo a cargarla si están menos tiempo institucionalizados) menos pesa y más liviana es la marcha ante la futura vida.

Finalmente resaltar que no todos los niños tienen que sufrir los mismos problemas de adaptación y que éstos a veces se superan con normalidad y sin dejar huellas. Por otro lado hay que sumar las posibles dificultades de adaptación que encuentren los padres. Su propia mochila, su propia forma de ser, sus expectativas que pueden o no ser cubiertas y eso desencadenar dificultades, sus propias contradicciones etc…

Los padres deberían revisar en ellos mismos estas cuestiones, analizarlas y trabajarlas si es necesario con el objetivo de no añadir o añadir lo menos posible al proceso de adaptación. Es importante no cargar excesivamente en esto al adoptado. Es común ver la dificultad y lo negativo en el adoptado y no analizar y mirar la posible parte del adoptante.

En cuanto al país de origen podemos hablar de los siguientes tipos de adopciones y países:

 Adopciones nacionales. NO TIENEN PORQUE APARECER DIFICULTADES PERO LO QUE NOS HEMOS ENCONTRADO EN EL CASO DE APARECER ES: están condicionadas normalmente por factores de tipo sociales; drogas, alcoholismo, delincuencia, maltrato u otras que provoquen la retirada del menor. Las principales dificultades se relacionan con estos factores y por tanto provocan dificultades conductuales y/o emocionales. Por descontado no todos los casos de adopciones nacionales son iguales.

 Adopciones internacionales. NO TIENEN PORQUE APARECER PROBLEMAS O DIFICULTADES PERO LO QUE NOS HEMOS ENCONTRADO EN EL CASO DE APARECER ES: Suelen ser más numerosas los casos de niños provenientes de Sudamérica (Colombia, Brasil, Perú), países de Europa del este (Rusia, Rumania, Bulgaria) y países asiáticos (China, India, Vietnam…)

En el caso de niños de procedencia sudamericana lo más común es que existan problemas de deprivación cultural. Son niños que no se han escolarizado y no han sido estimulados cognitivamente. Con lo cual los problemas más frecuentes son retrasos madurativos o problemas de aprendizaje. También es bastante común el déficit atencional acompañado, aunque en menor grado de hiperactividad o impulsividad en el estilo cognitivo. El resultado de la terapia en estos casos suele ser positivo. Siempre que no haya dificultades más severas como abusos, maltratos, negligencias severas etc…

En el caso de los países del este de Europa, en los informes de asignación ya suelen aparecer el término Retraso Madurativo del Desarrollo. Ya en España nos encontramos, en algunas ocasiones, con niños que han estado en orfanatos con unas condiciones muy desfavorables. Sumamos a esto el ser una población más fría en carácter y emotividad; en consecuencia son niños más faltos de afecto.

Un tercer factor de riesgo es el físico; suelen ser poblaciones con un alto grado de alcoholismo genético u otras adiciones; y estos niños suelen proceder de abandonos en ambientes desfavorecidos socialmente. Sumamos entonces embarazos de riesgo en la salud, institucionalizaciones más desfavorables, un ambiente afectivo más pobre (deprivación emocional) y el resultado es a veces muy negativo.

En estos casos nos podemos llegar a encontrar niños donde el retraso madurativo es el factor menos condicionante en la terapia, son niños con los denominados SAF (síndrome alcohólico fetal) o TEAF (Trastornos del espectro alcohólico fetal).

En los casos más severos sintomatología autística, con los denominados TEA (trastornos del espectro autista), con componentes psicóticos en su conducta. Aparecen una ruptura con la realidad y permanecen mucho tiempo evadidos, aparecen alucinaciones, estereotipias etc... La realidad ha llegado a ser tan cruda en sus vidas que prefieren vivir en otra alternativa que se han montado interiormente.

En todos los casos y dependiendo de la elaboración del abandono, el tratamiento de su identidad o transmisión de los orígenes culturales por parte de su familia, pueden o no derivar en problemas emocionales.

Éstos no están vinculados en absoluto a su lugar de procedencia sino al propio proceso de búsqueda de identidad. Muchas veces no tienen antecedentes biológicos, es decir son desconocidos, desconectados de su ascendencia genética, viviendo en un país del que no provienen e incluye muchas veces diferencia étnica, es difícil para ellos la aceptación de la perdida y la elaboración de su identidad, entrando en crisis personal.

Nuestro legado como padres adoptivos es una adecuada educación emocional que de salida a sus necesidades. Es estar ahí, permanencia, constancia y presencia. Acompañamiento en sus zonas sensibles; en las que todo lo referente a la adopción suele serlo. Apoyar, atender, aceptarlo incondicionalmente (son como son y en muchas ocasiones no lo que podemos “desear” que sean) entender sus crisis, dar salida a su enojo, facilitad su necesidad de saber, su necesidad de buscar, comprender y AMAR incondicionalmente. Cuando somos capaces de ver su esencia, comprendemos que ésta es siempre hermosa. Cuando podemos agradecer tenerlos al lado, a pesar de todo se nos abre un mundo de ternura y amor desconocidos hasta ese momento que simplemente hace que pronunciemos esa frase de “por supuesto que vale la pena” ante esa pregunta que tanto nos hacen como padres adoptantes.

 

Laura Silva Vargas.

Madre adoptante y psicóloga

I JORNADAS DE ADOPCIÓN EN VIETNAM . PONENCIA PROCESOS DE ADAPTACIÓN Y VINCULACIÓN, A CARGO DE LAURA SILVA.

EL PASADO SABADO DIA 7 DE ABRIL, TUVIERON LUGAR LAS PRIMERAS JORNADAS DE ADOPCION EN VIETNAM. EN MADRID EN EL HOSPITAL JIMÉNEZ DÍAZ. ALLI SE REUNIERON PROFESIONALES DE AMPLIO RECORRIDO Y PRESTIGIO EN ADOPCION INTERNACIONAL. 

FUERON UNAS JORNADAS EMOTIVAS, DONDE SE HIZO UN RECORRIDO POR LA ADOPCION EN VIETNAM A LO LARGO DEL TIEMPO. PUDIMOS DISFRUTAR VIDEOS DEL PAÍS Y DE FAMILIAS EN SU PROCESO ADOPTIVO. 

SE HABLO DE LA SITUACION ACTUAL DEL PROCESO ADOPTIVO EN DICHO PAÍS, DE LA SITUACIÓN PARTICULAR DE MONOPARENTALES, UNO DE LOS POCOS PAÍSES QUE PERMITE LA ADOPCIÓN POR MONOPARENTALES. 

POSTERIORMENTE EN UNA MESA MÉDICA SE HABLO DE ENDOCRINOLOGÍA, CRECIMIENTO, NEUROLOGÍA Y PEDIATRÍA DEL NIÑO ADOPTADO. MUY INTERESANTE LAS PONENCIAS DE LOS DOCTORES. 

TERMINANDO CON UNA MESA PSICO-SOCIAL CON LA INTERVENCION DE LA PSICÓLOGA DE NUESTRO CENTRO LAURA SILVA EN LA QUE SE HABLÓ DE PROCESOS DE ADAPTACION Y VINCULACION DE LOS MENOORES, MONTSE LAPASTORA HABLÓ DE ESCOLARIZACIÓN Y UNA MADRE Y UN ADULTO ADOPTADO (MADRE E HIJO) COMPARTIERON SU ENRIQUECEDORA TRAYECTORIA PERSONAL COMO FAMILIA. 

AGRADECIDOS DE HABER PODIDO PARTICIPAR EN ELLAS Y APORTAR NUESTRO GRANO DE ARENA PARA LA ADOPCIÓN EN VIETNAM. 

 

TALLER GRATUITO: COMER SALUDABLE EN FAMILIA.

Siguiendo con el ciclo de actividades que celebra nuestro centro por su 30 aniversario. El próximo día 7 de Abril a las 10 de la mañana contaremos en nuestro centro con Rocío Gala, dietista-nutricionista fundadora de RG nutrición  y vocal del del colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucia (CODINAN).

Nos impartirá un taller sobre alimentacion saludable en familia. Aprenderemos como mejorar la alimentación en casa, hacer una buena compre, leer el etiquetado nutricionaly lo llevaremos a la práctica mediante dos actividades.

 

1. Crea tu propio menú saludable.

2. ¿qué alimento crees que es más saludable?.

 

 Si quieres mejorar tus hábitos alimentarios y los de tu familia no puedes faltar!.

Abierto el plazo de inscripcion, llamanos por telefono al centro y Noelia, nuestra secretaria reservará tu plaza.