Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

EL SÍNDROME POST-VACACIONAL EN NIÑOS

El síndrome postvacacional y los niños El síndrome postvacacional que solemos llamar a esa desgana que nos entra tras las vacaciones afecta a adultos pero también a niños.  De hecho, esos sentimientos de Tristeza, apatía, decaimiento y hasta crisis existencial que padecemos en algunas ocasiones los adultos se puede ver también en los niños de otra forma. Quizás como falta de concentración, ansiedad o irritabilidad. Que a veces suelen llegar a somatizar con dolores de cabeza o estómago; los signos físicos más comunes de la ansiedad infantil. A veces nos planteamos si estos síntomas en los niños no pueden ser un reflejo de los de sus adultos más próximos. Para prevenir estos problemas es importante que los padres ayudemos a nuestros hijos a recuperar la rutina por lo menos una semana antes de empezar el colegio. Para eso, aconsejamos una serie de medidas que pueden ayudarnos: 1. Establece nuevos horarios para dormir y despertar. Poco a poco, ir ajustando el horario de las vacaciones con el de colegio. Eso ayudará al niño a que no acuda cansado el primer día de colegio. Evitará que esté irritado y malhumorado. 2. Repaso del curso anterior. Busca un momento a diario para que los niños revisen los contenidos del curso anterior. Conviene repasar las tablas de multiplicar, reglas de ortografía, en algún tema de Lengua u otras asignaturas, para evitar la inseguridad que pueda sentir al iniciar un nuevo curso. 3. Evita dejar todo para última hora. La compra de los libros de texto, el material escolar que aún falta, la mochila, el estuche, el uniforme o la ropa casual no deben dejarse para el último momento. Los niños pueden participar en algunas tareas como forrar los libros, poner su nombre, organizar el material y ordenar. De forma que los hagamos partícipes del proceso y de alguna forma otorgamos control sobre lo que será su rutina de nuevo. 4. Reencuentro con amigos. Sería interesante que el niño entrara en contacto con sus mejores amigos del colegio e intentara encontrarse personalmente con ellos para jugar, y así romper un poco el hielo del reencuentro. 5. Actitud positiva. Evita dar importancia a las palabras del niño cuando se queja de que tiene que volver al colegio. ¿A quién no le gustaría estar siempre de vacaciones? Por esta razón, busca adoptar una actitud positiva. Nuestra actitud será un espejo para ellos. Si nosotros volvemos al trabajo sin ganas, tristes o malhumorados esta puede ser su actitud ante su vuelta a la rutina también. El síndrome postvacacional suele durar de dos días a una semana. No se trata de una enfermedad, por lo tanto, no hay que dar vueltas al tema. Evita que cunda el pánico. Es una etapa de transición. Los niños son especialmente vulnerables a los cambios y, sin duda alguna, el fin de las vacaciones es una situación a la que cuesta acostumbrarse. Vuelven al cole, a los madrugones y a la rutina escolar. No todos los niños sufren síndrome postvacacional. Según el estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria son sólo entre el 5% y el 8% de niños los que sufren las consecuencias físicas y psíquicas de este final de las vacaciones. En cualquier caso tendremos presente: • Buscar el lado positivo de la vuelta al cole: las vacaciones son geniales, pero volver a la rutina también tiene su parte positiva. Podrán reencontrarse con sus amigos del cole o conocer nuevos, compartir con ellos horas de juego y aprender un montón de cosas nuevas. • Recuperar la ilusión: muchos estaréis volviendo a casa tras las vacaciones de verano. Pero al fin y al cabo volver no es tan malo. Trasmítele a tu hijo la ilusión de reencontrarse con sus juguetes, dormir en su cama y volver a su casa. • Tu actitud importa: Es más probable que este trastorno lo sufran los niños y niñas cuyos padres también lo sufren (aproximadamente el 15% de los adultos lo sufren), así que es importante que todos en casa hagáis un proceso de adaptación Ánimo con la vuelta a nuestras rutinas y disfrutar de cada día, ahora es el mejor momento que podemos vivir, disfrutando a tope de los que nos toca en cada momento y cada día; si mantenemos nosotros esa actitud de vida será la que ellos mantengan en sus vidas.