En AKRO tenemos una forma de trabajo que comienza con una entrevista con los padres del paciente sin que el paciente esté presente, en la que además de un primer contacto, revisamos la historia del paciente, recabamos información y aclaramos cualquier cuestión para poder llevar a cabo adecuadamente el proceso de evaluación.
Después realizamos la evaluación que, dependiendo de las necesidades del paciente, puede durar una o dos sesiones de aproximadamente tres horas.
Una vez que obtenemos los resultados, realizamos una nueva reunión con los padres sin el paciente, para proporcionarles el informe de evaluación por escrito y esclarecer todas aquellas dudas que puedan surgir, así, como orientar la dirección del tratamiento a seguir si fuera el caso.
Si los padres lo deciden se les informa de cómo se llevaría a cabo dicho tratamiento.