Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

TRASTORNOS DE DESPERSONALIZACIÓN Y DISOCIACIÓN

En los últimos tiempos coincidiendo con el post- confinamiento venimos viendo en consulta mas adolescentes aquejados de episodios de despersonalización y disociación; juntos o por separado, uno o ambos. Es por esto que queremos dedicar hoy este blog a ello.

El trastorno de despersonalización/desrealización es un tipo de trastorno disociativo que consiste en sentimientos persistentes o recurrentes de estar separado (disociado) del cuerpo o de los procesos mentales propios, habitualmente con un sentimiento de ser un observador ajeno (despersonalización) de la propia vida o de estar separado del propio entorno (desrealización).

A menudo se desencadena por un estrés intenso. El diagnóstico se basa en los síntomas después de descartar otras posibles causas. Alrededor del 50% de la población en general ha tenido al menos una experiencia transitoria de despersonalización o desrealización en su vida. Sin embargo, solo alrededor del 2% de las personas cumplen los criterios para tener un trastorno de despersonalización/desrealización.

La despersonalización o desrealización también puede presentarse como un síntoma en muchos otros trastornos mentales o físicos, como los trastornos convulsivos. Cuando la despersonalización o la desrealización es independiente de cualquier otro trastorno mental o físico, es persistente o recurrente, y afecta el funcionamiento, se diagnostica un trastorno de despersonalización/desrealización.

El trastorno de despersonalización/desrealización se produce por igual en hombres y mujeres. La edad media de comienzo es a los 16 años. El trastorno puede comenzar durante la niñez temprana o media; solo el 5% de los casos se inicia después de los 25 años y la enfermedad rara vez se comienza después de los 40 años. Etiología Las personas con trastorno de despersonalización/desrealización a menudo han experimentado un estrés grave, como uno de los siguientes:

• Ser emocionalmente maltratado o descuidado durante la infancia (una causa particularmente común)

• Abuso físico

• Presencia de violencia doméstica

• Tener un padre severamente impedido o mentalmente enfermo

• Muerte inesperada de un familiar o un amigo cercano.

Signos y síntomas

Los síntomas del trastorno de despersonalización/desrealización suelen ser episódicos y aumentan y disminuyen en intensidad. Los episodios pueden persistir solo algunas horas, días o semanas o a veces varios años. Sin embargo, en algunos pacientes, los síntomas están constantemente presentes con una intensidad que no cambia durante años o décadas.

Los síntomas de despersonalización incluyen

• Sensación de desconexión del propio cuerpo, mente, sentimientos y/o sensaciones Los pacientes se sienten como un observador externo de sus vidas. Muchos pacientes también refieren que se sienten irreales o que se sienten como si fueran robots o autómatas (sin tener control sobre lo que dicen o hacen). Pueden sentirse entumecidos emocionalmente y físicamente o sentirse desapegados, con poca emoción. Algunos pacientes no pueden reconocer ni describir sus emociones (alexitimia). A menudo se sienten desconectados de sus recuerdos y no son capaces de recordar con claridad. Los síntomas de desrealización incluyen

• Sentirse separado de sus alrededores (p. ej., personas, objetos, todo), que parecen irreales Los pacientes pueden sentir como si estuvieran en un sueño o una niebla o como si una pared de vidrio o velo los separara de su entorno. El mundo parece sin vida, sin color, o artificial. La distorsión subjetiva del mundo es común. Por ejemplo, los objetos pueden aparecer borrosos o inusualmente claros; puedan parecer planos o pequeño o más grande de lo que son.

Los sonidos pueden parecer más o menos fuerte de lo que son; el tiempo puede parecer que transcurre demasiado lento o demasiado rápido. Los síntomas casi siempre son angustiantes y, cuando es grave, resulta profundamente intolerable. Son frecuentes la ansiedad y la depresión.

Algunos pacientes temen tener daño encefálico irreversible o estar volviéndose locos. Otros se obsesionan acerca de si realmente existen o comprueban varias veces para determinar si sus percepciones son reales. Sin embargo, los pacientes siempre conservan la noción de que sus experiencias "irreales" no son reales y las perciben de esa forma (es decir, tienen un registro preciso de la realidad).

Esta consciencia diferencia el trastorno de despersonalización/desrealización de uno psicótico, en el cual siempre falta esta perspectiva.

Diagnóstico

 Criterios clínicos El diagnóstico del trastorno de despersonalización/desrealización es clínico y se basa en la presencia de los siguientes criterios (DSM-5):

• Los pacientes tienen episodios recurrentes o persistentes de despersonalización, desrealización, o ambos.

• Los pacientes saben que sus experiencias "irreales" no son reales (es decir, tienen un sentido de la realidad conservado).

• Los síntomas provocan fuerte malestar o deterioran de manera significativa el funcionamiento social u ocupacional.

Además, los síntomas pueden no explicarse por otro trastorno. Se indican RM y EEG para descartar causas físicas, sobre todo si los síntomas o la progresión es atípica (p. ej., si los síntomas comienzan después de los 40 años). También pueden estar indicadas las pruebas toxicológicas en orina. Son útiles las pruebas psicológicas y las entrevistas estructuradas y cuestionarios especiales.

Pronóstico

Los pacientes con trastorno de despersonalización/desrealización a menudo mejoran sin intervención. La recuperación completa es posible en muchos pacientes, sobre todo en aquellos cuyos síntomas aparecen relacionados con tensiones tratables o transitorias y cuando los síntomas aún no son prolongados.

En otros, la despersonalización y la desrealización se hace más crónica y refractaria. Incluso los síntomas de despersonalización o desrealización persistentes o recurrentes pueden producir solo un deterioro mínimo si se puede suprimir el sentimiento subjetivo de despersonalización manteniendo la mente ocupada y enfocada en otros pensamientos o actividades. Algunos pacientes quedan discapacitados por el sentido crónico de sentirse extraños, o por la ansiedad o la depresión asociadas.

DISOCIACIÓN Y TRASTORNOS DISOCIATIVOS

La disociación implica una desconexión entre la mente de una persona y la realidad del momento presente. Esa realidad puede ser externa a la mente, con respecto al mundo que nos rodea; o interna, y entonces la persona se desconecta de su propia actividad mental.

Esta desconexión es una estrategia que la mente utiliza para enfrentarse a momentos de gran estrés, también denominados momentos o situaciones vitales traumáticas. Estos momentos combinan una sensación de indefensión junto a una respuesta emocional negativa intensa. Estímulos, internos o externos, asociados a ese evento traumático pueden desencadenar la disociación.

La disociación protege a la mente de la sobrecarga que suponen esos eventos y sus recuerdos, pero impiden a la mente procesarlos e integrarlos y, además, puede convertirse en la principal respuesta de la mente al estrés. Esta disociación puede experimentarse ocasionalmente y ser transitoria, por lo que no representaría un problema más allá del momento en que se presenta y siempre dependiendo de la intensidad de la misma. Sin embargo, cuando se experimenta de forma prolongada, especialmente durante la infancia y la adolescencia, se puede crear un patrón de respuesta al estrés rígido y crónico que dificulta intensamente la adaptación familiar, social y laboral de quien lo padece.

Cuando una persona presenta esta desconexión, episódica o sostenida, de forma crónica se dice que presenta un Trastorno Disociativo. La disociación es un fenómeno muy amplio y las personas pueden sufrir distintos síntomas, o trastornos, disociativos. Estos serían los más frecuentes:

• Desrealización: Percibir el mundo y las personas que nos rodean de forma irreal. Esta percepción puede afectar o a todo lo que nos rodea o sólo a algunos aspectos de la realidad. La realidad se vuelve extraña.

• Despersonalización: La persona se siente desconectada de su cuerpo y / o sus emociones. Su cuerpo y sus emociones se vuelven extrañas, ajenas y distantes. En ocasiones la mente se vuelve un observador pasivo del cuerpo, incluso puede visualizarlo desde fuera, en otras ocasiones los límites corporales y personales parecen difuminarse con respecto a los demás.

• Amnesia Disociativa: La persona no recuerda periodos de su vida, o información relevante sobre sí misma.

• Fuga Disociativa: Durante un periodo de tiempo, de mayor o menor duración, pero limitado, la persona olvida su identidad. Esto conlleva en ocasiones que la persona vague sin un rumbo determinado, y en otras que asuma una identidad diferente, más o menos estructurada.

• Alteración en la identidad: La identidad de la persona cambia ante diferentes estímulos. La identidad está dividida en “partes” más o menos estructuradas. Estas “partes” presentan una conducta y una forma de relacionarse con los demás diferente y propia de cada una. Puede existir una “parte” principal que presenta un mayor o menor grado de amnesia y desconexión de la actividad de las otras “partes”.

Estos síntomas o trastornos disociativos no son excluyentes, y una persona puede sufrir varios a lo largo de su vida. Hay que recordar que las distintas sociedades y culturas pueden dar distintas explicaciones a estos síntomas o trastornos, empeorándolos o atenuándolos.

También es importante recordar que estos síntomas o trastornos pueden aparecer de forma independiente o englobados en otros trastornos, como el Trastorno de Estrés Postraumático, el Trastorno Límite de la Personalidad o el Trastorno de Pánico.

FUENTES

https://www.intra-tp.com/servicios/disociacion-y-trastornos-disociativos....

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/depersonalization-d...