Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

ME CONOZCO CONOCIENDO MI HISTORIA. DE EL GUIÓN DE VIDA Y LA IDENTIFICACION HACIA EL AGRADECIMIENTO Y LA AUTOAFIRMACION FINAL.

Muchas veces nos encontramos en terapia chicos y chicas que parecen abocados a repetir continuamente ciertos patrones conductuales y relacionales que les afectan por ser incorrectos para ellos. Pronto, otras muchas veces dicen sus padres “es que es como yo a esa edad” o “Es como su padre” o “parece que fuera mi padre o mi tío reencarnado”.

¿Qué podemos ver aquí? Muchas veces se trata de lealtades invisibles. Por amor repiten, por amor imitan, por amor hacen o actúan el “yo como tú”. Repiten entonces patrones, incluso vivencias de nuestros antepasados. De esta forma sienten que se mantienen dentro de su sistema familiar, a veces, repitiendo una misma historia de sufrimiento, de generación en generación.

Todos nosotros, pertenecemos a un sistema familiar. Pertenecemos a una familia, como tal realizamos actos de amor, repitiendo profesiones, enfermedades, divorcios, accidentes, etc. De esta manera somos aceptados y sentimos que se puede permanecer al sistema familiar.

Es una especie de “amor ciego”, mezclada con su inocencia infantil, que lo convierte en un buen miembro del clan familiar, y lo lleva a repetir el mismo destino que sus antecesores. En el mundo, la mayoría de las personas están anclado en este tipo de amor.

Por otra parte, se encuentra al que llaman «la oveja negra» o el «inconsciente», que suele ser ese que se niega a someterse a las reglas del sistema familiar. Es alguien que transciende los límites, y se atreve a hacerlo diferente que los demás. Quien toma este camino, entra a vivir en la soledad, porque busca otro camino rompiendo las asfixiantes costumbres familiares. Se niega a seguir las profesiones heredadas de familia en familia, no calla ante los secretos familiares.

Así tenemos chicos y chicas complacientes y sumisos con los que trabajamos mayor seguridad en sí mismos, autoestima y amor propio ya que se muestran manipulables y sufren a manos de otros manipuladores con miedo siempre a ser rechazados si no lo hacen o no encajan. Por otro lado, tenemos al rebelde que no cumple normas ni mandatos y a veces llegan a ir en contra de ellos mismos entrando en actividades peligrosas para sí. ¡¡Y ojo!! Que tenemos también la explosiva mezcla de ambos.

Para esto es importante entender el siguiente concepto: El GUIÓN DE VIDA.

El guion de vida es un concepto del psiquiatra canadiense Eric Berne, quien, al analizar a sus pacientes se dio cuenta que había un guion o patrón que todos seguían desde pequeños. Así, el guion de vida surge a raíz de las decisiones que se toman a un nivel no consciente, desde la infancia. Tales decisiones son las que llevan a una persona a vivir en función de un plan de vida, como si se tratase de una obra de teatro.

Hay frases que desde la infancia se internalizan, sobre todo cuando son los padres quienes las dicen, y de este modo se va conformando el guion. Cuando se es pequeño no se pueden hacer racionalizaciones apropiadas, debido a la edad, por ello, lo que se hacen son interpretaciones literales de esas frases que dicen los adultos. Las decisiones que los niños van adoptando lo hacen para ser queridos y aceptados por sus figuras de autoridad, siguiendo las normas que se dictaban.

Entonces, este guion de vida se forma cuando se comienzan a seguir esas normas y se percibe que con ello se obtiene la aceptación de los padres. De manera que, hay niños que complacen a sus padres porque interpretan que esto les hace felices y, al final, pueden llegar incluso a sobreponer sus necesidades con tal de hacerlo sentir complacidos.

Estas personas, que tienen estructurado este guion de vida, no saben colocar límites, atienden primero las necesidades de los otros y actúan en función de lo que los demás esperan de ellos. Este tipo de guiones están estrechamente relacionados con la necesidad de aprobación y el miedo al rechazo que puede sentir una persona, lo cual le lleva a una necesidad excesiva de agradar a los demás.

 Berne se dio cuenta que todas las personas que acudían a sus terapias actuaban siguiendo esto que él denominó “guion de vida”. Se trata de un esquema prestablecido, tal como en una obra dramática, en la que las personas se sienten obligadas a representar un papel, incluso si no se identifican con el personaje que les ha sido asignado. Pues, cuando se interpreta un guion de vida lo que se hace es actuar en conformidad con lo que otro ha escrito.

De acuerdo con las observaciones de Berne, el guion de vida se forma desde la etapa infantil, sobre todo, bajo la influencia de sus padres y otras figuras importantes que tiene alrededor. A medida que pasa el tiempo, este guion se va reforzando a través de la experiencia que la persona va viviendo.

No obstante, por fortuna, el guion de vida no tiene por qué ser concluyente. Al contrario, se puede modificar, cuando el guionista decide ser el mismo protagonista de su historia y reescribir los hechos. Por supuesto, eso va ocurriendo de forma paulatina, en la medida que se va tomando conciencia de los deseos propios que la persona desea vivir.

De acuerdo con Berne, un guion de vida no determina a una persona, sino que son decisiones que una persona toma a edad temprana para adaptarse y sobrevivir a un entorno, pero que pueden ser modificados. Cuando trabajamos esto en terapia; "a ser consciente de ese guión" y “conocer las dinámicas familiares"; nos gusta utilizar una frase de Berne “Las personas nacen príncipes y princesas hasta que sus padres les convierten en ranas”.

Solo desde el conocimiento de mi historia familiar puedo generar cambios. Todos tenemos la oportunidad de generar cambios y comenzar a escribir nuestra historia, conforme a nuestros deseos y voluntad. Pues, cada quien es responsable de cambiar sus circunstancias y asumir una dirección para su vida, incluso si esto implica renunciar a lo que ya no le funciona o no necesita.

En este sentido nos podemos encontrar una serie de guiones:

1. Guion perfeccionista: estas personas no toleran los fallos. Detrás de ellos, suelen estar los padres exigentes a quienes les importan mucho los méritos y la excelencia.

2. Personas que no crecen: y son infantiles de por vida. Temen asumir responsabilidades porque han tenido padres sobreprotectores.

3. No ser niño: este caso es contrario, pues, estos pequeños cargan con mucha responsabilidad, porque sus padres se las han delegado y ellos no han podido disfrutar de la alegría y la curiosidad de la infancia.

4. No mostrarse débil: siempre deben permanecer fuertes. Tienden a vivir con emociones reprimidas.

5. No pertenencia: niños que recibían mensajes de que eran diferentes y no les enseñaron a formar vínculos.

Los guiones de vida, tal como se han mencionado, se pueden cambiar, pero se requiere de valentía para ello, ya que, al hacerlo, se dejan atrás muchos patrones y comportamientos. Una persona puede cambiar el guion de su vida cuando decide ser su propio guionista y reescribir las escenas de su vida, sin que sean aquellas que han sido heredadas de forma inconsciente.

Es por ello que la toma de conciencia resulta muy importante. Dentro de esta toma de consciencia esta el conocimiento de la historia familiar. Para escribir un nuevo guion de vida se puede comenzar por algunas preguntas básicas que permitan remover los cimientos, tales como:

• ¿Cuál es el guion que estás representando en tu familia de origen?

• ¿Te sientes bien con ese guion?

• ¿Qué guion representas con tu familia, pareja y amigos?

• ¿Qué tipo de persona te enseñaron que debes ser?

• ¿Qué tipo de persona te enseñaron que no debes ser?

• ¿Cómo te ves en diez años si continúas con este mismo guion?

• ¿Eres capaz de actuar de una manera diferente?

Todas estas preguntas nos pueden ayudar a crear un guion de vida diferente, sobre todo si vemos al futuro, pero no nos vemos felices a largo plazo. Para ello son básicos dos conceptos: aceptación y compromiso.

Dentro de la aceptación entendemos primero ser capaz de “VER” que me pasa entendiendo esto con perspectiva histórica familiar. Es decir; soy así por mi historia familiar. Aquí no se nos debe nunca olvidar trabajar esa mirada al sistema familiar y a esa historia desde el amor.

Comprender que cada uno de nuestros ancestros y nuestros padres lo hicieron lo mejor que podían en ese momento y que son perfectos para nosotros. Solo desde esa perfecta imperfección podemos generar cambio.Verlos entonces desde el amor y la compasión; evitando el rencor y la crítica.

Dentro del compromiso, cuando previamente he aceptado quien soy con amor, existen importantes resortes a trabajar como son la autoestima, el poder del cambio, la fe en ese cambio, estructurar ese cambio y vencer el miedo o la pereza que ese cambio supone. Es decir, vamos a trabajar activamente para ese cambio.

En ese cambio es importante también tener en cuenta agradecer cada día a todos los miembros de tu sistema: No es necesario que corras hacia a ellos a darles un abrazo, el agradecer sincero surge cuando le das un lugar en tu corazón y los reverencias desde el alma. 

En estos procesos o guiones de vida existe otro concepto importante que esta explicado anteriormente pero no se ha comentado que es la identificacion. Me identifico con mi padre o madre o algún ancestro siendo y actuando como él aunque eso me perjudique. trabajar la desidentificacion es muy importante entonces. "yo soy yo, y tu eres tu" o "yo por mi y  tu por ti".