Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

LA ACEPTACION

Carl G. Jung dijo:” Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”. ¿Por qué nos cuesta aceptar la vida tal y como es? ¿Qué nos impide disfrutar de lo que hay en vez de querer otra cosa?

La aceptación, es fundamental en la vida. decir SI a la vida tal y como es, es la única opción de la verdadera felicidad. Lo cual no tiene por qué representar renuncia, abandono o resignación. Debe significar de lo contrario fortaleza personal para poder con lo que hay, flexibilidad mental para generar ideas de cómo gestionar mejor el presente y capacidad de adaptarnos a una realidad que no podemos controlar a nuestro antojo. La aceptación es necesaria para crecer, madurar y esencial para nuestro desarrollo personal. Aceptar la realidad, aquello que no podemos cambiar, no es una actitud estática, es una decisión activa.

Decidimos adaptarnos a las circunstancias adversas, en vez de utilizar la queja o regodearnos en la frustración, enfadarnos, obsesionarnos…. Cuando nos situamos en la queja estamos en nuestro “niño” no nos situamos en el “adulto” lo cual nos va a llevar a actitudes y respuestas infantiles e irresponsables con la vida. Adaptarnos a la realidad mejora nuestro bienestar emocional, por tanto. Ya que nos libra de la queja, del sufrimiento que supone no aceptar el dolor de forma natural. Transitarlo y sentirlo para transformarnos con él, como sabemos, el sufrimiento siempre es una elección; el dolor es inevitable. Al aceptar la adversidad, aprendemos de ella y también de nosotros mismos, descubrimos nuestros recursos, los mejoramos, nos transformamos, nos ponemos en acción y en disposición de sentir.

Nos emocionamos (e-moción; del latín ponernos en movimiento) con lo cual nos ponemos en movimiento para algo mejor y transformador. La persona que “sale” de una situación difícil o dolorosa sale transformada de la adversidad, con mas recursos y por lo tanto mas rica interiormente y exteriormente. Con ello trabajamos nuestra “Resiliencia” es decir, la capacidad de afrontar la adversidad y salir transformada de ella en algo mejor. Salimos siendo MAS… Además, con una mayor capacidad de autorregulación y gestión emocional. La aceptación es la capacidad para asumir la vida, tal como es, significa aceptar la realidad, con situaciones agradables o desagradables, sin intentar cambiar o combatir todo aquello sobre lo que no tenemos control. Es un camino de afrontamiento y no de lucha.

En la aceptación hablamos de integrar, aprender, reconocer, reconstruir, asumir, asimilar, tomar consciencia, reemprender y entender, comprender y huimos de acciones como luchar, exigir, quejarme, negar o rechazo. Es tan simple como autoevaluarte en una situación que se te hace complicada y revisar tu lenguaje. Mira que palabras estas utilizando.

Que verbos te dices o dices a los demás en tu discurso y trata de eliminarlos. El primer paso en esta estrategia eficaz y adaptativa seria:

1.- detectar aquellas situaciones o circunstancias desagradables de nuestra vida ante las que no podemos realizar ningún cambio, bien porque no dependen de nosotros o porque no tenemos control sobre ellas.

2.- Evalúa que lenguaje usas. Que emociones despiertas en ti y cuales de estas palabras que hemos citado anteriormente despierta en ti.

3. Como decía Buda “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Elige entonces el dolor, transítalo y pide ayuda en ello si lo necesitas.

4. Una vez aceptada la realidad no significa resignación, sino acción. Acción para encontrarme mejor centrándome en aquello que si depende de mí mismo.

5. Cuidarme e ir modificando esos estados de ánimo. Gestionando esas emociones que me dañan. Cuando no aceptamos la realidad encontramos “ansiedad”. La ansiedad es la salida “estrella” ante la no aceptación. Muchas personas intentan “eliminar” lo que sienten y entran en ansiedad. Buscan desesperadamente ahora dejar de sentir ansiedad.

Entonces ¿Cuál es el problema? Primero negarme la emoción primaria en cada caso, después transformarla en ansiedad sin querer sentir ansiedad… Entonces el error fundamental es NO QUERER SENTIR. Estamos ante una sociedad que desconecta emociones, hedonismo, no salir de la zona de comodidad es lo que más impera y nos lleva a la no aceptación que nos genera ansiedad.

Creo más ansiedad buscando desesperadamente dejar de sentirla, porque la veo como una amenaza en mi vida, huyendo, evitando todas aquellas situaciones en las que podrían sentir malestar. Huyendo al final del SENTIR. Creando un circulo vicioso del que es difícil salir.

POR LO TANTO, ES FUNDAMENTAL IDENTIFICAR, SENTIR, DAR ESPACIO, EXPRESAR, NORMALIZAR Y ACEPTAR ESTA O CUALQUIER OTRA EMOCIÓN DESAGRADABLE.

¿QUE HACER?

Trabajar la tolerancia a la incertidumbre

Trabajar las creencias irracionales de control o la responsabilización excesiva

Evitar las reglas morales rígidas (“deberías”) y la sensación permanente de injusticia.

Evitar las Atribuciones externas: asumir que no todo tiene una localización fuera de nosotros mismos.

Trabajar la tolerancia emocional

Buscar apoyo emocional si así lo sientes.