Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

ENTREVISTA EN PRIMERA PERSONA . DISFORIA DE GENERO

Carlos es un chico de 20 años que lleva con nosotros algunos años. Él es gay y sufrió acoso escolar desde muy niño por este motivo. Es una persona inteligente, sensible, luchadora, empática como pocas y madura a golpe de discriminación y maltrato social. Sin más nos lanzamos a conocer EN PRIMERA PERSONA su historia.

L: Hola Carlos, vamos a hablar sobre la disforia de género y sobre ti en particular. Háblanos para comenzar sobre este tema. ¿Quieres comentar de forma previa algo o comentarnos sobre la iniciativa del centro?

C: Es un tema muy complejo de abarcar por ser muy amplio y personal. Un tema que no puede tratarse como una regla de tres, porque es tan variado como personas afectadas existen. Pero a pesar de la complejidad hay que ser conscientes de que existe y por ello debemos abordarlo. Hay muchas personas para las que es una lucha por la propia concepción social. Necesario tocarlo y una buena idea.

L: Vemos mucha polémica actualmente a raíz de la ley trans sobre este tema. ¿Cómo ves esta ley?

C: El hecho de que legislativamente se ponga sobre la mesa es positivo. Porque es un colectivo al que hay que proteger. Como concepto y de forma general es necesario. Aunque posteriormente surjan cosas a pulir, es necesario. Por poner un ejemplo las personas que hace años necesitaban un cambio o reasignación de sexo y eran sometidas a pruebas y análisis muy duros que los dañaban emocionalmente al ser muy inquisitivos.

L: ¿Cuándo comienzas tú a sentir ese “me siento mal”…?

C: Muy pequeño, creo que desde antes de tener uso de razón vamos….

L: ¿Qué hacías en ese momento? ¿Qué hacía tu entorno?

C: Poner en práctica lo que yo sentía a pesar del rechazo social. Mi entorno mas cercano reacciono muy bien siempre, pero el ámbito extrafamiliar y escolar muy mal. Sufrí acoso desde muy pequeño.

L: ¿Cómo fue para ti aceptar quien eres, salir del armario?

C: Al principio muy difícil… por la situación del rechazo social que viví toda la vida. Eso me hacia pensar que ser gay era un castigo, un castigo que merecía.

L: Que duro eso que me dices ahora

C: Si, por supuesto hoy no lo veo como un castigo. Pero ciertas ideas, miedos no terminan nunca, no se quita del todo. Vivimos con la alerta de ser rechazados en algún momento. No me siento comprendido del todo, es una lucha continua tras salir del armario. La aceptación es algo que no se termina. Pasamos por momentos de mayor aceptación y por otros de menor aceptación. Siempre hay que seguir trabajando para no volver a caer. Dependerá también del tipo de personalidad de cada persona. Para mi, es como que nunca terminas de sentirte bien en ningún registro del “ser gay”

. L: ¿Que daños colaterales te ha traído tu condición sexual (la no aceptación social de ella)?

C: Ansiedad, depresión, baja autoestima, dificultad en el auto reconocimiento, dificultad en las relaciones sociales, miedo generalizado a todo, como por ejemplo a ser yo mismo o estar con los demás….

L: Supongo que esto te lleva a la decisión de hacer terapia. ¿Verdad?

C: Estaba en un momento muy vulnerable, depresivo y perdido. No sabía darle nombre a lo que me pasaba. Huía de algo interior que no sabía que era y al fin y al cabo era esto. Tenía un problema emocional que trabajar; ansiedad, depresión, insomnio cada día provocado por lo mismo.

L: ¿Qué te ayudo? ¿Qué no?

C: definitivamente salir del armario, soy una persona muy reflexiva y saber dar con lo que me pasaba fue fundamental. No tenia pareja ni me relacionaba con nadie del colectivo LGTB y me ayudaba yo a mi mismo desde mi necesidad de salir de ahí, donde estaba metido… No me ayudaba mi miedo a volver a sentir el acoso y el rechazo social. La incertidumbre del futuro no me ayudaba… pero finalmente me tiro mas el buscar ayuda, ser fiel a mi mismo que dar la razón a la sociedad.

L: ¿Cuándo comienzas terapia y como te ayuda eso a sentirte mejor?

C: Con 16 años comencé por este tema. Me sentí mucho mejor al trabajarlo en terapia y cuando comencé a abrir mi circulo con personas del colectivo LGTB. Comencé a vivir con gente que se sentía igual que yo, me sentía identificado.

L: ¿Cómo estas actualmente?

C: Muy bien, siento que tengo que seguir trabajando, pero vivo asertivamente mi sexualidad y me siento libre. Es importante poder ser yo mismo estéticamente cuando yo quiero. Por ejemplo, ahora voy así vestido (casual) porque quiero, no tengo porque ir “a lo Tino Casal” siempre. Puedo fluir dependiendo del contexto libremente.

L. para finalizar, ¿qué has aprendido?

Fundamentalmente que las personal LGTB tenemos que enfrentar circunstancias diferentes a los heterosexuales y esto hace que tengamos que desarrollar una madurez y un proceso de crecimiento antes. Nuestra adolescencia es más tardía porque lo normativo no nos da acceso a vivir nuestra adolescencia normalmente y te toca vivir experiencias que no corresponden a la adolescencia. Esto requiere ser una persona fuerte, valiente que es positivo, pero llegas psicológicamente muy cansado a una edad que quizás no toca, que es mi proceso actual. Esto también te hace ser más empático ante la diversidad en general y otros aspectos en particular. Me gustaría terminar con una frase “SOY MI MEJOR AMIGA Y MI PEOR ENEMIGA” , es para mi una consecuencia de lo que he vivido. Es importante que todo esto se traslade al sistema educativo porque nos ahorraríamos mucho dolor emocional. Sembrar la integración de las personas LGTB desde las aulas. El ámbito familiar es también muy importante.

Es fundamental crear una cultura del tema para evitar dolor. En esta educación hay que visibilizar al resto de personas del colectivo, sobre todo trasgenero y transexuales. Es importante también una consciencia histórica del movimiento LGTB, en Escocia por ejemplo se estudia la Historia del movimiento en las aulas.

 

Agradecemos enormemente a Carlos por su valentía, su humanidad, su sinceridad y su mostrarse a corazón abierto. Es un privilegio haber podido acompañar desde nuestro centro terapéutica y humanamente a Carlos en todo esto que nos cuenta. Carlos, como adulto ya, te seguimos de cerca en tu crecimiento y nos sentimos muy orgullosas de ti. Hemos querido tratar este tema siendo lo más neutrales posibles, sin querernos acercar en ningún momento a movimientos políticos o esbozar opiniones que en algún momento hicieran sentir mal a alguien. Aun así, mas allá de la ley trans y la polémica suscitada en torno a ella, nosotros centramos nuestro foco de atención en las personas que como Carlos, han sufrido desde siempre el ataque, el acoso y la discriminación de una sociedad que no ha entendido qué sentía y cómo vivía cada día con ello. Es en este sentido que creemos que solo acercándonos EN PRIMERA PERSONA a los afectados, podemos empatizar, agrandar nuestro corazón y dar cabida a todas aquellas personas que por una u otra razón salen de lo “normal” entendiendo esto como normo- típico o lo que se establece como lo correcto. Por Carlos y por todos los afectados por el tema que nos ocupa pedimos atención, visibilizarían, aceptación e inclusión (cosa extraña de pedir porque TODOS deberíamos estar siempre incluidos más allá de nuestras circunstancias) de todo los afectados.