Gabinete Akro - Psicología Infantil y Adolescente

EL BULLYING

Actualmente es relevante mediáticamente eso que llamamos BULLYING O ACOSO. Por momentos escuchamos casos de acoso escolar con finales trágicos en los medios. Muchas veces nos preguntan si esto es tan real como parece. Nuestra respuesta es que la consulta por casos de bullying ha aumentado en nuestro centro y en muchos casos encontramos casos donde el motivo de consulta es depresión o ansiedad o somatizaciones que esconden episodios de acoso.
¿Qué clases de bullying existen y cuáles son los rasgos característicos de cada uno?
El bullying es un término que ha ganado popularidad a lo largo de los últimos años, pero este fenómeno ha existido desde que el hombre existe. Ahora bien, ¿Qué entendemos exactamente por acoso escolar o bullying? Esta palabra anglosajona se utiliza de forma frecuente para denominar a los típicos matones de clase. Es decir, los maltratadores, ya sea de forma física o psicológica.
El bullying es un fenómeno que se caracteriza por el acoso y/o intimidación del abusador sobre la víctima, dentro del ámbito escolar. El acosador disfruta sintiéndose superior al acosado y se regocija con el sufrimiento de éste. La exposición repetida de esta condición por parte de la víctima puede traer consigo consecuencias graves a nivel psicológico. En algunos casos, los alumnos que han sido víctimas de acoso escolar pueden llegar a suicidarse.
Las causas del acoso escolar
El bullying es un fenómeno que puede manifestarse por distintas causas (personales, familiares o escolares), y por eso puede darse en cualquier centro educativo: sea privado o público. Respecto a las causas escolares, parece haber más riesgo de acoso escolar en los centros grandes que en los pequeños, por la dificultad en la vigilancia de los primeros.
Una causa personal podría ser, por ejemplo, la baja autoestima del acosador. Sentirse superior al acosado sería una manera de suplir la poca confianza en sí mismo. En cuanto a las causas familiares, el origen de la violencia de los niños acosadores podría encontrarse en el modelo de padre agresivo. Además, la tensión económica, la mala relación entre los progenitores, los valores adquiridos, la ausencia de reglas de convivencia, etc. podrían ser causas probables del desarrollo de este fenómeno.
Consecuencias y efectos
Las víctimas de acoso escolar pueden sufrir distintos efectos psicológicos negativos.
Una investigación realizada en 2014 en la la King’s College London descubrió que los efectos psicológicos negativos que sufren las personas con bullying permanecen durante 40 años después de haber sido víctima de acoso.
Esto nos debe hacer reflexionar sobre el grave impacto psicológico del acoso en el resto de la vida de la persona afectada, presentando peores indicadores de su salud mental y física y un peor desempeño cognitivo respecto a los individuos que no sufrieron acoso.

Efectos negativos en la salud física y psíquica detectados en víctimas de bullying.
1. Estrés
Las víctimas de acoso escolar presentan estrés no solo durante la época escolar sino también años después. Las personas afectadas segregan más cortisol, una hormona directamente implicada en la sensación de estrés.
Esto explicaría buena parte de las consecuencias para la salud a largo plazo en estas personas, por ejemplo la aparición de trastornos mentales, como señaló un estudio de la Universidad Johns Hopkins.
2. Ansiedad y depresión
Otra investigación, detectó que las víctimas de acoso tenían una mayor probabilidad de sufrir trastornos como la agorafobia, el trastorno de ansiedad generalizado y las crisis de pánico. También presentaban mayores tasas de depresión y de aislamiento social.
3. Somatizaciones
También pueden presentar trastornos psicosomáticos.
4. Suicidio
Mayor probabilidad de suicidios en estas personas. El primer caso de suicidio de una persona que sufría bullying fue el del joven español Jokin, que a sus 14 años decidió poner fin a su vida después de llevar años sufriendo abusos y hostigamiento en su colegio en la localidad de Hondarribia.
5. Problemas en la socialización y en el futuro laboral
Las víctimas de acoso en la escuela presentan, estadísticamente, peores indicadores en lo que refiere a su calidad de vida familiar y en su capacidad adquisitiva en su vida adulta. También pueden sufrir un peor desempeño en sus habilidades sociales y comunicativas.
Los tipos de bullying
Pero, ¿qué tipos de acoso escolar existen? Según el Centro Nacional Contra el Bullying (NCAB, por sus siglas en inglés) el bullying puede clasificarse de la siguiente manera siguiendo distintos criterios.
1. Bullying verbal
El bullying verbal o acoso escolar verbal se caracteriza porque el acosador expresa palabras crueles, insultos, amenazas, intimidación, bromas y frases excluyentes sobre la apariencia, la condición sexual, la etnicidad, la raza o la discapacidad de la victima. Los niños son más sensibles a este tipo de comentarios.
¿Cómo detectarlo?
Los niños que son víctimas de este tipo de bullying pueden mostrarse ausentes, malhumorados o mostrar un cambio de apetito. Además pueden decir algo de lo que les han dicho y preguntar si es cierto.
2. Bullying físico
El bullying físico se caracteriza por un comportamiento agresivo e intimidatorio por parte del acosador, que incluye patadas, golpes, zancadillas, bloqueos o empujones. Es la forma más conocida de Bullying.
¿Cómo detectarlo?
Por desgracia, muchos niños no cuentan a sus padres lo que ha sucedido. Pero los padres pueden detectar si su hijo está sufriendo acoso escolar físico porque este tipo de bullying suele dejar marcas en el cuerpo de la víctima, lo que manda una señal de alarma. Algunas de estas marcas corporales son: cortes, moratones, ropa rota, etc. Además, la víctima puede quejarse frecuentemente de dolores de cabeza o de barriga.
3. Bullying social o relacional
Este tipo de bullying es más complicado de detectar y suele suceder a espaldas de la víctima. El objetivo suele ser que la persona no se una o no forme parte de un grupo. Ya sea en el comedor, en los partidos de fútbol del recreo o cualquier actividad social o educativa del centro, la víctima es ninguneada o repudiada por sus compañeros.
Ejemplo: Un grupo de chicas en una clase de gimnasia sacan sus fotos sobre una fiesta en la que una de las chicas de la clase no estaba invitada, y estando ella presente, la tratan como si fuese invisible.
¿Cómo detectarlo?
Es frecuente que la víctima muestre cambios de humor, evite los grupos de compañeros y esté solo más de lo normal. Las chicas son más propensas a sufrir este tipo de bullying. El dolor emocional producido por el bullying social puede ser igual de intenso que el sufrido por el bullying físico y las secuelas puede durar incluso más tiempo.
4. Cyberbullying
El cyberbullying es un fenómeno que ha nacido debido al auge de las redes sociales. Se caracteriza por el acoso o la intimidación producida a través de las redes sociales, mensajes de texto y correos electrónicos. A través del medio digital, el acosador difunde falsos rumores, mentiras, amenazas, comentarios sexistas o racistas, causando un enorme malestar y problemas psicológicos y emocionales en la víctima.
¿Cómo detectarlo?
Es posible que la víctima del cyberbullying pase mucho tiempo online y se muestre triste y ansioso después. Además, la persona que sufre este tipo de acoso (y cualquier forma de acoso escolar) puede tener problemas para dormir, y puede llegar a suplicar no ir al colegio, ausentándose de actividades que antes disfrutaba.
5. Bullying carnal
Este tipo de bullying es posiblemente el más complicado de analizar, pues muchas personas se niegan a aceptar que haya niños que realicen este tipo de conductas. Esta clase de acoso en la escuela se caracteriza por comentarios machistas u obscenos, por tocar a la víctima en lugares íntimos o presionar a ésta para que haga algo que no quiere (por ejemplo, ver películas para adultos). Esta clase de bullying puede causar graves problemas psicológicos y marcar para siempre las relaciones íntimas y afectivas de la víctima.
¿Cómo detectarlo?
Generalmente, la víctima de este tipo de bullying no expresará lo que le ocurre, pero evitará situaciones en las que pueda encontrarse con el acosador. Por ejemplo, no asistiendo la escuela.
OTRA VISION DEL ACOSO
Otra opción es verlo desde otra óptica: desde una mirada hacia adentro, ver el conflicto con una mirada interior.
Poniendo atención en qué hay en nosotros que hace que se genere una situación determinada y porqué la vivimos como un conflicto.
Desde el punto de vista sistémico, los conflictos que se generan en nuestro día a día son llamadas de nuestro sistema familiar para que pongamos atención. Si miramos el Bullying desde la perspectiva de Bert Hellinger y las constelaciones familiares hablamos desde otra perspectiva más amplia.
Bert Hellinger describe los conflictos en su libro Pensamientos Divinos, habla de sus raíces y sus efectos como:
“Todo conflicto es una aproximación, una intensa aproximación. Pues hay que enfocar al otro y afrontarlo. Hay conflictos en los que no se enfoca, por ejemplo cuando uno se ha formado una imagen del otro y mira esa imagen en lugar de mirar al otro.

A veces, un conflicto solo se ha trasladado hacia una persona más débil que tiene que hacer las veces del más fuerte, al que tememos. Por ejemplo, el conflicto con la pareja a veces se traslada al hijo, o el conflicto con el padre o la madre haca el marido o la esposa. Entonces el conflicto solo puede solucionarse si enfocamos a aquellos con quien realmente lo tenemos, si lo miramos hasta que lo veamos bien…”

Esto lo podemos ver a veces cuando una situación de conflicto entre dos niños una vez explorada nos indica que el conflicto inicial era de las madres de ambos niños por ejemplo.
Gestionando los conflictos desde lo que se conoce como “el espejo” podemos observar diferentes situaciones desde este punto de vista interior para ver porqué se generan éstas en mi vida.
Si conseguimos identificar de quien aprendimos este comportamiento. Si conseguimos identificar cuantas veces hemos reaccionado de esa manera en nuestra vida. Si conseguimos tomar consciencia que por amor a nuestros adultos de pequeños les dijimos “Yo como Tu” podremos darnos cuenta qué es un comportamiento adquirido.
Podremos poner conciencia a este patrón y así poder transformarlo. En este sentido vemos que esta puede ser una herramienta muy potente para liberar reacciones y conflictos en nuestra vida. Es una herramienta que nos permite entrar en el campo energético de la situación y poder observar que es lo que están mirando las personas con las que estamos teniendo el conflicto.
De esta manera obtenemos un entendimiento de la situación pudiendo observar nuestra auto responsabilidad en el mismo.
Cuando observamos lo que nos sucede en nuestra vida desde la autorresponsabilidad podemos transformar nuestra vida hacia una mirada amorosa entendiendo que todo lo que nos sucede es necesario para nuestro propio aprendizaje.

Referencias bibliográficas:
• De Acevedo, A. (2010). Alguien me esta molestando: el bullying. Ediciones B.
• Barri, F. (2006). S.O.S. Bullying: Prevenir el Acoso Escolar y Mejorar la Convivencia. Praxis, S.A.
• Norman K.J., Seiden J.A., Klickstein J.A., Han X., Hwa .LS., et al. (2015). Social stress and escalated drug self-administration in mice I. Alcohol and corticosterone. Psychopharmacology.
• Ricou Sanz, J. (2005). Acoso escolar. RD Editores.